31. JW

228 27 18
                                    

Sunghoon rompió mi corazón con la noticia de su relación con Sunoo. No pude creerlo hasta que él dejó de acompañarme a casa por esperar a su nuevo novio.

Tomó mi corazón y lo tiró muy lejos, hasta que cayó en un precipicio sin fondo. Una sonrisa apareció en su rostro y yo no soy el causante, un buen ánimo surgió en él y sé que yo jamás seré el causante. Esas miradas enamoradas, esos suspiros sueltos, esas dulces palabras, esa complicidad; jamás me pertenecerían. Él sigue hablándome con esa actitud tranquila, sin saber que detrás de mi sonrisa fingida, está un corazón roto esperando ser curado alguna vez.

Supe sobre su mudanza, pero él jamás me lo dijo directamente, dejando de lado la promesa de ser yo quien le visitara primero. No sé si lo olvidó o quizás no quiere invitarme. Desde que él ha iniciado su relación, me ha dejado a un lado, no quise contarle a mi madre lo sucedido, porque sabía que también le rompería el corazón saberlo. ¿Ni siquiera pude llamarle la atención? Sé que Sunoo es un chico atractivo, sé que es popular y que muchos hacen fila para hablar con él, sin embargo, no tiene mucho de especial más allá de eso. Sunghoon no es superficial en lo absoluto, ¿entonces por qué se fijó en él?

Yo le hubiera dado mi todo, yo hubiera sido su todo si tan solo él hubiera querido.

El cielo estaba tan gris como mi corazón, hoy Sunghoon no esperó por mí para irnos juntos, entendí que él esperaría a Sunoo desde ahora y que le dedicaría todo su tiempo a él. Su ausencia se ha notado, porque todas las calles han perdido su gracia y el camino cada vez se hace más largo y tedioso.

Un nudo se formó en mi garganta y no pude evitarlo, algunas lágrimas comenzaron a escaparse de mis ojos, me sentí tonto e inútil, estaba devastado emocionalmente, porque más que ser duro con él, fui duro conmigo mismo por no ser lo suficientemente bueno como para gustarle. Esto siempre ha sido así, las personas que amo no pueden amarme de la misma manera en la que yo lo hago.

—Hey, bonito.

Me detuve en seco al oír esa voz. No pude avanzar más, él me rodeo y se posó frente a mí, solo tuve que levantar la mirada hasta su mentón para reconocerlo. Era Jongseong con esa sonrisa burlona, la de siempre. Este no es su camino, pero estaba ahí, frente a mí.

Tomé aire, esquivé su cuerpo y continué su camino, pero él tomó mi brazo y me detuvo, no me sentía con ánimos como para retarle, no tenía fuerzas para enfadarme, solo quería llegar a casa y dormir para olvidar todos esos pensamientos que invadían mi cabeza.

—Déjame.

—¿Cómo quieres que lo haga si estás con esa carita?

Solté un suspiro, supuse que no estaba muy presentable. ¿Por qué estarlo? Si la persona por la que me arreglo jamás lo notará.

—Jongseong...

—¿A qué se debe tu tristeza?

—No te interesa.

—Me interesa más de lo que te imaginas. —Levanté la mirada, sus ojos se encontraron con los míos.

Esa sonrisa burlona desapareció de sus labios y por primera vez vi en él una expresión sincera, o quizás muy bien actuada. No tenía a nadie en ese momento, nadie para contarle todo lo que me sucedía, no existía nadie quien pudiera consolarme con tan solo un abrazo, pero ahí estaba él, preguntando por la razón de mi tristeza.

—Me rompieron el corazón. —Dije con sinceridad. Sus cejas se arquearon con interrogación.—¿Quién?

—No te lo diré.

—¿Fue alguien a quien conozco?

—Sí.

Nos quedamos en silencio, bajé la cabeza y él jaló de mi brazo, encaminándome al rumbo contrario. Debí impedirlo, pero su mano se deslizó por mi brazo y tomó la mía, algo comenzó a desvanecerse dentro de mí y yo le seguí, no sabía bien a dónde, pero lo hice, esperando poder escuchar su voz al menos por algunos segundos más.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora