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Llegué bastante cansado del trabajo, debido a la nueva línea de perfumes que la empresa está promocionando. Lo más jodido fue aguantar todas esas tomas en donde tenía que rociarme el perfume y que fue casi imposible lograr una en donde se captaran las diminutas gotitas que rozaban el aire y luego tocaban mi cuello. Solo dos de veinte lograron su cometido y yo me quedé como el zorrino de la sesión, incluso después sugerir que en lugar del perfume original usáramos agua, pero el editor de mierdita se puso a decir que el perfume tenía color y no podía ser reemplazado.

Así que llegué al departamento apestando a colonia cara que se hacía barata cuando era aplicada más de una vez. Tuve que usar mucho jabón sobre mi cuello, esperando que el olor casi vomitivo desapareciera, lo cual obviamente sucedió más tarde, aunque el trauma olfativo seguía presente en mi cabeza. Vaya día.

—"Il pirifimi tiini cilir" fue lo que dijo.

—Pero ya pasó, mi amor, y ya tienen las fotos.

—Sí, los cual es bueno, porque el tipo dijo que nos estábamos tardando mucho y que postergarían mi sesión para mañana. Imagínate bebé, me quedaría apestando dos días.

—A mí me parece que el perfume huele bien.

—¿Qué? Pero si tú fuiste el que gritó que si no me quitaba el perfume no te acercarías a mí.

—Solo estaba jugando, amor.

—Me empujaste cuando quise besarte y tiraste mi ropa dentro de la lavadora con mitad de la botella de detergente.

—Amor...

—Exagerado eh, bonito, pero exagerado.

Sunoo soltó algunas risitas y me regaló pequeños besitos ruidosos, que me devolvieron la felicidad. Después de un día de mierda, él borraba todo lo que me molestaba y me sacaba sonrisas tontas.

Me empujó ligeramente cuando empecé a besar su cuello, esperando que él me siguiera el plan y termináramos haciéndolo sobre el comedor o donde sea, pero simplemente sonrió y señaló mi cena, dándome a entender la orden de que deberíamos terminar de comer, porque finalmente teníamos cosas qué hacer después de ello.

Según Sunoo, el departamento de sus hyungs ya se encuentra rentado por otra familia y que en el edificio no quisieron darle información sobre el paradero de Heeseung. Así que decidimos visitar el primer departamento en donde se encontraban alojados hace meses, con la esperanza de encontrar ahí a su hyung del cual no sabíamos absolutamente nada. Las cosas han estado difíciles, porque después de aquella conversación que tuvo con Jake, éste ya no responde a ninguna llamada y su móvil se encuentra fuera de servicio.

Salimos después de veinte minutos, porque nos tomamos el tiempo de abrigarnos bien, pues el clima no se encontraba agradable afuera y el frío se mostraba agobiante, y no quería que Sunoo se enfermara. Tomé su mano, entrelazamos nuestros dedos y bajamos las escaleras con rumbo hacia el estacionamiento con una felicidad profunda, después de todo lo sucedido, aún estábamos flotando, al menos yo lo sentía así. La frase "Sunoo está conmigo, él está aquí" continuaba repitiéndose dentro de mi cabeza y haciendo eco en mi corazón.

Agradecía cada segundo que compartía junto a él, porque después de haberle extrañado tanto en mis horas de trabajo, tenerlo junto a mí y robarle besos era como una bendición divina. Yo creo que los dioses dijeron: "Mira bro, has estado jodido por mucho tiempo y la pasaste mal, así que le daré algo bueno a tu vida, disfrútalo cabrón". Entonces Sunoo ingresó en mi vida y pude conocer la felicidad, por fin.

—¿No conocías su antigua casa, bebé?

—Lo hago, lo que pasa es que Jake no está viviendo con sus padres, es lo que me dijo.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora