Tras dejar la oficina de Tsunade, T/N se encaminó hacia su casa con determinación. Al llegar, notó que Kenta no estaba allí, probablemente había salido con Emi. T/N suspiró y comenzó a recoger sus pertenencias, meticulosamente organizando su ropa y armas. Dejó una nota breve para Kenta, explicándole su decisión de partir por un tiempo y asegurándole que volvería cuando estuviera lista.
Luego, T/N se dirigió hacia la casa de Kurenai. Al llegar, fue recibida con sorpresa y afecto por parte de su amiga, quien notó la expresión decidida en el rostro de T/N.
—Kurenai-chan, me voy por un tiempo —dijo T/N con voz serena pero cargada de emociones—. Cuídate mucho y cuida de ese bebé que llevas contigo. Es una bendición.
T/N colocó suavemente una mano sobre el vientre apenas visible de Kurenai. De repente, una suave luz blanca comenzó a emanar de su palma, envolviendo a Kurenai y al bebé por nacer.
—Esto es para protegerlos a ambos —añadió T/N con sinceridad, mirando a Kurenai a los ojos con cariño y preocupación.
Kurenai asintió conmovida, sintiendo la cálida energía que T/N le transmitía. Un abrazo fuerte selló sus palabras y sentimientos compartidos.
—Gracias, T/N-chan. Cuídate mucho también. Estaremos esperándote aquí cuando decidas regresar —respondió Kurenai con gratitud y una leve sonrisa entre lágrimas.
Con un gesto de despedida, T/N se alejó de la casa de Kurenai y se dirigió hacia las puertas de la aldea. Con cada paso, sentía una mezcla de emociones, pero estaba decidida a seguir adelante. Cruzó las puertas de Konoha con determinación, lista para enfrentar lo que el futuro le deparara fuera de la aldea que siempre había sido su hogar.
T/N había llegado a un pequeño pueblo buscando un respiro de las tensiones de Konoha, pero pronto descubrió una necesidad urgente entre las mujeres locales: la falta de conocimientos ninja. Mientras se entrenaba en el bosque, observó a una joven shinobi practicando lanzamientos de kunais con determinación pero con poco éxito.
—¿Necesitas ayuda con eso? —preguntó T/N con una sonrisa amistosa.
La joven, sorprendida al ver a una kunoichi tan experimentada ofreciéndole ayuda, asintió tímidamente. T/N se acercó y comenzó a corregir sus posturas y técnicas de lanzamiento.
—Mantén el codo un poco más alto y ajusta tu postura de los pies. Ahora intenta de nuevo.
La joven siguió las indicaciones de T/N y esta vez logró clavar el kunai en el blanco con precisión.
—¡Lo lograste! ¡Excelente trabajo! —exclamó T/N, animando a la joven.
Las otras chicas del pueblo se acercaron, curiosas por lo que estaban presenciando.
—¿Eres una kunoichi? —preguntó una de ellas con admiración.
T/N asintió con una sonrisa, sintiéndose halagada por el interés de las chicas.
—Soy T/N.
Las chicas la miraron con ojos brillantes, ansiosas por aprender. Pronto, se vio rodeada por un grupo de jóvenes y mujeres, todas ansiosas por absorber cada palabra que decía.
Al día siguiente, las chicas regresaron con más entusiasmo y determinación. T/N organizó el entrenamiento, comenzando con técnicas de combate básicas y avanzadas.
—Hoy aprenderemos sobre la importancia de la precisión y el control en el lanzamiento de kunais —les explicó T/N mientras mostraba las técnicas.
Con paciencia y dedicación, T/N guió a las jóvenes shinobi a través de los movimientos correctos, explicando los principios básicos de la precisión y el dominio del chakra.
—La clave está en la concentración y la alineación de tu cuerpo. Deja que el chakra fluya naturalmente a través de tus manos —les enseñaba T/N mientras ajustaban sus posturas.
Las chicas escuchaban atentamente, absorbiendo cada consejo con determinación. Pronto, T/N notó cómo cada una comenzaba a mejorar, ganando confianza en sus habilidades recién adquiridas.
Durante los descansos, T/N les hablaba sobre la historia de los kunoichis legendarios y las técnicas secretas que habían pasado de generación en generación. Compartía historias de valentía y estrategia, inspirando a las jóvenes a aspirar a ser grandes kunoichis.
—En cada técnica hay una historia, una conexión con nuestras antepasadas que han luchado antes que nosotras. Es importante honrar su legado —les decía T/N con seriedad y respeto.
A medida que avanzaban los días, T/N no solo se centró en mejorar las habilidades de combate de las chicas, sino también en fortalecer su trabajo en equipo y su capacidad para resolver conflictos. Organizó actividades que requerían cooperación y coordinación, esenciales para enfrentar desafíos futuros como ninja.
—Recuerden, la confianza mutua es tan importante como dominar las técnicas. Solo juntas pueden superar cualquier obstáculo —les recordaba T/N durante las prácticas de simulación de misiones.
Con el tiempo, las chicas no solo mejoraron en sus habilidades de combate, sino que también aprendieron a resolver conflictos internos y externos. T/N les enseñó tácticas de negociación y diplomacia, herramientas vitales para mantener la paz y la estabilidad en su comunidad.
Durante una de las misiones de entrenamiento en el bosque cercano, T/N y sus aprendices descubrieron antiguos artefactos ninja y secretos ocultos. Estos descubrimientos no solo ampliaron su conocimiento sobre la historia de su aldea, sino que también les enseñaron la importancia de proteger su patrimonio cultural.
—Este artefacto tiene una gran importancia histórica. Debemos asegurarnos de que esté protegido de cualquier amenaza externa —les explicó T/N, mientras las chicas admiraban el antiguo tesoro.
A medida que las jóvenes shinobi crecían en habilidad y conocimiento, también enfrentaban desafíos morales y éticos. T/N las guió a través de situaciones difíciles donde debían tomar decisiones que desafiaban sus valores personales.
—A veces, la línea entre lo correcto y lo necesario puede ser borrosa. Aprendan a confiar en su intuición y en sus principios —les aconsejaba T/N mientras discutían las opciones ante un dilema ético.
Después de días de entrenamiento intensivo y desarrollo personal, T/N y las jóvenes shinobi celebraron sus logros con una ceremonia especial. El pueblo entero se reunió para honrar el progreso y la dedicación de las chicas, agradeciendo a T/N por su guía y enseñanzas.
Al finalizar su tiempo en el pueblo, T/N dejó un legado duradero. Las jóvenes shinobi continuaron practicando lo aprendido, inspiradas por la dedicación y el ejemplo de su maestra. T/N se despidió con gratitud y afecto, sabiendo que había dejado una marca indeleble en las vidas de estas mujeres y en la historia de su pequeño pueblo.
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• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]
Fanfiction"Tu destino ha sido elegido en el momento que llegaste a nosotros" T/N, con sus ojos, piel y cabello blancos como la misma luna, es la encarnación terrenal de su resplandor. Su belleza evoca tanto la tranquilidad de la luna como su poderío, pero tam...