6. SN

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—Sunghoon, mueve tu brazo.

Eran alrededor de las diez de la mañana, se me hacía tarde para regresar a casa a cambiarme y Sunghoon se negaba a liberarme de su abrazo. Piqué su estómago con hábiles técnicas, él soltaba varias risas pero en ningún momento mostró debilidad y siguió atrapándome.

—Duerme.

—No, ya es demasiado tarde, déjame.

—Umh. —Dejé mi técnica efectiva para el final y comencé a hacerle cosquillas en los costados, su lugar más débil. Él me liberó en cuestión de segundos y corrí triunfante lejos de la cama.

Agradecí tener varias cosas en la casa de Sunghoon y elegí el mejor conjunto para verme estupendo esta tarde.

Después de media hora ya estaba lo suficiente producido como para llamar la atención de todos los presentes y la señora Park me preparó un desayuno delicioso que me animó bastante. No alcancé a despedirme de Sunghoon cuando salí corriendo de su casa, porque él seguía totalmente dormido, así como cada fin de semana.

Tomé un taxi para llegar a la dirección que los chicos me habían indicado que se realizaría la fiesta. Jake me explicó que más que una fiesta, es una 'reunión' mensual que organizaba el equipo de baloncesto, porque siempre gana los encuentros, Jongseong me invitó después de que Jake me pusiera al día.

Las cosas entre Jongseong y yo han mejorado muchísimo, creí que ya no tendría oportunidad con él después de lo sucedido ese día, pero todo resultó diferente, él me buscó al día siguiente en la universidad y me besó en los vestidores con toda esa sensación extraña que me hacía jadear. Me dijo que solo había podido pensar en mí toda la noche y que me extrañó mucho.

Con toda la emoción contenida en mi pecho a causa de nuestros recuerdos, como aquellas escapadas de clases solo para vernos, esos toques vibrantes, esos besos, todo, absolutamente todo de él, me apresuré en llegar al lugar acordado.

Jake dijo que era una reunión, pero en realidad era una fiesta, varios jóvenes bailaban sobre la pista, otros estaban rendidos sobre los sofás y los demás bebían sin parar. El olor a cerveza y sudor llegó a mis sentidos, lo que me provocó nauseas. Sí, desde siempre he sido un chico enfermizo y a la menor provocación me sentía mal, pero me puse firme, ya había dejado de ser aquel niño indefenso que tenía que cuidar sus alergias, ya había crecido.

Así que avancé con valentía y me interné hasta el fondo del local clandestino, hallé a la mitad de mis amigos riendo sin una razón aparente, tambaleándose al moverse tan solo un centímetro. Jake me abrazó al verme y me ofreció una limonada, él sabía muy bien que yo no bebía.

Quise darle un sorbo al vaso, pero él me dio codazo algo doloroso.

—Jongseong llegó. —Me dijo en el oído, y mi corazón empezó a agitarse de una manera angustiante. Desvié la vista hacia donde lo había señalado y me percaté de su presencia. Nuestras miradas se cruzaron y él sin dudarlo caminó en mi dirección, dejé el vaso de lado, sentí cómo las piernas me temblaban al igual que a Niki, que estaba tan borracho que no podía mantenerse en pie.

Él se veía demasiado guapo, demasiado atractivo, más de lo que ya es, su rostro estaba adornado con una sonrisa, de esa que parece desinteresada y que forma parte de su estilo candente. Jongseong es un sueño de chico.

—Viniste, bonito. —Dijo levantando la voz para que lograra oírlo, sus manos tomaron mis brazos y sin dirigirle el saludo a mis amigos, me alejó de ellos.

—Jongseong...

Yo en ningún momento me negué ni cuando abandonamos la fiesta para internarnos en un pasillo que parecía dirigirse a la puerta trasera. Él se detuvo cerca de unas escaleras improvisadas y tomó asiento ahí, antes de que yo hiciera lo mismo. El lugar era demasiado estrecho y tuvimos que apegarnos más de lo usual, si no hubiera sido por la poca iluminación del lugar, él habría notado cuán rojas se hallaban mis mejillas.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora