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—¿Ya?

—Faltan tus hombros.

—Apresúrate, bebé.

El sol del atardecer iba disminuyendo a medida que los minutos transcurrían sin detenerse. Era la tercera aplicación del protector solar en el día porque a Sunoo le gustaba exagerar en todo, vamos, no estuve todo el día en el sol y comenzaba a detestar la extraña sensación de crema hecha plasta sobre mis brazos. Además mis amigos me estaban esperando cerca de la piscina del hotel, pues la red ya estaba lista.

—Ya está.

¡Sí! Me levanté velozmente dispuesto a correr hacia los chicos, sin embargo noté la expresión aburrida de mi novio y no pude irme así.

—¿No quieres jugar con nosotros?

—No se jugar eso.

—No es tan difícil, bebé, ¿vamos?

—No, estaré aquí.

Sunoo en serio estaba exagerando. Estuvo sobre esa reposera toda la tarde, sosteniendo aquel enorme paraguas que no dejaba espacio a que el sol rozara su piel. Se echó una gran cantidad de protector solar sobre el cuerpo y no conforme con ello, continúa portando una camiseta holgada y usando un enorme sombrero ridículo. ¿Qué parte de "estamos en Jeju" no entendió?

—Deberías disfrutar un poco del sol, no me pondré celoso si roza tu piel por algunos segundos antes de que se vaya.

—Amor...

—¡Sunghoon, no tenemos todo el día! —Gritó Matty, siendo acompañado de un coro de voces angelicales que gritaron: "corre, idiota".

Giré para esperar la respuesta de mi novio, él esbozó una sonrisa y movió su manita expresando que debería irme. De inmediato avancé velozmente hacia los chicos y empezamos a ponernos en posición de juego para definir la serie de apuestas que habíamos iniciado más temprano, porque el voleibol definiría todo, y aunque yo no era tan bueno, era mejor que los demás, claramente.

Siendo seis, nos dividimos en dos grupos de tres, uno dirigido por Hyungmin y otro por Matty. Mejores amigos y enemigos de por vida.

—Yo voy a sacar y Hoon será el receptor —Matty definía el plan del juego—, tú Sungmin, ponte a rezar.

Sungmin empujó a Matty de manera graciosa y tras organizar nuestros puestos, estuvimos dispuestos a iniciar. Sin embargo, Hyungmin nos dijo que nos detuviéramos con un movimiento de mano, mientras se ponía reír con una chica.

—Chicos —finalmente Hyungmin se acercó a nosotros—, ¿qué les parece si jugamos con las chicas?

No lo había notado, pero había un grupo de chicas con diminutos bikinis al otro lado de la piscina, que se acercaban lentamente hacia nosotros.

—¿Qué pasa con nuestro juego y las apuestas? —preguntó Yon.

—Tenemos toda la noche para seguir jugando.

—Vale.

Ellas llegaron saludándonos de manera amable, tan amable que dos se tomaron la libertad de acariciar mis brazos. Por favor que Sunoo no haya visto nada, por favor que Sunoo no haya visto nada, por favor que Sunoo no haya visto nada.

—A posiciones.

Ellas tomaron su puesto del otro lado y nos dispusimos a improvisar los lugares, menos yo, ellos me pusieron de central, así que me mantuve ahí en medio de toda la acción. Entonces noté que el brasier de una de las chicas de adelante no llevaba tirantes, ¿si saltaba no se le iba a bajar?

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora