16. SN

314 40 16
                                    

—¿Crees que es divertido, umh?

—Jongseong...

—Los demás no saben que somos novios, ¿sabes por qué? ¡Porque no parece!

—Lo lamento, pero es qu-

—Nuestra relación no irá a ningún lado de esta manera.

Mi novio me invitó a su departamento, yo tuve que decirle a mamá que iría a la casa de Sunghoon esta noche para que me permitiera salir y lo único que hemos hecho desde que llegué es discutir. La razón es la misma, él quiere acostarse conmigo y yo necesito un poco de tiempo.

—¿No es suficiente con mi amor por ti?

—Nunca me has demostrado que me amas, Sunoo y cuando quiero que lo hagas, te niegas.

—Yo solo necesito un poco de tiempo...

—Vale, pero consíguelo en otro sitio. Terminamos.

Jongseong se levantó de golpe y se dirigió hacia la puerta para abrirla. Yo continuaba procesando todas sus palabras. ¿Qué dijo?

—¿Qué?

—Que terminamos, vete.

—Jongseong por favor escúchame, lo siento, no lo haré de nuevo pe-

—¡Terminamos, fuera!

—Por favor, por favor no... —Las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas y el dolor en mi pecho surgió en ese instante. ¿Por qué estaba terminando conmigo? Tuvimos una pelea que tiene solución, no quiero terminar esto, no.

—Sunoo, sal ahora por favor.

Él caminó hacia mi sitio y me tomó de la mano, para empezar a sacarme de su departamento. Luché para que no lo hiciera y se compadeciera de mí al verme en ese estado, pero a él parecía no importarle, mucho menos cuando me estaba lastimando. Me arrastró hacia la puerta, ignorando mis suplicas.

—H-hablemos por favor, Jongseong...

—Te di mucho tiempo. Vete y no vuelvas.

Me empujó hacia el pasillo una vez crucé la puerta y la cerró detrás de mí. Volví a tocar el timbre y a gritar su nombre, pero él no abrió ni cuando empecé a golpear la puerta, incluso cuando sus vecinos me miraban con curiosidad, él no se atrevió a recibirme de nuevo. Mis manos dolían al igual que mi corazón, perdí las fuerza, mi voz, caminé derrotado de vuelta hacia la calle.

Era mi culpa, era mi culpa, si tan solo le hubiera dado lo que pedía, era mi novio y las relaciones son así, me sentí como un idiota tratando de cambiar las cosas, pero es que era tan inexperto en esto, nunca tuve una relación antes y jamás la tendré de nuevo, porque Jongseong era mi primer y sería el último, no quería a nadie que no fuera Jongseong. Moriría solo, quería morirme, en ese momento no me interesó nada y me odié.

Recorrí aquel camino que ya me sabía de memoria, sin dejar de llorar. Era una noche fría y la gente se volteaba a mirarme como un bicho raro, como si a ellos nunca les hubieran roto el corazón. Hace poco llamé a mamá diciéndole que me quedaría a dormir con Sunghoon, pensando que me quedaría con Jongseong toda la noche, las cosas resultaron ser diferentes y no puedo regresar a casa. Las cosas entre Sunghoon y yo no están bien y mis lágrimas incrementaron al recordarlo, había perdido todo...

Sin embargo, con vergüenza de mí mismo llegué a la casa de Sunghoon, lancé una pequeña piedra a su ventana y él abrió minutos después. Su sorpresa fue genuina y sin preguntar nada, despareció de la ventana y apareció en su puerta. Sequé mis lágrimas, pero mi rostro delataba mi tristeza, sé que él ya se dio cuenta de todo, por esa razón no está enfadado ni con ganas de regañarme, solo se ve triste y preocupado.

Abrió la cerca y me dejó pasar, nuestras miradas se cruzaron después de muchos días y tuve ganas de abrazarle, ganas de pedirle perdón, solo quería decirle que me había hecho falta como nadie en este mundo.

—Tu mamá llamó preguntando por ti. —Susurró sin mirarme, mientras avanzábamos hacia su casa. Me sentí alarmado, ¿mamá llamó?— Le dije que te habías quedado dormido y que no podías atender.

