32.

105 13 10
                                    

—No lo sé...

—Te prometo que si pongo una banana a tu batido será dulce sin necesidad de usar azúcar.

—Estamos hablando de mi batido, bebé.

—Sí y yo soy quien lo prepara, así que tienes que confiar en mí.

—Confío en ti, no en la banana.

Sunoo no quiso escuchar y puso una banana en mi batido antes de presionar el botón de la licuadora. Todo esto comenzó con un pequeño comentario acerca de mi alimentación, él es bastante rígido con eso porque quiere cuidar de mi salud y bla, bla, bla, yo solo le comenté que en su ausencia me enfermé del estómago por comer comida rápida en un lugar no certificado y empezó con el drama de la comida sana. ¡Sustituir el azúcar con una banana, por favor!

—Confía en ambos, amor.

—Entonces para el almuerzo prepararás pasta de banana con salsa de banana bañada en banana con un toque especial de banana al vapor.

—Si quieres.

Bueno, ya que piensa sustituir todo por una banana que también sustituya mi pene, espero que le guste, eh.

—¡Bah!

—Amor, no te enfades, sabes que hago esto porque te amo y quiero cuidarte.

—Lo sé...

Abracé su cintura cuando él apagó la máquina esa, entonces se estiró un poco para tomar un vaso, aunque mis brazos se lo impidieran y se tomó su tiempo en verter el contenido, mientras yo disfrutaba de su calorcito en una mañana fría como esta.

—Pruébalo, sé que te va a gustar.

Cuando el vaso se llenó me lo ofreció con una expresión emocionada, yo no pude negarme porque después de todo lo preparó él. Así que tomé distancia de su cuerpo y me concentré en el batido, probé un poquito antes de tomarlo seriamente y estaba asqueroso, en serio, totalmente asqueroso con un dulzor horrible, pero me armé de un valor que surgió desde mis huevos y me tomé todo el batido de golpe, estuve a nada de escupirlo o dejarlo salir por mi nariz, sin embargo lo tragué todo y me contuve con una sonrisa incómoda.

—...

—Lo terminaste todo, amor.

Él me abrazó y yo reí para no llorar porque ese sabor horrible continuaba vigente en mis papilas, quién diría que una inocente banana provocaría tal asquerosidad. Bueno, tan mal no estaba, pero me tomó sorpresa... vale, dejaré de mentirme, estaba terrible, pero Sunoo se veía muy bonito esta mañana y todo quedaba perdonado.

—Claro, no soy un niño.

El mundo no es un lugar fácil.

—Uh, ya es hora.

—¿En serio? ¿Tan pronto? —Revisé mi reloj cofcofcarísimoporciertocofcof ese que mi novio me regaló y me percaté de que ya era hora de partir si es que quería llegar puntual a la empresa.

—Cuídate mucho y trata de ser educado con todos.

—Soy educado con todos, de qué hablas.

—Está bien señor educado.

Caminamos juntos hacia la puerta. Sunoo me regaló sonrisa y besó mis labios antes de susurrarme un "que te vaya bien" con una voz dulce.

Salí de inmediato después de cerrar la puerta, dejándole solito. Ciertamente no se sentía bien alejarme del departamento y ser consciente de que tardaría muchas horas antes de regresar, supongo que esto de haberme enamorado de él me pegó tan fuerte que estas sensaciones están tomando el control de mi estado de ánimo.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora