17.

128 17 39
                                    

No he podido dormir en lo absoluto. Es complicado afrontar estas cosas, por eso detestaba el compromiso más que cualquier cosa. No soy cobarde, en realidad tomé la decisión de afrontarlo y eventualmente terminar con todo, pero es difícil.

Sunoo no es cualquiera, él tiene una parte mía que creí haber perdido y sacó lo mejor de mí desde su llegada. Pensar en él como un mejor amigo me alivia y reconforta para seguir adelante con esto. No quiero usar el típico "no eres tú, soy yo" que por supuesto se trata de un "no soy yo, eres tú" y que no quiero que malinterprete. Prefiero usar el "es mejor para ti y para mí" que no está lejos de la verdad.

—Podemos hacer un pequeño viaje para alejarnos de todo esto aunque sea por algunas horas, ¿qué te parece?

Sunoo se encontraba lavando los platillos de la cena con un entusiasmo que no cuadraba.

—No lo sé...

—Tenemos el fin se semana para olvidarnos de todo.

No entiendo la razón de su optimismo, creí que estaría muy deprimido por lo sucedido ayer en la cena de la empresa, vamos, él ama ese trabajo como a nada, pero hoy parece no importarle en lo más mínimo.

—Quiero quedarme aquí, Sunoo.

Él no insistió, dejó que el silencio fuera intermediario en nuestra conversación, hasta que alguien llamó a la puerta sacándome de mis pensamientos. De inmediato fui a abrirla, sabiendo de quién se trataba.

—Joven. —Era el portero.

—Buenos noches.

—Vine por el encargo de ayer. —Él sacó las llaves de su bolsillo y me las entregó.— Todo se encuentra listo, tal y como lo pidió.

—El departamento de arriba, con los arreglos pertinentes, amueblado, el primer pago al día y listo para estrenar.

—Muchas gracias, tenga una buena noche.

—Igualmente, hasta luego.

Cerré la puerta y tomé un poco a iré antes de tomar la decisión de llamar a Sunoo para conversar sobre aquello que no me da dejado dormir estos días. Sin embargo cuando me giré él ya se encontraba junto al marco de la puerta de la cocina, mirándome con mucha atención, la misma que se dispersó hacia mis manos.

—¿Quién era?

—El portero...

—Oh, ¿qué quería?

—Sobre eso... ¿podemos conversar?

—Claro. —Sunoo brincó jovialmente sobre el sillón y me regaló una sonrisa cuando yo tomé lugar a su lado.— ¿Por qué está tan serio el señor seriedad?

—¿Me veo tan serio? —No puedo mentir.

—Sí, justo como ayer cuando usabas ese traje formal... —estiró sus piernas y las dejó sobre mis rodillas, luego movió coquetamente sus hombros con un balanceo sugerente— te veías inalcanzable.

Ah joder, ¿está haciendo esto en este momento? Podría usar eso de excusa para posponer esta conversación, pero he estado poniendo muchas excusas desde que tuve el plan de iniciarla. No ahora, Sunoo está cansado. No ahora, se hace tarde para el trabajo. No ahora, tengo que recibir a los socios en el aeropuerto. No ahora, Sunoo no se siente bien. No ahora, se siente bien hacerlo en el auto. No ahora, Sunoo está preparando el almuerzo. No ahora, Sunoo está limpiando la sala. No ahora...

El portero ha traído las llaves, es ahora. Busqué concentración, aclaré mi garganta poco antes de mover gentilmente sus piernas para que pudiera sentarse correctamente. No tuve que mirar su expresión para saber que una sonrisa ya no se encontraba ahí.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora