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No he podido dormir bien en lo absoluto, porque mi mente no quiere parar de pensar en lo sucedido ayer. Se ha convertido en estrés, la cabeza me duele sin parar y las nauseas han regresado. Tampoco he podido comer nada y mucho menos concentrarme. Me siento triste, preocupado, enojado y cansado, solo quiero huir...

Admiré las paredes blancas de la habitación, eran idénticas a las del hospital, con ese mismo toque desolador que solo la noche puede darle. Ese es el momento más difícil de estar solo y sin Sunghoon, el frío de las sábanas y el vacío en un costado de la cama. No hay nadie quien me abrace y me brinde su calor, estoy completamente solo, así como todo el día, mirando a la nada, sintiéndome sumamente enfermo sin fuerzas para moverme. Sin nada. Es tonto, ¿cierto?

El sonido brusco de la puerta me sacó de mis pensamientos. Ya eran casi las once, según tengo entendido no se admiten más visitas después de esa hora. La puerta volvió a sonar como si estuviera siendo pateada, brinqué de la cama por el impulso del miedo, muchas cosas se me cruzaron por la cabeza, todas ellas tenían un fin desastroso. Tragué duro y avancé hasta la puerta, las luces se encontraban encendidas y era evidente mi presencia ahí, no podría fingir mi ausencia.

—¿Q-quién?

Pegué mi cabeza a la puerta, tratando de oír a través de ella.

—¡Bonito, abre! —Era la voz de Sunghoon. Se escuchaba raro... ¿emocionado?

Tomé un poco de aire antes de abrir, ya más tranquilo al saber de quién se trataba.

—¿Sunghoon?

Encontré a Sunghoon con Jack, ambos estaban tan ebrios que necesitaban del otro para poder sostenerse.

—¡Sunoo!

—No puedo creerlo...

—¿Viste que es bonito, Jack? —Sunghoon empujó un poco a Jack con su mano libre, éste levanto la cabeza para mirarme y luego asintió torpemente.

—Sí bro.

Sunghoon estiró su mano para apoyarse sobre la puerta, sin dejar de mirarme con una sonrisa enorme. ¿Por qué se puso a beber?

¿No sabe que es muy peligroso para él? Si estaba usando la motocicleta... no quiero ni pensarlo, eso es demasiado irresponsable.

—Te extraño, bebé. —Me dijo en voz alta. Jack le dio la razón asintiendo con la cabeza.

—Sunghoon, ¿por qué bebiste?

—Porque te extraño.

Yo también le he extrañado como nada en el mundo, ya no puedo dormir ni comer por su culpa. ¿Es sano tenerlo todo el tiempo en mi cabeza? Es que lo único que hago es pensar en él y sentirme cada vez peor.

—Sunghoon...

—Bro. —Él empujó un poco a Jack que parecía quedarse dormido.— Dile... dile la verdad...

—Emh, él dice la verdad —respondió sin claridad.

—Tú y yo íbamos a ayudar a Jungwon a pintar... ¿cierto?

—¡Sí! El chico rubio, exacto, yo quería ayudarle. —Jack levantó su dedo pulgar, afirmando sus palabras.— Q-quería ligármelo... —Soltó un risa elevada, creí que los huéspedes estarían molestos por el ruido.

—¿Viste, bebé? —Me preguntó Sunghoon, manteniendo esa sonrisa en el rostro.

—Sunghoon yo-

De pronto Jack perdió el equilibrio y se cayó sobre el piso. Me asusté demasiado, pero fue contraproducente oír su estrepitosa risa mientras volvía a ponerse de pie con ayuda de la pared del frente. Sunghoon rio junto a él, yo no sabía exactamente qué hacer, ¿simplemente echarlos? Estaban ebrios, sería peligroso.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora