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El fin de semana se mantuvo tranquilo, tuvimos muchas horas de descanso durante el día y nos desvelamos jugando en línea, sinceramente no pude imaginar otro fin de semana mejor que ese.

—Me dijo que sostuviera las pelotas y yo me quedé quieto, totalmente en shock.

—Hoon no...

—Sí... él me gritó que las sostuviera de inmediato y yo le grité que cuáles pelotas, las mías o las suyas.

Sunoo estalló en risas y se cubrió la boca con ambas manos. Le estaba contando a mi novio las estupideces que pasé en el estudio junto al fotógrafo gruñón que siempre nos hacía reír, en serio, aunque él no ría y sea jodidamente serio, es el que más nos hace reír.

—Basta, basta. —Aproveché su distracción para robarle un par de papitas mientras soltaba algunas risitas

—Obviamente se refería a las de playa, pero yo estaba tan perdido que no entendía nada.

Él tomó un poco de aire para controlar sus risas y me regaló un besito, antes de continuar probando su hamburguesa. Finalmente había ganado, él se negó a comer cosas grasosas y aquí estábamos, tragando porquería.

—Seguramente estuvo molesto.

—Sí, muy molesto, de hecho toda la sesión me dijo cosas como: "Mira a la cámara y no a tus pelotas, "mira hacia abajo, pero no a mis pelotas", "las pelotas de playa, Sunghoon".

Me pegué un poco más a su costado y abracé sus hombros para conservar el calorcito entre nosotros. Sunoo levantó su hamburguesa y me ofreció un mordisco de ella, obviamente no rechacé la oferta y comí una gran parte.

—No tienes que ser grosero, amor.

—No lo soy, bebé. Soy la persona más amable ahí dentro.

—¿Entonces por qué te burlaste con lo de la "cenita"?

—Yo estaba siendo muy amable.

Sunoo cubrió su boca de nuevo para contener la risa, yo estallé en risas aunque las persona se voltearan a vernos con curiosidad. Ese asunto era otra cosa, yo me sentía feliz porque había dejado de ser el "nuevo", pero quería que el fotógrafo me tratara bien, así de bien como trataba a las chicas y a Hyungmin, claro está.

Por esa razón me acerqué a él, estiré el brazo para que quedara apoyado en la pared y levanté mis cejas sugestivamente cuando tuve su atención. Entonces le dije: "Oye nene, ¿tienes tiempo libre esta noche?". Él me miró mal y me empujó del hombro para que me fuera a formar, yo solté algunas risas y retomé mi lugar y continué: "Quiero invitarte a una cenita, ya sabes, solos tú y yo, yo y tú". Él me dio una ligera patada para mandarme a la fila y todos los chicos se carcajearon por el asunto. Escena inolvidable.

—Ulalá.

—Oye nene...

—¡No, cállate!

—¿Tienes tiempo l-

Sunoo cubrió mis labios con sus manitos y yo levanté mi brazo de sus hombros para quitarlas de ahí. Aprisioné sus manos entre las mías con el objetivo de dejar un beso sobre su cuello sin ningún impedimento suyo.

—Amorcito.

—¿Qué?

—Está empezando a llover.

Admiré el ventanal del costado ya bastante humedecido por gotas diminutas de lluvia. Sabía que iba a llover porque el cielo lucía gris por la tarde, pero él insistió en ir caminando a cenar y no llevar el auto. ¿Por qué siempre tengo razón?

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora