23. SN

145 17 6
                                    

—Permíteme hacerlo.

—Está bien, no te preocupes.

—No es nada para mí, permíteme hacerlo por favor.

—Pero Hojin...

Hojin tomó mi maleta y cargó con la suya solo para tratar de ser amable. No tenía motivos para hacerlo, yo podía con mis cosas, pero él siempre es tan cortés...

—Ya la tengo, no pasa nada.

—Gracias...

Seguimos directo después de salir de la estación, yo planeaba tomar un taxi e irme a casa. Sin embargo ahora que Hojin está aquí, los planes han cambiado. Él me dijo que quiere visitar algunos lugares y que por supuesto quiere conocer a mi familia, ¿cómo le contaría a mi madre lo sucedido con Sunghoon, trayendo a alguien a la casa? ¿Cómo decirle amablemente a Hojin que se fuera a un hotel sin sonar de mala manera?

—Sunoo, ¿has estado bien? —Es una pregunta difícil de responder.

Le es difícil jalar mi maleta, aunque muestre esa expresión relajada tan fingida, ¡yo puedo ayudarle!

—Bueno, tú sabes que...

—¿Aún tienes problemas con "ese"?

—En realidad no. —No puedo mentirle, le conté cómo me sentía desde hace un tiempo. Él simplemente no aceptaría una mentira como respuesta.— Nosotros terminamos.

Hojin paró en seco y me miró con esa expresión de "no me lo creo" que empezó a ponerme tenso. No quiero hablar sobre el tema, vine a Busan para tratar de no pensar en Sunghoon.

—No lo sabía. ¿Estás bien?

—Doy lo mejor de mí para estarlo.

—No olvides que yo estaré aquí apoyándote, Sunoo.

—Gracias Jin, eres un gran amigo —y una gran persona.

Esbozó una sonrisa antes de continuar jalando mi enorme maleta calle abajo. Entonces cuando sus brazos comenzaron a temblar cinco minutos después, le sugerí tomar un taxi, aceptando la invitación invisible de permitirle quedarse en casa, más amabilidad y porque la noche se hacía más ella mientras avanzaban los minutos.

Él era una buena persona y yo estaba tan destruido que quería olvidar los modales con todo el mundo y quedarme encerrado.

Cuando llegamos a casa, él insistió en seguir cargando con mi maleta lo cual agradecí con una sonrisa. Hojin se veía emocionado y los ánimos se le notan en el tono de su voz, sé que él quiere que yo me contagie de sus buenas vibras, yo solo estoy dando lo mejor de mí, en serio.

—¿Sunie? —Mamá abrió la puerta y me abrazó tan pronto como nuestros ojos se encontraron.

—Mamá.

No voy a llorar, no voy a llorar. Hojin está aquí, no puedo.

—Cariño, estaba preocupada, yo-

—Oh. —Me separé de sus brazos para posicionarme al lado de Hojin.— Él es Hojin, mamá.

—Señora, es un grato placer conocerla —dijo extendiéndole la mano que mi madre tomó con algo de incomodidad.

Ella nos dejó pasar, mientras disimuladamente me miraba con una expresión interrogante.

—Y bueno...

—Permítame decirle que en mucho tiempo no visito una casa tan hermosa como la suya, señora Kim. El color de las paredes combina perfectamente con su sala, sin duda, usted sabe bastante de esto.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora