10.

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—Ayer lo encontré por "casualidad".

—Mh...

—Cuando el omega está celo y siente la presencia de su alfa cerca, comienza a excitarse y lubricarse.

—¿Te quedaste hasta tarde solo para leer eso?

—Es que era interesante, juro que no había visto nada igual en un comic.

Además, algunos omegas tienen características tuyas.

—Park Sung-

—Por ejemplo, huelen muy bien y de esa manera atraen a su alfa.

—De casualidad... ¿el alfa solo quiere coger sin importarle las circunstancias?

—¿Sí?

—Entonces los alfas tienen características tuyas.

—Espera, espera, espera. Yo solo dije que hueles delicioso y tú estás tratando de decirme que soy un tipo que se la vive cogiendo con su omega, quiero decir su novio. —Pues es la verdad, para qué vamos a decirnos mentiras.

—Uh amor, no quise ofenderte.

—Es muy tarde ya, Kim Sunoo.

—¿Amor? —Sunoo tomó mi rostro entre sus manos—. No te enfades conmigo, por favor.

—Solo si...

—¿Si...?

—Si cogemos en una caverna.

—Basta, creí que realmente estabas ofendido.

—Ya chiquito, ya.

Abracé su cintura cuando él intentó golpear mi hombro, entonces las risas surgieron instantáneamente y forcejeamos un poco sobre la cama mientras mis labios rozaban besos inconclusos sobre sus mejillas.

—Hoon. —Sunoo se quedó inmóvil y luego me miró a los ojos—. ¿Dijiste comic? ¿Con escenas gráficas?

—Escenas bastante gráficas. Vi unos culitos y unas piernitas, uf.

—Ush, ya no me dirijas la palabra.

—No es para tanto...

—Oh, por esa razón te pusiste muy cariñoso por la noche.

—No parecía molestarte en lo absoluto.

—Sí, porque pensé que estabas pensando en mí, ¡no en un comic para adultos!

—Es que yo sí estaba pensando en ti, bebé. Anda, no te enfades, solo es un pedazo de papel.

—Umh.

—¿En serio vas a ponerte celoso de un trozo de papel?

Me lancé sobre él en un ataque inesperado de piquetes veloces que no pudo combatir y a los que tuvo que rendirse con risitas tontas. Decidí dar el segundo paso atrapando sus manos entre las mías por sobre su cabeza y entonces el timbre sonó interrumpiéndonos abruptamente.

Abandoné la cama y me dispuse a recorrer el pasillo colindante con la puerta principal. Más tarde abrí y reconocí a uno de los jóvenes distribuidores de la empresa, mi emoción fue evidente al recordar que hoy se realizaba la publicación de la revista y que pedí el envío de alguna de las copias al departamento.

—Buenos días.

—Buenos días, ¿dónde firmo?

Él me entregó una planilla sobre la cual firmé, después me extendió una las revistas que llevaba en una enorme caja de cartón. Quise preguntarle si podía comprar toda la caja, pero no dejé que mi emoción me dominara.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora