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Es mi último día libre antes de realizar las sesiones para la edición oficial de verano y no he podido dormir en lo absoluto, aunque Sunoo y yo hubiéramos arreglado las diferencias de ayer. Los pensamientos continúan abarrotándose en mi cabeza sin dejar espacio a la tranquilidad.

Sin embargo logré descansar un par de horas cuando el sol empezó a brillar desde lo alto, debido al cansancio inclinándome al sueño. Lastimosamente no duró mucho, terminé despertándome con el pensamiento de que debería estar ensayando las poses que usaría el día de la sesión y la preocupación me otorgó una punzada en la nuca. Entonces me incorporé sobre la orilla de la cama con algo de confusión y pereza, Sunoo no se encontraba a mi lado y pude oír desde lo lejos esa canción pegadiza que él no ha dejado de escuchar toda la semana. Wiggle, wiggle, wiggle, wiggle, wiggle, wiggle, wiggle, wiggle, wiggle, wiggle, golpeando mi cabeza brutalmente.

Me levanté sin ganas para abandonar la habitación y encontrar a mi novio en algún lugar de la habitación. Imaginé hallarlo en la sala o en la cocina, y acerté, porque divisé su espalda en medio de la sala. Lo que no imaginé fue encontrarlo sentado en el suelo, bastante concentrado junto a dos perros, ¡dos perros!

—¿Sunoo?

—Oh amor, despertaste.

—¿Ajá? —Joder, trajo a otro perro más y comienzo a creer que ya no habrá espacio para mí, muy pronto va a echarme del departamento, lo presiento—. ¿Y bien?

—Emh. —Él se levantó del suelo y se posicionó a mi costado—. Jake vino esta mañana y me dejó a Layla, su perrita, solo será por un día, es que decidieron salir a un recorrido donde no se permiten mascotas por su seguridad.

—¿Por qué no me lo consultaste?

—Te lo pregunté, pero por más que intentaba despertarte no lo hiciste...

No recordaba absolutamente nada de eso, podría tratarse de una mentira pero yo confiaba en su palabra así que...

—Qué se le puede hacer —susurré, aceptando todo lo que estuviera pasando, porque me encontraba agotado, así que solo me desplomé sobre el sofá—. Al menos el perro ha dejado de ladrar.

—Es cierto, se puso algo tímida con la llegada de Layla.

Desvié la mirada hacia los perros y noté cuán tranquilos se hallaban ambos, aunque se mantuvieran a la defensiva protegiendo su plato de comida. Vaya zoológico que nos hemos armado en casa.

—Cosas de perros.

—Amorcito —Sunoo tomó asiento a mi lado y abrazó mi brazo izquierdo—, decidí llamarla Gaeul.

—¿A quién?

—A la perrita, ¿qué dices? ¿Te gusta?

 —Ajá.

Sunoo me mostró una expresión disconforme tras oír mi voz.

—¿Estás molesto?

—No...

—¿Enton-

—No dormí bien, es todo, bebé.

—¿Estás preocupado por lo de mañana?

—Sí, quizás —un poco, bueno sí.

—Sé que lo harás muy bien, tienes el don.

—Bueno... —mis ojos se quedaron concentrados en la televisión, donde se repetía la presentación del grupo Hello Venus, esa que no paraba de decir "wiggle, wiggle, wiggle, wiggle", con la cual Sunoo me ha estado traumando esta semana y vaya que tiene una interesante presentación.— Oh mamitas...

—¡Park Sunghoon!

Él empujó mi brazo con brusquedad y yo solté algunas risas, porque creí que no era necesario el empujón.

—¿Qué?

—Umh. —Sunoo intentó tomar el control remoto pero yo lo tomé primero para molestarlo un poco, y es que él es realmente bonito cuando se pone celoso.

—Déjame ver.

—Deja de comportante de esa manera, tonto.

Intentó arrebatarme el control mientras yo sostenía su hombro para impedir cualquier acercamiento. Entonces me concentré en el video, realmente tenía unos pasos bastante, bastante calientes y eso me hizo pensar que podría tener más razones para molestarle.

—Así que ves estas cosas, eh.

—¿Qué dices?

—Te digo que ves estas cosas, ¿te gusta, pervertido?

—¡Claro que no! —Finalmente logró arrebatarme el control remoto y apagó la televisión, dejándonos sumidos en el ruido de las patitas de Gaeul y Layla, las cuales ya se habían puesto a jugar juntas.

—¿Entonces por qué lo ves?

—S-solo me gustan los pasos y ellas me agradan.

—Así que te gustan los pasos, me lo imagino.

—¡No! Me refiero a que... ash, solo es una linda coreografía.

—Seguro y tú quieres aprenderla, claro.

—¡Ya la sé! —De inmediato cubrió su boca, mostrándose sorprendido por haber dicho aquello.

—¿Te la sabes?

Uf y si se la sabe, qué mejor que mostrármela, ¿no?

—Yo... no, en realidad no.

—Es una lástima, me hubiera gustado ver la coreografía completa, pero bueno, puedo ver la de las chicas, ¿cierto?

Estiré mi brazo con la intención de arrebatarle el control remoto y él no me lo permitió, incluso tuvo que ocultarlo detrás de su espalda para que saliera de mi visión. Ah, estando celoso es tan... joder, qué bonito es.

—Yo... yo puedo mostrártela.

—Genial, hazlo.

Este día comenzaba a marchar muy bien a diferencia del anterior. Excelente.

—¿Ahora?

—Por supuesto.

—¿Y qué me darás a cambio?

Sexo, eso ni se pregunta.

—No lo sé, bebé, ¿qué te gustaría?

—Umh... —él se tomó varios segundos para pensar sobre eso, vamos, no es tan difícil, solo tiene que decir "cógeme a cambio" y punto final—. Quiero que prepares la cena de celebración de nuestro tercer mes.

—¿Qué?

—Síp, es más, quiero que ese sea tu regalo y el mío será la corografía, ¿no es genial?

—Sunoo, voy a quemar el departamento.

—No seas exagerado, no será tan difícil, ¿o es que no quieres que baile eso para ti?

—No, claro que quiero.

—¿Entonces en un trato?

—Vale. —Lo que uno hace por verle el culito a su novio.

Bueno, al menos si muero, moriré feliz después de haber visto la coreografía, así que valdría la pena.

—Que sea una sorpresa, no me digas lo que prepararás.

Será carbón con banana, mi especialidad.

—Como tú prefieras, bebé.

Me levanté del sofá y lo cargué en brazos con una energía que solo la excitación podía darme. Él abrazó mi cuello procurando no resbalar, en tanto yo me dirigía hacia la habitación para ocupar de nuevo la cama. Vale, ayer no pudimos hacerlo, pero hoy era un nuevo día.

—Amor, ni siquiera has comido nada y el almuerzo ya está casi listo y...

—Pienso comerte a ti.

—Uh... suena bien.

—Suena exageradamente bien, bebé.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora