15.

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Sunghoon se fue temprano y sin desayunar porque no tuve más tiempo mientras alistaba al bebé. Jake llegó muy temprano, bastante temprano, con una expresión asustada en el rostro, yo también tuve la misma expresión cuando vi a Heeseung detrás.

—Sunie, ¿te llegó el mensaje que te envié? —Me preguntó Jake, mirando cada rincón del lugar. Sunghoon se fue temprano, así que aunque no pude leerlo, Heeseung no pudo encontrarse con él.

—No pude, estaba cambiando al bebé.

—Ya veo. —Jake cambió su expresión preocupada y esbozó una sonrisa al ver a su hijo, extendió sus brazos y yo con calma le entregué al bebé, quien chilló y rió de felicidad al reconocer a sus padres.

—Se portó muy bien —susurré.

—Gracias por cuidarlo, Sunie. —Dijo Heeseung, tomando la manito de su bebé. Yo asentí, esbozando una sonrisa.

—¿Vieron el atardecer de Seúl? Se ve increíble.

—Amh... sí.

—Tenemos que irnos, pero me gustaría mucho volver a verte, Sunoo. —Heeseung cargó la pesada mochila y Jake recostó la cabecita del bebé sobre su pecho.

—Claro, a mí también hyung.

—Te enviaré la dirección del lugar en donde nos estamos quedando por estos días, me gustaría que vinieras a visitarnos.

—¡Claro!

—Vale, cuídate cariño. —Jake se despidió muy sonriente al igual que Heeseung.

—¡Cuídense!

Miré a Seokjoon por algunos segundos hasta que desapareció junto a sus padres, cerré la puerta y solté un suspiro. No quería entregarles a su bebé, yo quería a ese bebé... negué con la cabeza, ¿qué estaba sucediendo conmigo?

Decidí ya no pensar en ese asunto, corrí hacia la habitación para tomar un baño, tenía menos de veinte minutos para llegar, así que corrí sin parar por la casa para estar listo en tiempo récord. También llevé varias galletas porque sabía que Sunghoon estaría hambriento y salí corriendo con rumbo a la empresa.

Cuando subía las gradas del ingreso, divisé a Sunghoon saliendo por la puerta, muy abrazado a otra chica. Me quedé quieto, casi sin respirar, no podía creer lo que mis ojos veían. Él no volteó a verme, aunque pasaron muy cerca de mi lado, él ni siquiera se tomó la molestia de mirar alrededor, solo se fue, con ella.

No hubo conexión entre mis pies y mi cabeza, volví a caminar pero lo sentía muy irreal, solo Sunghoon estaba en mis pensamientos, solo él yéndose con otra chica, ¿acaso no le importaban las clases?

Ingresé al salón a par del instructor y comenzó con la explicación de un nuevo proyecto, intenté concentrarme pero no pude, la nostalgia me invadió. Ayer nos habíamos besado de esa manera, ayer dormimos tan abrazados... ¿no significa nada para él? Yo comenzaba a creer que decía que no le gustaba solo por molestar y en realidad sí lo hacía, pero todo se ha vuelto gris y yo me ilusiono con cada simple gesto y él... solo sigue actuando así.

La puerta se abrió lentamente y logré divisar a los amigos de Sunghoon quienes ingresaron al salón con cautela, con media hora de retraso. Todo hubiera salido bien, si no hubiera sido porque cerraron la puerta con fuerza y todos se voltearon a verlos. Incluyendo el instructor.

—No, ya es tarde, regresen mañana con una justificación de su universidad. —Sentenció. Yo tuve que justificar la falta de Sunghoon y mía, según sé, sus amigos tienen más faltas de las permitidas.

—Nosotros llegamos antes instructor, lo que pasa es que salimos por una emergencia. —Respondió la chica. El instructor dudó y luego se volteó a mirarme.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora