• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]

55. Nara-ke

Durante los días del secuestro del Kazekage, T/N acudía diariamente a la oficina de Tsunade, rogando que le permitieran ayudar, pero siempre recibía un rotundo no como respuesta. Además, Tsunade se aseguraba de no asignarle ninguna misión fuera de la aldea durante ese tiempo. T/N pasaba sus días acompañando a Kurenai o entrenando en el campo de entrenamiento.

Sin embargo, la frustración y la impotencia la consumían mientras veía cómo otros ninjas partían en misiones de rescate. A pesar de los esfuerzos de Kurenai por distraerla, su mente y su corazón seguían preocupados por el destino del Kazekage y el bienestar de su aldea. Cada día que pasaba sin poder actuar la llenaba de ansiedad y determinación. En el campo de entrenamiento, canalizaba esa energía en intensas prácticas, preparándose para el momento en que finalmente pudiera unirse a la batalla y demostrar su valía como ninja de Konoha.

Un día, Tsunade llamó a T/N a su oficina con una expresión enigmática. Al entrar, T/N se encontró con Tsunade y un hombre de aspecto sereno pero penetrante, Shikaku Nara, el Comandante Jōnin de la aldea.

Tsunade propuso una partida de shōgi para relajar la mente, y T/N, intrigada, aceptó.

—T/N, permíteme presentarte a Shikaku Nara, uno de los estrategas más astutos de nuestra aldea. Creo que una partida de shōgi sería perfecta para despejar tu mente.

—Es un placer conocerlo, Shikaku-sama.

—El placer es mío, T/N. He oído hablar mucho de ti.

Después de una breve conversación sobre el juego, Tsunade sugirió que jugaran en la casa de Shikaku para un cambio de ambiente.

Una vez en la casa de los Nara, T/N fue recibida con calidez por Yoshino, la esposa de Shikaku, quien la trató como si fuera de la familia.

—¡Bienvenida, querida! Estoy encantada de tenerte aquí. ¿Te gustaría algo de té?

—¡Muchas gracias! Eso sería genial.

Mientras Yoshino preparaba té y algo para picar, T/N observaba con diversión cómo regañaba cariñosamente a Shikaku por algún descuido doméstico.

—Shikaku, ¿no te olvidas de recoger tu ropa sucia del suelo?

—Ah, tienes razón, querida. Lo siento, me distraje con nuestra visita.

Sentados alrededor de la mesa del comedor, Shikaku explicó pacientemente las reglas del shōgi a T/N, quien absorbía cada palabra con atención.

—El shōgi es un juego de estrategia donde cada pieza tiene su función única. La clave es prever los movimientos de tu oponente y adaptarte en consecuencia.

Con el tablero colocado frente a ellos, la partida comenzó.

—Entiendo, Shikaku-sama.

—Ahora, vamos a ver qué tan hábil eres en este juego.