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Nuestras tres primeras semanas de relación no estuvieron tan mal, de hecho no estuvieron nada mal. No hay discusiones, tampoco peleas absurdas, todo es pacífico y tranquilo, cómo desearía que fuera así siempre, sí. Seguimos una especie de rutina que comienza de dos maneras:

La primera manera comienza con Sunoo despertándome por las mañanas con esa tonta manía de enredar sus piernas en mi cintura para que no pueda levantarme, al menos no sin él. Usualmente terminamos cogiendo y pedimos el desayuno del restaurante del frente, sin embargo la mayor parte del tiempo es él quien lo prepara, que prácticamente es lo mismo.

La segunda manera comienza conmigo haciéndoselo a Sunoo con mucha energía, por supuesto es mi manera favorita y la que se ha estado repitiendo toda la tercera semana. No alcanzamos al desayuno después de dos rondas y pedimos algo de comer del restaurante del frente.

Está muy interesante para ser el inicio de nuestra relación. Tenemos más tiempo libre luego de que las pasantías dieran por finalizadas hace días, aunque ya lucieran como tal desde la exposición de las calificaciones del proyecto. Me gusta pasar el tiempo con él, tampoco ha venido nadie de visita y Sunoo me ha estado sobornando con comida cuando deseo salir de fiesta. Nada de qué lamentar.

—¡Ah, sí! Despacio...

—Mh, estás tan estrecho, bebé.

Las últimas estocadas fueron certeras, hicieron que Sunoo gritara sin poder contenerse incluso si mi mano cubría su boca para que ningún ruido saliera de ella. Dejé que mi cabeza reposara sobre su nuca, aspiré el dulce aroma de su cabello poco antes de venirme en su interior.

Por momento fuimos solo respiraciones pesadas recorriendo cada espacio del reducido espacio del baño del tren. Fui yo quien estiró su mano para tomar las toallas desechables del lugar para limpiarnos, porque Sunoo luchaba por no resbalar del lavamanos y manchar su pantalón con residuos de su semen sobre sus manos.

Una bonita manera de romper la rutina y viajar a Busan.

—Pueden atraparnos, ¿te imaginas ser arrestados por esto, amor?

—Bueno, no me molestaría del todo.

—Tonto.

Cuando Sunoo terminó de lavar y secar sus manos, mirándome con unos fingidos ojos molestos, me dejó abrazar su cintura.

—Me vas a decir que no te excitó más hacerlo aquí.

—Cállate, mh. Debemos salir de inmediato, todos van a pensar que sucedió algo aquí.

—Está bien, paranoico. Ve tú primero, yo saldré en un minuto.

Sunoo terminó por esbozar una sonrisa después de empujarme débilmente para que le diera espacio hacia la puerta. Fue él quien salió primero, dejándome solo en aquel pequeño baño, por supuesto que me reí. Aquello había hecho mi día y tenerme a mí de buen humor, significaba todo un día lleno de diversión.

Salí con calma después de un minuto, incluso si algunas chicas me miraban descaradamente tratando de llamar mi atención. Hallé mi asiento junto a Sunoo y tomé mi lugar al lado de la ventana, porque nunca había venido a Busan, así que quería saber cómo era la ciudad en donde Sunoo creció. Estaba muy seguro de que toda la gente sería bastante amable, tal y como lo es él.

—Amor.

—¿Sí?

Giré la cabeza cuando él me llamó. Me llamó la atención ver aquel montón de notas y folletos bajo su poder. Soy consciente de que estos días ha estado muy ocupado con la preparación del viaje, realmente no entiendo qué tanto hay que preparar, va a visitar a su madre y el recorrido lo conoce de memoria, no hay nada más qué hacer. Sin embargo él no ha parado, sus llamadas secretas tampoco. Podría decir que me está engañando con alguien más si no fuera porque le llama "mamá" a la otra persona.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora