27.

165 16 4
                                    

Se siente como un día soleado después de la tormenta y creo que sobreviví, no sé exactamente a qué, pero me siento vivo, tal vez porque la tormenta se agitaba en mi pecho y no pude escapar de mí mismo, así que cuando Sunoo regresó a mí trajo la calma a mi vida.

Me removí un poco sobre la cama, tratando de levantarme, mas el peso adicional sobre mi cuerpo me lo impidió. Reconocí el cabello castaño y desordenado de Sunoo cuando desvié la vista, entonces sentí sus brazos y piernas aferrados a mí con una gran fuerza que me negaba hasta el mínimo movimiento que pudiera alejarme de él.

Esbocé una sonrisa al recordar todo lo que había pasado ayer. Dejé que mis dedos trazaran un camino invisible de caricias sobre su espalda hasta que me detuve en su cintura desnuda, admirando cuán bonito se veía dormido sobre mi brazo. Ah, después de tantas noches durmiendo solo y sin poder encontrar calidez, por fin logré descansar bien y sin despertarme de madrugada para fumarme algo.

Mi mano libre acarició sus mejillas y él abrió los ojos lentamente, acostumbrándose a duras penas a la luz de la habitación. Nuestros ojos se encontraron y esbozó una sonrisita que me llenó de ternura, tuvo intención de hablar pero yo le callé con un beso que nos anunció que un nuevo día había llegado, en serio, nuevo día.

—Buenos días... —Sueno muy estúpido, lo sé.

—Buenos días.

Sunoo soltó una risita y ocultó su rostro en mi pecho para no verme a los ojos. Yo reí junto a él porque esto realmente estaba siendo tonto; nos conocemos desde hace tiempo, hemos tenido una relación antes, hemos follado muy delicioso ayer y hoy nos ponemos nerviosos con un simple saludo. ¿Qué está mal con nosotros?

—¿Descansaste bien?

—Síp. ¿Tú?

—Así es.

No dijimos mucho, nos quedamos idos por un par de minutos manteniendo el calorcito entre nuestros cuerpos y respirando la paz que reinaba por todos lados. Me sentí bien, es decir, cómo no estarlo.

—¿Quieres que prepare el desayuno, Hoon?

—No creo que puedas. —Hay algo podrido en el refrigerador que me impide abrirlo, así que no pensaba arriesgar a Sunoo a hacerlo por mí.— No hay nada comestible ahí...

—¿Qué? —Él levantó su cabeza para mirarme directamente con esos ojos redondos y brillantes que me gustan.— Dime que te has estado alimentando bien por favor.

¿Cómo decirle que "me convierto en un desastre y parezco vagabundo cuando se va de mi vida" sin sonar tan deplorable y causar pena?

—Hice lo que pude.

—Hoon... —Su sonrisa se esfumó y esa expresión preocupada apareció de nuevo.

—Oh no, estuve alimentándome —con comida rápida que me hizo daño—, no te preocupes por eso —aunque me provocaba dolor estomacal—, ¿está bien?

Sunoo me abrazó con más fuerza y apoyó su cabeza en mi hombro antes de soltar un suspiro.

—Es mi culpa, yo tenía q-

—No, no es tu culpa, es mi culpa por haber sido tan idiota.

Él negó con un movimiento de cabeza y dejó un pequeño beso sobre mi cuello. Aquello me impulsó a girar de golpe para posicionarme sobre él en un intento de hacerle reír, aunque eso solo provocó una expresión sorprendida.

—Hoon...

—Desayunemos fuera

—¡Sí!

—¿Vamos a bañarnos juntos entonces?

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora