• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]

99. Issho ni

La ceremonia en la plaza de Konoha había llegado a un clímax de emociones intensas. La multitud, que se había agolpado en el centro de la aldea, todavía murmuraba en un bajo tono, asimilando las palabras y la revelación de T/N. El bullicio era palpable, pero había una expectación general que mantenía a todos al borde de sus asientos.

T/N, con el pequeño bebé en brazos, avanzó lentamente hacia la multitud, sintiendo el peso de las miradas sobre ella. Las decoraciones festivas de la plaza se balanceaban suavemente con la brisa, y las flores y banderines adornaban los alrededores, contrastando con la tensión emocional del momento. La presencia de Shizune a su lado ofrecía un pequeño respiro en medio del torbellino.

A medida que se acercaba a los primeros grupos de personas, se encontró rodeada de amigos y conocidos que se adelantaron para ofrecer sus felicitaciones y bendiciones. Ino y Sakura fueron las primeras en aproximarse, sus rostros radiando una mezcla de alegría y asombro.

—¡No puedo creer que realmente estés aquí, T/N-chan! —exclamó Ino, sus ojos brillando con lágrimas de felicidad.

—¡El bebé es adorable! ¡Déjame cargarlo primero! —añadió Sakura, igualmente emocionada.

La competencia amistosa entre Ino y Sakura por cargar al bebé hizo que ambas empezaran a discutir alegremente. Mientras tanto, T/N, con una sonrisa afectuosa, miró a Tenten, quien observaba la escena con una expresión de ternura. Le pasó al bebé con un gesto de complicidad.

—Tenten, por favor, cuídalo con mucho amor —dijo T/N, mientras Tenten recibía al pequeño con manos cuidadosas.

Hinata, acercándose con una expresión de dulzura genuina, se inclinó para mirar al bebé, su sonrisa llena de ternura.

—Es tan precioso —susurró Hinata, acariciando suavemente la mejilla del niño.

T/N, sintiendo la calidez del momento, continuó su camino junto a Shizune hasta encontrar a Kurenai. La mirada de Kurenai era una mezcla de alivio y reproche, sus ojos reflejaban una emoción contenida.

—Finalmente, has decidido salir de las sombras —dijo Kurenai con una sonrisa agridulce—. ¡No puedo creer que me hayas mantenido en la oscuridad durante todo este tiempo!

T/N bajó la vista, sintiendo una punzada de culpa.

—Lo siento mucho, Kurenai-chan —dijo T/N, su voz llena de arrepentimiento—. Sabía que estabas pasando por mucho, y no quería añadir más preocupación a tu vida durante el embarazo.

Kurenai le extendió a Mirai, su hija, con un gesto amable. T/N recibió a la pequeña con lágrimas en los ojos, el peso del pasado desvaneciéndose en ese instante.

—Mirai es un nombre hermoso —dijo T/N, con una sonrisa emocionada mientras observaba a la bebé—. Gracias por compartirla conmigo.

Kurenai, aún con un leve rastro de indignación, pero comprendiendo la situación, abrazó a T/N con cuidado para no aplastar a Mirai. La calidez del abrazo mostró que, a pesar de la sorpresa y el malestar, había un profundo vínculo entre ellas.

Gai y Kakashi se acercaron a continuación. Gai, con su energía habitual, envolvió a T/N en un abrazo entusiasta.

—¡T/N-chan, es increíble verte otra vez! —exclamó Gai, su voz llena de entusiasmo—. ¡Pero ten cuidado con Mirai!

—Gai, por favor, ten más cuidado. La pequeña es muy frágil —respondió T/N, riendo suavemente.

Gai se disculpó con una sonrisa y se apartó, mientras Kakashi se acercaba con una mirada serena. T/N lo miró con un destello de burla en sus ojos.