37.

139 21 6
                                    

Lo que más adoro de dormir junto a Sunghoon, es esa sensación de seguridad que me brinda su compañía, es sumamente extraño y razonable a la vez. Hemos crecido juntos y hemos pasado gran parte de nuestra vida juntos, él era el más valiente entre los dos y yo confiaba en él sin dudarlo.

Sus brazos sostenían mi cintura con fuerza, haciendo imposible mi huida. Tomamos una posición cómoda sobre la cama, con mi espalda pegada a su pecho y nuestras piernas enredadas una con la otra. Se puede decir que dormimos como si fuéramos un par de novios enamorados y no así un par de tontos que luchan por ser amigos y se besan antes de dormir.

Me removí con cuidado, quitando esos pensamientos de mi cabeza. Él soltó un suspiro de cansancio pero aún así me dio espacio para que yo pudiera moverme, era muy tarde y todavía no había preparado el desayuno, además tenía un proyecto que comenzar si es que quería tener una buena calificación.

—Buenos días. —Sunghoon se cubrió los ojos cuando la luz golpeó su frente.

—Buenos...

—Iré a preparar el desayuno.

—Vale.

Mis mejillas se sonrojaron intensamente al notar la mínima cantidad de ropa que llevábamos. Tuve que apresurar mis pasos hasta llegar al baño, jalando la base de mi camiseta para que nada más arriba de mis muslos fuera visible. Después tomé un baño corto y me vestí aprovechando que Sunghoon se dejó vencer por el sueño una vez más.

Preparé un desayuno sencillo consistente en una ensalada de frutas y tostadas, porque preparar otro platillo me tomaría más tiempo del debido y yo quería iniciar con mi proyecto cuanto antes. Afortunadamente Sunghoon apareció en la cocina media hora después, llamado por el hambre pues devoró su plato como si no hubiera comido en un millón de años. Complacido al saber que le gustaba todo lo que yo preparé, me senté a desayunar junto a él. No me aguanté las ganas de admirarle, seguía preguntándome cómo incluso sin estar peinado y con el cabello goteante de agua, él seguía viéndose guapo. Tiene unos ojos preciosos, una piel pura y brillante, esa voz grave que altera mis nervios, un porte juvenil, elegante y masculino.

Y una hermosa sonrisa, una sonrisa enloquecedora, justo la que tiene ahora en los labios al descubrir mi inspección poco disimulada.

—¿Qué?

—Nada...

Sunghoon se levantó de su sitio luego de dejar el plato y su vaso completamente relucientes, para acercarse a mí, no tuve miedo y no me avergoncé. Disfruté del contacto de sus labios como si sintiera que nunca más iba a tener otra oportunidad igual.

Estoy tan confundido que siento que ya tengo todo claro, es tonto, lo sé.

—Voy a salir, ¿vale?

—¿A dónde?

—Tengo un compromiso con algunos amigos, regresaré antes del almuerzo.

¿Qué podía decirle? Él dijo que es un compromiso de amigos, yo no pude hacer medio drama y preguntarle si iba a acostarse con alguien. Por un momento sentí la inestabilidad emocional que me estaba acabando poco a poco.

—Está bien.

Despeinó mis cabellos poco antes de abandonar la cocina y dirigirse hacia la habitación, solo para elegir un nuevo vestuario. No pude pensar en nada, incluso me quedé en blanco cuando quise continuar mi proyecto, las ideas no venían, solo era Sunghoon y el miedo de perder algo que no teníamos. Es el miedo de la incertidumbre que llegó a mi vida para matarme.

—Adiós, bonito. —Dijo él de pronto, cargando las llaves de su motocicleta y abriendo la puerta. Yo no me di la vuelta para mirarle.

—Adiós.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora