Sunoo, el chico flor ⪼ SunSun

7.

—Hoon, despierta. Es hora de irnos.

Me desperté muy confundido la mañana siguiente. El ruido nervioso del cierre de las maletas me hizo saber que algo estaba sucediendo. Me incorporé sobre la cama y logré distinguir a Sunoo encaminando una de las maletas hacia la puerta.

—¿Qué?

—Que se nos hace tarde para irnos, apresúrate.

Observé la ventana colindante con la calle, no había rastro del sol, por la pinta del cielo era bastante temprano. ¿Sunoo seguía con esa tonta idea de marcharse? ¿En serio? Hay tanto por hacer aquí, tampoco ha hablado mucho con su madre y él dijo que la extrañaba bastante.

—Ya te dije que quiero conocer muchas cosas de Busan, cálmate.

Él seguía luciendo tan estresado como ayer y no entiendo la razón. Su madre es todo un amor de persona, no era cierto que no deseaba quedarse por ella.

—No, tenemos que irnos.

—¿Por qué?

Él me miró con molestia mientras avanzaba hacia la cama con lo que parecía ser un par de boletos en las manos.

—Porque ya tenemos los boletos.

—Bueno, podemos conseguir otros.

—No. —Él dejó los boletos sobre la cama y se dirigió hacia la otra maleta para sacar una chaqueta para mí.

—Sé que tu madre no es el problema, ¿por qué no quieres quedarte? ¿Acaso tienes problemas con la ley? —El solo pensarlo era gracioso.

—Claro que no... es que son nuestras vacaciones, quiero que la pasemos bien.

—¿Y por qué no pasarlo bien aquí?

—Porque aquí no hay nada divertido.

—¡Podemos averiguarlo!

Además los chicos van a matarme si no les traigo algo bonito, se los debo, ellos me han traído cosas geniales de sus viajes. Yo no podía simplemente llevar vasos con la frase "buen viaje" que se encuentran en la estación. Me niego.

—No, así que báñate y vístete, ya nos vamos.

¿En serio me estaba dando órdenes? Él no quiere quedarse y no tiene una razón que tenga validez o importancia. No hay nada de malo en recorrer Busan, no es como si zombies nos fueran a matar y si es así, qué genial morir aquí.

Observé los boletos con detenimiento y luego los tomé entre mis dedos.

Inhalé un poco de aire. Lo que pensaba hacer probablemente sería la causa de nuestra primera pelea, pero valdría la pena. Ya estaba cansado de los caprichos de Sunoo, sí, sé que yo también tengo mis caprichos, sin embargo los suyos eran mucho más ridículos que los míos. Por ello partí los boletos por la mitad y luego los piqué con mucha velocidad.

Levanté la cabeza solo para encontrarme con los ojos bastante abiertos de Sunoo, quien no podía creer lo que yo acababa de hacer. Bueno, ha sido un honor seguir vivo hasta ahora, he vivido cosas locas e increíbles, he cogido y comido muy bien, no lloren por mí, yo ya estoy muerto.

—Quiero quedarme un poco más... bebé.

Tragué duro ante el gran silencio que se formó en la habitación. Sus palmas se formaron en puños y empezó a temblar como si estuviera a punto de explotar, tomó aire para ello y gritó con fuerza: —¡Mamá!

Me levanté de inmediato para cubrir su boca, no quería tener problema con la señora Kim, se estaba llevando una buena impresión mía y no quería que todo se arruinara por un capricho de Sunoo. Vamos, solo serán dos o tres días más, el fin del mundo se hizo en siete días, no, la creación, bueno, como sea. Eran pocos días, no pasaría nada malo, joder.