12.

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Cuando Sunoo se obsesiona con algo ya no puede parar. Ahora el trabajo se ha vuelto en su adicción y solo llevamos una semana en la empresa, realmente espero que eso se acabe pronto, porque usar los fines de semana para reemplazar nuestras salidas no me parece justo.

—Soy el jefe, cualquier cosa que presentes lo aprobaré.

—Sí, claro. —Ha estado delante de ese computador por muchas horas, escribiendo y borrando todas sus ideas para la venta de la siguiente semana y hemos follado poco, solo cuatro veces.

—Bebé, ¿no quieres salir?

Tengo una carrera interesante en dos horas, está claro que él tiene que ser mi copiloto. No es regla, pero usualmente ponen a una cara bonita que pueda sostenerse bien del conductor y Sunoo ya tiene experiencia en eso.

—Oh, aún me falta mucho, no podré hoy.

—Pero es domingo...

—Tener un fin de semana en casa no está tan mal, amor.

Me dejé caer sobre el sofá. Tiene la misma respuesta para todo, quedarme encerrado me frustra, poco a poco me siento asfixiado y él no puede entenderlo. Necesito salir, caminar o conocer, Sunoo sabe perfectamente que tengo una vida algo activa y aún así cancela todos planes sin preguntármelo. Sé que quiere comprarle algo bonito a su madre... pero si él quiere las bonificaciones yo se las daré, no es tan complicado.

—Anda, salimos y lueg-

—Amor, por favor, acabo de equivocarme.

Suspiré pesadamente. ¿En esto se ha convertido aquel chico que me volvía loco para cogerlo? ¿En esto se ha convertido aquel chico que salía conmigo a todas partes? Ese es el problema de los compromisos, mata la magia y el deseo.

Cerré los ojos para quedarme dormido, cosa que vi difícil. Mi móvil vibró y empecé a revisar el buzón para distraerme. Era un mensaje de aquel número que creí jamás volver a ver en mi buzón.

Nena:

¿Y si vamos al parque de diversiones y cumples tu promesa de regalarme el oso más grande?

Estaba a nada de olvidar aquella tonta promesa que le hice a Wonyoung, cuando llegamos tarde al parque de diversiones hace años, como por nuestra tercera cita. Recuerdo haber practicado más de cien veces para alcanzar la puntería perfecta para ella. Aquel día nunca llegó y esto puede ser una oportunidad para mostrarle cuán talentoso me he vuelto.

Hoonnnie:

Dalo por hecho. A las 16:30.

Levanté la cabeza para observar a Sunoo, por un momento se me cruzó la idea de llevarle al parque junto a Wonyoung, pero no quería que se molestara más de lo que ya estaba por el asunto de sus celos sin razón y porque le he estado insistiendo demasiado en salir. Sé la respuesta y sé cuán importante soy en su vida en comparación al estúpido trabajo. Si él quiere poner orden de prioridades, también lo haré yo.

—Sunoo...

—¿Qué? —¿Tiene que usar ese tono frustrado?

—Saldré con Mark, regresaré tarde.

—Está bien... —Está borrando la última línea que escribió.— Abrígate bien.

No me abrigué bien, afuera el sol relucía y él seguía pensando en el frío que hizo ayer por la noche, quizás tampoco lo notó, bueno yo sí, porque seguía trabajando en sus estúpidas ideas mientras yo me congelaba en la cama. Sí, es genial tener novio, qué felicidad, qué bendición.

Salí sin despedirme de él, porque estaba seguro de que no notaría mi ausencia. Si un computador puede follar mejor que yo, pues les declaro marido y máquina, ¡puedes meterle tu puerto usb en la boca!

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora