9.

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Ayer tampoco pude dormir, luego de todo ese angustiante día. Todas las palabras de Sunghoon se repetían en mi cabeza, una y otra vez. Todas las risas y escenas deplorables me atormentaban, solo podía cerrar los ojos con fuerza tratando de pensar en otra cosa, pero me había lastimado que... solo podía girar en torno a ello.

Esta mañana Sunghoon me dijo que tenía un fuerte dolor de cabeza antes de irse a la empresa. Le dije que podía darle algunas toallas frías, pero me dijo que estaba bien un cigarrillo. Luego de todo un silencioso e incómodo —de mi parte— silencio, fue lo único que hablamos.

En serio pensé muy bien sobre la decisión que pensaba tomar, si bien ayer estaba seguro de irme, hoy dudé muchísimo, en serio dudé. Pero al final tomé una decisión gracias a Jungwon. No me iría, no hasta que él volviera a quererme como lo hacía antes. Lucharía contra todos. Conquistaría su corazón y sanaría nuestra heridas.

Esa mañana llegué con entusiasmo y confianza a la empresa, con un pequeño plan en la cabeza. Admiré a Sunghoon en su escritorio, tenía los ojos cerrados y las piernas cruzadas sobre su asiento. El instructor no paraba de hablar y él parecía no querer escuchar. Sé que el dolor de cabeza le pone de mal humor.

Solté un suspiro, recordé de nuevo sus palabras. Dijo que no le gustaba en lo absoluto... por eso me miré al espejo durante más minutos de los usuales, sentí desconfianza de mí mismo, ¿yo no era atractivo? ¿No era bonito? ¿Por qué él me dijo que tenía una carita bonita? ¿Cree que tengo un cuerpo horrible? También admiré mi cuerpo, cada rincón, cada centímetro, por un segundo me sentí gordo y enfermo. Negué con la cabeza, los números y las recetas decían lo contrario. ¿Entonces qué es lo que no le gustaba de mí? ¿Soy tan desagradable? ¿Odia mi voz? ¿Mi personalidad? ¿No le gusta absolutamente nada de mí? También me sentí amorfo mientras veía el espejo, estiré mis muñecas, lucían delgadas, acaricié mis clavículas resaltantes, mis codos sobresalían; admiré mi cuerpo delgado y sin forma, sentí que no tenía nada que a él pudiera gustarle. Me sentí tan disconforme conmigo mismo, quise cubrirme, pero no sabía con qué, quería ocultar los huesos que sobresalían de mi cuerpo y dejar de sentirme tan horrendo.

¿Qué podía tener Jungwon que yo no tuviera para gustarle? Sentí una punzada en el pecho. ¿Qué tenía él de especial?

—Tomen un receso. —Dijo el instructor de pronto y salió por la puerta. Todos empezaron a moverse, incluyendo Sunghoon, quien había salido, seguramente para fumar un cigarrillo.

Yo me levanté con calma y piqué el hombro de Mark para obtener su atención, él se volteó.

—¿Qué? —Se encontraba sonriente.

—¿Puedo hablar contigo un momento, por favor?

—Umh, vale.

Regresé de vuelta a mi escritorio, con él siguiéndome. Me senté con calma, mirando alrededor para asegurarme de que nadie se encontrara cerca.

—Q-quería pedirte un favor...

—Habla.

—Ya que tú eres un gran amigo de Sunghoon y creo que le conoces muy bien... quería saber si tú... —mis mejillas comenzaron a sonrojarse— podrías decirme qué tipo de personas le gustan.

Mark soltó una risa poco ruidosa y jaló una silla de otro escritorio para sentarse a mi lado.

—Así que aún no has tenido una jugada con él.

—¿Jugada?

—Claro. Es obvio que te gusta, todos lo saben, también es obvio que medio salón también ha intentado algo con él.

¿Cómo sabía eso? ¿Cómo que medio salón ha intentado algo con él?

—Yo... solo quiero que me digas qué tipo de personas le gustan. —Me sentí avergonzado.

Sunoo, el chico flor ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora