7.

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—Disculpa, ese es mi asiento.

Hoy no volví a llegar tarde pero encontré mi lugar ocupado por aquel chico rubio que también buscó problemas el primer día.

—Amh, puedes sentarte ahí. —Señaló el asiento del lado, en donde él había insistido en sentarse.

Heeseung se veía feliz conversando con aquel extraño y en cuanto le miré, él negó con un movimiento de manos.

—Le dije que era tu lugar.

—¿Y?

—Y a él le gusta tu lugar. —Susurró soltando una risita al final que fue compartida por aquel chico que no dejaba de sonreír.

Tuve que volver a usar la técnica infalible y extraje de mi mochila aquel marcador permanente, con el cual le amenacé. A diferencia de Heeseung, él no se asustó, solo se levantó con cuidado, dejándome apreciar la diferencia entre nuestras alturas, él era bajito y además tenía un aire infantil que no me permitía enfadarme.

—Es tuyo. —Susurró, sentándose en el lugar del lado y posicionó sus brazos sobre el respaldo de la silla para vernos directamente.— ¿Siempre se comportar así? —Le preguntó a Heeseung.

Yo tomé asiento, dejando mi mochila a un costado del asiento y me di la vuelta para verlos directamente mientras hablaban de mí.

—Sí, de hecho él me amenazó de la misma manera porque tomé su lugar.

—Él es muy divertido. —Agregó aquel chico, mirándome con atención. ¿Se refería a mí? Revisé alrededor para asegurarme de que no hubiera otra persona atrás y aquello le causó más risa.— ¿Cuál es tu nombre?

—Sunghoon. —Susurré sin mirarle directamente.

—Soy Yang Jungwon. —Agitó su mano frente a mi rostro y Heeseung se rió al ver la escena.

—Ah.

No era bueno para hacer amigos, no sabía exactamente cómo es que se hacían esas cosas y con Heeseung me bastaba. Jungwon arrastró ruidosamente su asiento hasta los nuestros y me miró detalladamente.

—¿Haces algo en tus tiempos libres?— Preguntó con curiosidad, Heeseung me miró atentamente esperando que respondiera a la pregunta.

—Yo... toco la guitarra y... cuido flores. —Durante la primaria, los niños se reían cuando les explicaba a los maestros que yo cuidaba las flores de mi madre, temí que ellos también pudieran reírse.

—A mí me gustan mucho las flores. —Dijo Jungwon con mucha seriedad y esbozó una sonrisa cuando me mostré feliz al saber que lo que hacía no era tan ridículo como los demás pensaban.

—A mí también, pero pican. —Heeseung estalló en risas tras confesar aquello, lo que nos llenó de risas segundos después.

Pasamos una mañana agradable entre los tres. Descubrí que no era tan terrible como pensé que sería, los niños suelen ser crueles y lastiman sin sentirlo, pero entendí que estaba en su inocencia y torpeza, todos aprendemos, cometemos errores y los enmendamos. Ahora que hemos crecido, hemos aprendido y cambiado, por lo tanto creo que puedo volver a confiar en la amistad, Jungwon y Heeseung son realmente divertidos.

Pero Jungwon me llama la atención, me recuerda a Sunoo en varios aspectos, Jungwon es bastante delicado y es bonito, además tiene una amabilidad única. Me es imposible tratarle de la manera misma manera con la que lo hago con Heeseung, no puedo saludarle o despedirme de él palmeando su hombro o pateando sus zapatos, siento como si estuviera tratando con Sunoo con menos confianza y pocos días de amistad, pero lo demás se siente igual.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora