• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]

35. Ero-sennin

T/N logró estabilizar en parte a Hinata, siguiendo las órdenes del Hokage, quien le indicó dejarla en manos del hospital. Aunque lamentaba perderse el último enfrentamiento entre Lee y Gaara, las explosiones y el aura asesina indicaban una batalla intensa en la arena.

Días después, el Hokage la envió al hospital para revisar a Lee, que estaba gravemente herido. T/N presentó el permiso del Hokage y se dirigió a la habitación de Lee, sintiendo la presencia del Shukaku en el ambiente.

—Sé que estás aquí, así que ten cuidado con lo qué haces —dijo T/N en voz alta.

A pesar de su advertencia, el chico pelirrojo no se reveló. T/N comenzó a examinar a Lee, notando las secuelas de la intensa batalla contra el ninja de la Arena y preguntándose qué más ocultaba aquel misterioso pelirrojo en las sombras.

Después de examinar a Lee en el hospital, T/N ansiaba relajarse, así que se dirigió a un pintoresco puesto de dangos en la aldea. Mientras saboreaba sus dangos, empezó a notar la persistente mirada de alguien más. Al girarse, se encontró con un señor de pelo largo blanco, cuya expresión sugería un interés no deseado. T/N, sintiendo una mezcla de incomodidad y enojo, decidió seguir con su camino.

A pesar de sus intentos de ignorar al señor, la sensación de ser observada persistía. Al mirar hacia atrás, lo descubrió escondiéndose tras un puesto. Harta de la situación, T/N empleó su habilidad de teletransportación para aparecer frente al individuo. Este sostenía una libreta y, al arrebatársela, T/N descubrió que estaba detallando su apariencia física, incluso bajo su jutsu de transformación, de una manera sugestiva.

La vergüenza y el enojo se apoderaron de T/N al leer las descripciones lascivas. No pudo contenerse y, con un puñetazo que llevaba consigo su irritación, hizo que el anciano saliera volando, mientras le espetaba.

—¡Pervertido!

Al salir del incidente con el anciano, T/N se dirigió a su hogar. Al entrar, Kenta, su joven compañero de casa, la saludó con entusiasmo y le mostró una creación culinaria propia.

—¿Hola, Kenta? ¿Cómo ha sido tu día?

—¡Hola, T/N-chan! Estuve preparando algo para cenar, ¡míralo!

Mostró con orgullo una especie de plato peculiar.

—¿Qué opinas? ¡Hice mi mejor esfuerzo!

T/N, al ver la comida, trató de ocultar su expresión de sorpresa.

—Oh, gracias, Kenta. Pero, en realidad, no tengo mucha hambre ahora mismo.

—T/N-chan, ¿puedo hablar contigo un momento?

—¡Claro! ¿Qué pasa?

—Últimamente, he notado que pasas menos tiempo conmigo. Antes solíamos jugar más y ahora estás siempre ocupada.

T/N se agacha a la altura de Kenta.

—Lo siento mucho. He tenido muchas responsabilidades últimamente, pero eso no significa que no quiera pasar tiempo contigo.

—Pero extraño cuando jugábamos y hablábamos más.

—Entiendo, Kenta. A veces la vida de un ninja puede ser un poco complicada. Pero prometo hacer un esfuerzo para estar más presente. ¿Qué te gustaría hacer juntos?

—¡Me encantaría jugar a las escondidas o quizás un día podríamos entrenar juntos!

—¡Eso suena genial! Me comprometo a hacer más espacio para nosotros. Gracias por decírmelo.