—Gracias... —Era lo único que podía decir. A pesar de todo, él sigue siendo él mismo, sin rencores, sin rabietas contra mí, es el mismo Sunghoon de siempre.— ¿Puedo quedarme esta noche?

Sunghoon asintió, cerrando la puerta con cuidado. Ambos subimos las escaleras con rumbo a su habitación y sin decir mucho, tomé mi pijama de emergencias y me lo puse. Las luces fueron apagadas cuando yo ya estuve debajo de las sábanas y el silencio reinó después de que él tomara su lugar a mi lado.

El silencio era tan tenso que yo no pude soportarlo y exploté en llanto. Sunghoon se removió y de inmediato me abrazó contra su pecho, tratando de consolarme.

—¿Qué sucede, Sunoo? ¿Por qué lloras?

—Lo lamento Sunghoon, perdóname.

—¿Qué dices? No llores, bebé, ¿sí?

Negué con la cabeza, seguí ahogándome en llanto, sacando mi dolor a flote. Sunghoon tenía algo, algo que siempre lograba consolarme al final del día.

—Jongseong te lastimó y yo también... perdóname, p-perdómame.

—Sabes que eso no me importa... ya pasó, no llores por favor. — Sunghoon me abrazó con fuerza en contra de su pecho, me brindó su calidez así como lo hacía siempre. Su voz no sonaba enojada ni molesta, tal vez melancólica pero era sincera, agradecí no haber perdido a Sunghoon, aquello me hubiera dolido más que a nada.

—¿Me perdonas?

—No hay nada qué perdonar, nada fue tu culpa, entiéndelo.

—Te extrañé muchísimo, ya no quiero estar así contigo. —Confesé, cerrando mis ojos, despidiéndome del llanto, siendo más sincero que nunca con él.

Jamás habría admitido algo así con él, sé que él tampoco lo hubiera admitido, pero últimamente nos hemos vuelto más íntimos, quizás hayamos crecido y la vergüenza de ese tipo de 'cursilerías' como él las llamaba, se han vuelto parte de nuestras conversaciones. Desde que
Sunghoon me dijo que le gustaba, sentí la necesidad de decirle que yo lo necesitaba en mi vida, aunque él no me gustara de esa manera, yo solo quería tenerlo en mi vida.

—Actué como un niño, tampoco quiero estar así contigo.

Que él lo diga me da la confianza de que todo volverá a la normalidad muy pronto.

—Dejemos de actuar como niños...

—Sunoo, yo quería...

—Terminé con Jongseong hoy. —Susurré en su pecho, reviviendo el dolor de esa despedida, librándome de aquella presión en el pecho al decírselo. Su silencio me llenó de incertidumbre, pero sus caricias sobre mi cabello aumentaron mi confianza para aferrarme a su torso.

—¿Pelearon?

—Sí, pero es definitivo. Ya... no estaremos juntos de nuevo. —O creía eso. La manera tan dura con la que me habló, me dejó una gran herida en el pecho. Supe que esa pelea había sido la más contundente y terminó con todo lo que teníamos.

—¿Estás bien?

—Duele mucho, pero estar aquí contigo me hace bien, Hoon.

Sus caricias no se detuvieron y él soltó un ligero suspiro.

—Te protegeré, no dejaré que otro idiota vuelva a lastimarte, ¿bien?

—Gracias...

—Ahora duerme, porque mañana tenemos muchas cosas qué hacer.

—¿Qué cosas?

Él y yo no habíamos planeado nada desde hace varios días, ¿a qué se refería?

—¿Lo has olvidado? Mañana es sábado de juegos y repostería con mamá.

—¡Es cierto! A dormir.

Había olvidado aquello y cuánta falta me había hecho. No es divertido hacerlo con mamá, la señora Park y Sunghoon siempre han sido mejores los sábados, así que pensaba disfrutar mi fin de semana, olvidándome un poco de quien rompió mi corazón. Esperando ser fuerte y no romper a llorar a cada momento.

—A dormir, bebé.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora