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Faltan 20 minutos para las siete de la noche, las calles siguen tan repletas de personas y autos como cada día. Sunoo y yo regresamos del trabajo con una enorme tensión, similar a la de todas las mañanas.

—Por favor...

—Solo quiero pensar, ¿bien?

Wonyoung dio a conocer la propuesta ganadora para la publicidad del nuevo producto. Ganó Cho, el de la idea del chico con chaqueta de cuero y una motocicleta, idea que me pareció bastante buena en comparación a las demás. Sunoo se puso de mal humor desde entonces, ¿y con quién descarga su molestia? Pues con quién más, obvio, conmigo.

—Te juro que yo no revisé tu propuesta, hice lo que me pediste.

—Solo déjame pensar.

—¿Pensar en qué? Has estado molesto conmigo todo el día.

—Sunghoon por favor.

—Vaya.

Joder, la situación está rebasando conmigo. Solo quiero por una vez, solo por una vez, llegar al departamento sin haber peleado. Quiero subir mis pies sobre la mesa de la sala y ver la televisión sin esa sensación horrible en el pecho que surge después de una discusión. Solamente... quiero estar tranquilo, ¿eso es demasiado?

Nos detuvimos en un rojo, yo intenté distraerme viendo a las personas en el paso peatonal, prefería estar ahí afuera caminando con los demás que estar en ese auto, luchando con esa tensión que solo generaba el silencio tortuoso. ¿Por qué no puede quitar esa cara? ¡Es solo una propuesta!

—¿Qué estaba mal con mi propuesta? —Soltó de pronto, yo aceleré cuando el semáforo cambió.

—¿Qué?

—¿Qué no les gustó de mi propuesta, Sunghoon?

—No lo sé, no leí tu propuesta, ¿no lo entiendes? —Clavé mis uñas en el volante, tenía mucha paciencia pero Sunoo se está pasando.

—Está claro que la leíste, ¿rechazaste la propuesta porque estabas molesto conmigo?

Cuenta hasta 10, cuenta hasta 10. Uno, dos, tres...

—No la leí.

Giré cuando llegamos al departamento, intenté concentrarme en no chocar con el auto del vecino al estacionarme, mientras calmaba mi respiración porque estaba a nada de estallar.

—Me esforcé mucho en eso, ¿sí? Di lo mejor de mí, noche y día, ¿entiendes?

Frené en seco cuando estuve a punto se subir a la acera.

Afortunadamente no había golpeado otro auto, eso habría destrozado más mis nervios.

—¡No leí nada de tu maldito proyecto! ¡¿Quieres callarte?! —Grité golpeando el volante con los puños.

Sunoo me miró con molestia, sabía que estaba a punto de llorar cuando vi el brillo en sus ojos. Él salió del auto e ingresó corriendo al edificio, yo aproveché el silencio para poder relajarme. No quería gritarle, yo no soy este tipo de persona... pero él, joder, él me está sacando de quicio. Él me dijo que no leyera su proyecto y así lo hice. ¿Entonces por qué está actuando así?

Sin encontrar respuestas a mis preguntas, caminé rumbo hacia el edificio. No quería que estuviéramos mal esta noche, vale, iba a disculparme, admitir toda la culpa aunque fuese mentira e intentar dormir tranquilo. Está bien, ya no importa.

Subí las escaleras con una pereza increíble, ¿cómo es que de un día para el otro mi vida perfecta se sumió en esta tensión agotadora? Me quiero de vuelta, quiero toda mi vida de vuelta, me extraño como nunca, no sé por qué me veo tan inalcanzable desde ese departamento que una vez fue solo mío. Soy alguien libre y la persona con la que creí emprender vuelo, me está cortando las alas.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora