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Dejé a Sunoo sobre la cama y tomé una pequeña toalla para empezar a secar su húmedo cabello, con suaves y cuidadosos movimientos, los suficientes para eliminar las pequeñas gotitas que luchaban por resbalar hasta su cuello.

—Déjalo así, amor.

—No, no puedo dejarlo así.

El timbre sonó tres veces y con mucha velocidad. Ambos nos quedamos paralizados ante la visita, pues no esperábamos la llegada de nadie en ese momento.

—Cierra la puerta de la habitación al salir —susurró.

—Vale.

Cerré la puerta con cuidado, tal como él me lo pidió y recorrí el pasillo hasta la estancia, donde podía oír de manera más clara el retumbante sonido del timbre. Abrí la puerta a lo largo de quince centímetros, solo para observar de quién se trataba. Fue Wonyoung quien apareció sorpresivamente y esbozó una sonrisa al verme.

—¡Hoon!

—Oh, Wonyoung...

Ella empujó la puerta lentamente, yo tuve que apartarme para que ella pudiera ingresar al departamento sin pensar que estaba siendo grosero. Su sonrisa era evidente cuando jaló de mi camiseta, aguantando una emoción bañada en sus ojos.

—Tengo tres noticias que darte, primero que ya nos asignaron una fecha para la visita, segundo que pude conocer al bebito, porque es un bebito y... y además él n-

—Wonyoung, espera...

—¿Qué pasa?

—Sunoo y yo decidimos... decidimos abandonar la adopción.

—¡¿Qué?!

—Agradecemos todo tu apoyo en esto, te pedimos disculpas po-

—Debes estar bromeando, Park Sunghoon.

—No.

—¿Dónde está Sunoo? ¡Quiero hablar con él!

Sujeté su mano para detenerla cuando ella intentó avanzar hacia la habitación.

—En este momento nos encontramos atravesando una mala situación y no podemos cuidar a un bebé.

—Pero... ¿qué se encuentran atravesando?

—Ya sabes, problemas de pareja. —Su sonrisa desapareció y se mostró decepcionada—. Espero que lo entiendes y que por favor perdones que todo tu esfuerzo no tuvo razón de ser.

—Entiendo, pero... estaban tan emocionados...

—Lo sé. Quizás más adelante.

—¿En serio decidieron eso? ¿En serio?

—Sí...

—Mh.

No pude mirarla a los ojos tras oír su melancólica y decepcionada voz. Mi corazón se oprimió dolorosamente por mentir de esa manera. Sunoo y yo deseábamos con todas las fuerzas del mundo adoptar a un bebé y formar una familia, pero de pronto todos nuestros planes se vieron reducidos a ilusiones rotas.

—¿Se debe pagar algo para anular el procedimiento?

—Probablemente no.

—¿Crees que podrías hacernos el favor de...

—Sí, no te preocupes, lo haré.

—Gracias...

Ella asintió lentamente y caminó hacia la puerta principal para abrirla. Sabía que se encontraba molesta, conocía bastante bien su forma de actuar en este tipo de situaciones. Así que ella simplemente se marchó sin despedirse y yo cerré la puerta para poder recargarme en un punto firme sin caer, al saber que nuestros hermosos planes... se despedían de nosotros.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora