23. Seigen

223 23 2
                                    

T/N, inmersa en la tensa conversación con el Hokage, sentía que el peso de las palabras se acumulaba como una losa en su pecho. La penumbra de la habitación parecía cerrarse sobre ella, como un presagio de las restricciones que pronto recaerían sobre su vida en Konoha. Aunque su rostro permanecía imperturbable, sus ojos destilaban un resentimiento profundo, como estrellas que titilan en la negrura de la noche.

El Hokage, con tono serio, delineó meticulosamente las restricciones que se impondrían a su existencia en la aldea. Cada palabra resonaba en su mente, marcando límites que desafiaban su libertad. La idea de vivir en las sombras, lejos de quienes la conocían, provocaba una mezcla de frustración y determinación en el interior de T/N.

—Deberás vivir en las sombras, T/N. Tu presencia no debe ser conocida por nadie fuera de este cuartel. Te convertirás en una sombra protectora, vigilando desde la oscuridad —advirtió el Hokage, sus palabras pesadas como cadenas.

La imagen de Neji, su hermano menor, destelló en sus pensamientos, recordándole la impotencia que sentía para proteger a sus seres queridos. T/N escuchaba las restricciones, pero su mente ardía con la idea de desafiar las expectativas que la constreñían.

—No te acerques al clan Hyūga. Tu conexión con ellos debe permanecer oculta. Evitarás todo contacto, incluso con aquellos a quienes consideras familia. Serás una hoja en el viento, invisible y silenciosa —El Hokage continuó.

Con cada palabra, T/N se aferraba a la idea de demostrar que era más que una herramienta.

—Hokage-sama, ¿realmente cree que soy solo un arma para proteger esta aldea? —Su voz resonó en la habitación, desafiante y cargada de un resentimiento largo tiempo contenido—. Konoha no sería nada sin mí. Soy su salvación contra las amenazas que podrían destruirla en un abrir y cerrar de ojos.

El Hokage, momentáneamente desconcertado por la franqueza de T/N, intentó mantener la calma y la compostura. Antes de que pudiera articular una respuesta, ella, con la determinación como su única compañera, se retiró, dejando tras de sí una atmósfera tensa, como si el aire mismo estuviera impregnado con la disonancia de sus emociones.

T/N, al adentrarse en las sombras de Konoha, juró en silencio demostrar su valía.

—No soy solo un arma, soy una fuerza que cambiará el destino de esta aldea —murmuró para sí misma, decidida a forjar su propio camino, alejada de las cadenas impuestas por las expectativas ajenas.

Mientras caminaba hacia las sombras de Konoha,
T/N sentía la pesada carga de las restricciones que le habían impuesto. La noche, con su manto oscuro, la envolvía en un silencio que solo era interrumpido por el murmullo de las hojas al ser acariciadas por el viento.

Las palabras del Hokage resonaban en su mente como un eco persistente. La idea de vivir en las sombras, lejos de aquellos que la conocían, generaba un nudo en su garganta. El resentimiento y la determinación se mezclaban en una danza incierta mientras avanzaba por los callejones desiertos.

—Vivir en la penumbra, lejos de todo, de Neji... —murmuró consigo misma, sintiendo el peso de las restricciones sobre sus hombros. La luna, testigo silencioso de su desafío, iluminaba apenas el camino que se extendía ante ella.

T/N avanzaba decidida por las sombras de Konoha, pero su paso se desaceleró al sentir la presencia familiar de Kakashi Hatake a sus espaldas. La ninja se giró para encontrarse con el rostro oculto tras la máscara del experimentado shinobi.

—Hatake-san, ¿o prefiere Kakashi-sensei? —comentó T/N con una sonrisa burlona, manteniendo la guardia alta y una chispa traviesa en sus ojos.

Kakashi, imperturbable como siempre, respondió con una mirada penetrante.

—Algunas cosas nunca cambian, T/N. ¿Cómo te ha tratado el tiempo?

La Hyūga sonrió maliciosamente, ignorando la nostalgia que flotaba en el aire.

—Oh, sabes, he estado jugando en las sombras. La vida de ninja solitaria y misteriosa, ya sabes.

Kakashi no pudo evitar soltar una leve risa ante la actitud desafiante de T/N.

—El Hokage me envió para asegurarme de que no causes demasiados problemas —comentó, manteniendo su tono sereno.

—¿Problemas? ¿Yo? ¿Cuándo he causado problemas en Konoha? —respondió T/N, con una expresión de inocencia exagerada.

—No tienes que responder eso —dijo Kakashi, sacudiendo la cabeza con una sonrisa—. Te acompañaré a tu nuevo departamento.

T/N asintió y comenzaron a caminar juntos por las calles de Konoha, sumidos en una conversación llena de sarcasmo y recuerdos del pasado.

El camino a través de las calles de Konoha fue marcado por la interacción peculiar entre T/N y Kakashi. Aunque las luces tenues de las farolas iluminaban el camino, la ciudad parecía envuelta en una atmósfera silenciosa y expectante. La risa juguetona de T/N resonaba ocasionalmente, mientras que Kakashi mantenía su clásica expresión calmada.

—¿Nueva en la aldea? —preguntó Kakashi, tratando de averiguar más sobre el misterioso regreso de T/N.

T/N giró la cabeza hacia él con una sonrisa burlona.

—Oh, Hatake-san, siempre tan astuto. Sí, regreso después de un tiempo. ¿Y tú? ¿Sigues leyendo esos "libros" tuyos?

—Los libros son una fuente inagotable de sabiduría —respondió Kakashi con su tono irónico, aunque no podía ocultar la diversión en su voz.

La conversación se desvió hacia anécdotas pasadas y comentarios sarcásticos, creando un vínculo peculiar entre ambos. Aunque T/N mantenía su actitud despreocupada, Kakashi detectó la sombra de emociones más profundas que yacían bajo su fachada juguetona.

Al llegar al nuevo departamento de T/N, Kakashi se detuvo frente a la puerta, marcando el final de su travesía.

—Bueno, aquí estamos. ¿Necesitas algo más?

T/N se apoyó de manera casual contra el marco de la puerta, sosteniendo su mirada desafiante.

—Solo la garantía de que no te presentarás de la nada otra vez. Odio las sorpresas.

—Lo tendré en cuenta. Nos vemos, T/N.

Con un gesto de despedida, Kakashi se desvaneció en las sombras de la noche, dejando a T/N sola en la entrada de su nuevo hogar. A pesar de la aparente indiferencia de T/N, algo en su interior resonaba con las conexiones del pasado, recordándole que, incluso en la oscuridad, las relaciones perduraban, y había ciertos lazos que no podían borrarse con facilidad.

• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora