27.

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Sunghoon y yo no hemos podido ni mirarnos en la empresa. Hay una fuerte tensión entre nosotros que no nos permite hablar o tan solo mirarnos. Sinceramente no sé de dónde saqué toda esa valentía para confesarle todo lo que sentía, peor de esa manera, ahora estoy arrepentido... y totalmente avergonzado.

No sé lo que piensa de mí, pero por supuesto no es nada bueno. Todo lo que intenté construir entre nosotros se ha desplomado y yo soy el culpable. Me sentí como la persona más tonta del universo por ese momento. Desvié la mirada hacia la izquierda y hallé a Hojin mirándome, él no se movió ni un centímetro, solo me regaló una sonrisa, yo también le regalé una sonrisa y me concentré en terminar los objetivos de mi proyecto.

No pasó mucho hasta que el instructor se levantó indicando que ya era hora de finalizar la agotadora jornada del día de hoy. Se despidió de nosotros y salió con calma, todos tomaron su tiempo en guardar su trabajo y recoger sus cosas en silencio. Mark se levantó con entusiasmo, comenzó a correr por el espacio lineal de los escritorios para molestar a sus amigos, entre ellos a Sunghoon quien no se hallaba de humor.

Mark saltó sobre su silla para atravesar al siguiente espacio lineal de los demás escritorios. Lo único que escuchamos en ese momento fue el crepitante sonido de tela siendo rota despiadadamente. Mark perdió el equilibrio y cayó boca abajo sobre el piso protegiéndose con las manos, sus amigos se amontonaron para ayudarle, pero solo surgieron las risas histéricas. ¿No pensaban ayudarle? Me levanté de mi sitio para ver qué sucedía y me di cuenta de que la parte trasera de su pantalón estaba rota.

—¡Mark se echó un pedo aniquilador y quemó su pantalón! —Gritó Kevin con fuerza.

Todos rieron con él y se amontonaron a presenciar la escena. Suzy cubrió a Mark con su chaqueta y él pudo levantarse, rió junto a los demás pero vi sus mejillas ruborizadas.

—¡Mark no usa bóxer se le vio el culo! —Gritó otro de sus amigos para molestarle. Todos reían con la situación, yo tomé aire y me acerqué a él, sabía que era vergonzoso y aunque esté riendo junto a los demás, era demasiado.

—¿Estás bien? —le pregunté, él asintió de inmediato. Los demás fueron saliendo del aula afortunadamente, pero les oímos reír estrepitosamente desde el pasillo.— No te lastimaste, ¿cierto?

—No, jeje.

Tomé las mangas de la chaqueta y las amarré en su cintura. Sunghoon se reía sin parar y golpeaba la mesa con un puño. Suzy no se quedó atrás, pateaba el piso y reía como una loca.

—¿Trajiste un pantalón adicional o un abrigo?

—No...

Mark se sentó con cuidado sobre la mesa y quedó ahí, esbozando una sonrisa, pero mirando a la nada. Sus mejillas seguían ardiendo y tenía una ligera capa de sudor cubriendo su frente. Sentí empatía por él, eso era lo más vergonzoso que podría pasarle a alguien. A la vez sentí ternura, Mark lo tomaba tan bien y todavía se reía junto a los demás. Yo me acerqué a él y abracé su cabeza con cuidado.

—Te prestaré mi abrigo, ¿de acuerdo?

—¿En serio? ¡Gracias!

—No es nada, pero me preocupa que la tela pueda romperse más.

Suzy tomó aire y con los ojos llorosos intervino.— Cierto, puede romperse más.

Sunghoon se atoró y comenzó a toser, Suzy golpeó su espalda para que se calmara.

—¿Me piensan grapar el pantalón? —Dijo Mark estallando en risas. Esta vez Suzy y yo nos mantuvimos serios.— Esperen...

—Tal vez deberías tomar un taxi para llegar seguro a casa, si caminas mucho puede romperse.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora