19.

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¿Saben quién cumple años mañana? ¡Sunoo! ¿Saben quién ha cobrado su sueldo hoy? ¡Yo!

—Toma y vete.

El jefe se encontraba más molesto que nunca, debido a que hoy es día de paga. Los empleados estaban más felices que nunca, a excepción de mí, porque he trabajado el mismo horario que los demás, he recibido pésimo trato por parte de todos y me pagó mucho menos de lo acordado. Quise protestar, pero él dijo indirectamente que si querían otro tipo de sueldo, estaría feliz de recibir un proceso judicial.

Lo dejé pasar, si bien no era mucho, alcanzaba para el regalo de Sunoo, de igual manera era el último día de trabajo en ese horrendo lugar. Decidí no ponerme de mal humor y salir dignamente por esa puerta, para no volver a ingresar nunca más. Sin embargo, la idea de continuar trabajando llegó a mi mente más tarde, quería buscar otro empleo y quién sabe, empezar a mantenerme solo.

—¿Qué harás con tu sueldo, Hoon?

Era una noche fría. Jungwon llevaba una enorme bufanda que cubría gran parte de su rostro, y cargaba un gran suéter que desaparecía parte de sus piernitas.

—Compraré un regalo.

—¿Para quién? ¿Para tu madre?

—Quién sabe. —Susurré levantando los hombros, sosteniendo aquella sonrisa tonta que me era inevitable borrar.— ¿Tú?

—Quiero adoptar un gatito, gastaré mi dinero en él.

—¿Un gatito? ¿Cómo se llamará?

—Aun no lo sé, pero le pondré un nombre tan bonito que a él le dará vergüenza jaja.

—Supongo que hay que tener algo más de espacio para una mascota.

—Sí, lo sé.

—He estado pensando en un departamento, ya sabes, me gustaría empezar a ser independiente.

—¿En serio? ¿Tan pronto?

—Sí, en realidad, creo que ya tengo la edad.

—Un tío mío vende departamentos en lugares interesantes.

—¿Me pasas su tarjeta o su número?

—Vale, pero si te compras un departamento, yo seré el primero en ser invitado, ¿vale?

—¡Claro que sí!

Jungwon me envió el número de su tío en un mensaje de texto y yo no podía estar más feliz. Pensaba que mi madre podría ayudarme a comprar el departamento y una vez que consiga otro empleo, lograría pagar lo demás cada mes. Sería magnífico.

Todo marchaba bastante bien, es decir, nos libramos de algo que nos tenía estresados durante un mes y recibimos recompensa. Jungwon dejaría de dormirse en clases y yo ya no tendría más heridas por parte de clientes groseros, algún día las cosas malas tenían que terminarse, eso esperaba.

Nos apresuramos para llegar a la tienda de regalos, aquella que a Sunoo le gustó, para poder comprarle su obsequio. Jungwon me acompañó y quedó alucinado con la gran lista de cosas que vendían dentro, mientras él soltaba susurros de emoción al observar el lugar, yo pregunté por la esfera de vidrio que aún seguía en el mostrador. El precio seguía siendo el mismo, así de costoso, sin nada de descuento. Tuve que aumentar un poco del dinero que mi madre me dio esta mañana para poder pagarlo, sin embargo valió la pena. Claro que sí, más cuando lo guardaron con esa envoltura de regalo tan bonita y elegante.

No sentí pena al entregarle todo mi sueldo ese instante, sabía que Sunoo iba a amarlo con todo su corazón, vamos, recordé cómo sus ojos se iluminaron al verlo, solo podía imaginar su expresión cuando la esfera funcionara para él. Era una cosa alucinante, que guardé con mucha delicadeza dentro de mi mochila.

—¿Hoon?

—¿Nos vamos?

Jungwon asintió mostrándome una sonrisa y salimos del local bastante animados. Sí, hacía frío, pero nos sobraban fuerzas para hacer tontería en las calles.

Mamá envió un mensaje avisándome que Sunoo y la señora Kim vinieron de visita, por lo que tenía que apresurarme un poco si al menos quería saludarlos. Supe que ya se había hecho un poco tarde, jalé a Jungwon del final de su bufanda de manera infantil para apresurarnos en llegar a su casa. La señora Yang estaría preocupada al ver la hora.

—Quiero ir al parque.

—No, niño. Iremos a tu casa y se acabó.

Jungwon no dejaba de comportarse como un pequeño niño que quería descubrir cosas. Eso sin duda provocaba mucha ternura y él lo sabía perfectamente.

—Park Sunghoon es un tonto.

—Ajá, y Yang Jungwon es su amigo el más tonto.

—Pero Park Sunghoon es el más tonto de los dos.

—Yang Jungwon será siempre el más tonto de los dos.

Una conversación de nunca acabar, un actuar que es divertido y un recuerdo que jamás será olvidado, eso era lo que llevaba nuestra amistad.

Más tarde llegamos a su casa y como siempre, la señora Yang salió para agradecerme que haya acompañado a Jungwon y ordenó que me diera prisa en llegar a casa.

A diferencia de las demás noches, Jungwon tomó mi mano y me miró a los ojos, no salió una risita de su parte ni un atisbo de burla, solo era él, mostrándose sinceramente. Acaricié su cabecita y le empujé para que tocara el timbre de su casa. No entendí exactamente qué significado tenía aquello, supuse que su cariño se mostraba de esa manera.

Caminé con rumbo a casa, pateando algunas piedritas y esquivando a las personas torpes que pudieran golpear mi mochila. Cuando llegué, tomé tres rosas del jardín e ingresé por la puerta trasera, para dejar mi mochila, en caso de que Sunoo quisiera revisar lo que llevara dentro y arruinar mi sorpresa.

Dejé las rosas en el pasillo y me interné en la sala. Mamá se levantó para saludarme y la señora Kim me brindó un abrazo de alegría.

—Sunghoon, nos tenías esperándote. —Dijo la señora Kim y tomó lugar al lado de Sunoo, quien levantó su mano para saludarme. Él seguía con esa expresión desalentadora en la cara.

—Lo lamento, se me hizo tarde.

—¿No crees que Sunghoon está llegando demasiado tarde? Es peligroso. —Le comentó ella a mi madre.

—Lo sé, pero es que él se ha empeñado en el empleo.

—¿Eso es cierto? —Preguntó la señora Kim, yo solo asentí con la cabeza, sentándome al lado de mi madre.

—Sunghoon siempre ha sido un chico bastante productivo, algún día tendría que entrarle el bichito del empleo.

—Pensé lo mismo, querida. —Mi madre ofreció el platillo con las galletas.— Sin embargo, Sunghoon ha estado acompañando a su amigo a casa y se le hace tarde.

—¿A un amigo, Sunghoon? ¿Cuál amigo? —Me preguntó ella, atrayendo la atención de Sunoo.

—Emh... tengo un amigo de la universidad, estamos trabajando juntos. —Susurré. El silencio se formó en ese momento, lo comprendía, yo no era un chico que tuviera amigos, pero bueno, las cosas han cambiado un poquito y Jungwon junto a Heeseung han ingresado en mi vida.

Me levanté con cuidado cuando el tema de conversación cambió entre ellas, nadie protestó cuando abandoné la sala ni cuando le hice una señal con la cabeza a Sunoo, para que me siguiera. Él me siguió disimuladamente y nos detuvimos en el pasillo. Hoy no tuvimos gran conversación, a excepción de la mañana, en donde fuimos juntos a la universidad.

Él está algo triste, no entiendo la razón, quiero no entenderla, pero esbozó una ligera sonrisa cuando le ofrecí las rosas que había cortado para él. Sé que le gustan porque ese rosal no llevaba tantas espinas y era el favorito de mi madre.

—Gracias.

—Sunie...

—¿Jungwon no se ha estado pegando mucho a ti?

—¿Qué? —¿Por qué de pronto salió Jungwon en la conversación?

—Es que está muy pegado a ti, en las clases, en el trabajo, en todo...

—¿Acaso estás celoso Kim Sunoo?

Él mostró una expresión sorprendida y yo no pude aguantar la risa. Mi corazón saltaba de alegría al escuchar eso de su parte, él estaba celoso porque me quería o le gustaba al menos, vaya que sí.

—¡Claro que no!

—Ajá.

—¡Claro que no, Sunghoon!

Acaricié su mentón con delicadeza y él me empujó, con una expresión adorablemente molesta.

—Sunoo.

—¿Qué? —Aunque intentara parecer molesto, él luciría hermoso.

—Quiero ser tu novio. —Dije con valentía.— Te daría el mundo, mi mundo y todo lo que quisieras, porque te quiero en verdad. Tú sabes que mi amor es sincero y que por ti lo daría todo, por favor no lo olvides.

Sunoo se quedó en silencio, mirándome con esa expresión molesta y al parecer mis palabras solo lograron molestarle un tanto más.

—Nos vamos. —Gritó la señora Kim de pronto, para llamar a Sunoo.

Él dio media vuelta y se fue junto a su madre, sin despedirse de mí.

Aquello no me gustó del todo y me causó melancólica, sin embargo, mañana era otro día y no cualquiera, sino uno muy especial. Con suerte y tal vez mañana, Sunoo acepte ser mi novio.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora