• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]

25. Yōhishi

T/N entró en su hogar y, con la tranquilidad que brindaba la privacidad, desenrolló el pergamino que le entregó Kakashi. Las detalladas inscripciones narraban los avances y cambios en Konoha durante los años de su ausencia. La aldea había evolucionado, enfrentando nuevos desafíos y celebrando logros.

La ojiluna se sumergió aún más en la lectura del pergamino, sus ojos escudriñando cada palabra impresa mientras la vela lanzaba sombras inquietantes sobre las paredes de su nuevo departamento. El resplandor titilante añadía un aire misterioso a la habitación, como si estuviera a punto de descubrir secretos ocultos entre las líneas de tinta.

Las descripciones detalladas de los eventos que habían transformado la aldea se desplegaban ante sus ojos, como si Konoha misma estuviera narrando su historia a través de aquellas palabras. A medida que avanzaba, se encontraba inmersa en el pasado y presente entrelazados, conectándose con los personajes y eventos que habían dado forma a la aldea que ella llamaba hogar.

La noticia de la masacre del Clan Uchiha resonó con un eco sombrío en su interior. La pluma del Hokage trazaba una imagen vívida de la tragedia, pero T/N anhelaba más detalles, deseando comprender las complejidades detrás de la fachada de los informes oficiales. Su mente se sumergió en el recuerdo de Itachi, su primer amor, y el peso de la pérdida se asentó como una losa en su pecho.

Cerró los ojos por un momento, permitiendo que las emociones fluyeran libremente. La tristeza se mezclaba con la indignación, y la nostalgia por los días inocentes en los que Itachi y ella compartían risas se convertía en un eco lejano. Al abrir los ojos, se dio cuenta de que la vela había perdido parte de su brillo, como si el tiempo mismo se hubiera desvanecido mientras ella se perdía en las letras del pergamino.

La vela arrojaba sombras sobre los pliegues del pergamino, creando una danza de luz y oscuridad que encapsulaba la dualidad de Konoha. T/N, con determinación renovada, continuó su lectura, deseando entender el tejido complejo de alianzas, traiciones y sacrificios que habían llevado a la aldea a su estado actual.

Con cada palabra, su conexión con Konoha se profundizaba, y aunque enfrentaba sombras y secretos, también encontraba la promesa de revelaciones que podrían moldear su destino y el de la aldea. La noche avanzaba, pero T/N estaba decidida a descifrar cada línea, explorando no solo las palabras, sino también las emociones y las verdades ocultas entre ellas.

Entre las líneas del pergamino, T/N encontró referencias a Sasuke Uchiha, el hermano menor de Itachi, un niño que recordaba de su última visita a Konoha antes de ser enviada a entrenar con Tsunade. La mención del nombre resonó en su mente, evocando imágenes de un joven Sasuke, todavía inocente y ajeno al sombrío destino que le aguardaba.

La pluma del Hokage trazaba los pasos de Sasuke desde esa época hasta su presente, describiendo la evolución del niño, sus relaciones con el clan Uchiha y el cambio radical que había experimentado desde la última vez que T/N lo vio. Aunque Konoha había sido su hogar, el paso del tiempo y las tragedias habían dejado cicatrices en la aldea y en aquellos que la llamaban su hogar.

Mientras leía sobre Sasuke, T/N recordó sus interacciones con él antes de su partida. Él aún era un niño, lleno de curiosidad y energía, ajeno a la oscura sombra que se cernía sobre su clan. La noticia de la masacre del clan Uchiha golpeó a T/N como un mazazo, haciendo que reflexionara sobre los momentos compartidos con Sasuke y el cambio abrupto que ahora marcaba su vida.

La vela iluminaba la habitación mientras T/N absorbía la información. La historia de Sasuke era una amalgama de tragedia y crecimiento, y ella se sentía conectada con él de una manera única, habiendo compartido breves momentos antes de que la tragedia golpeara. La pregunta persistente en su mente era cómo podía desempeñar un papel en la vida de Sasuke ahora que las circunstancias habían cambiado de manera tan radical.

La noche avanzaba, y T/N, con el pergamino en mano, contemplaba las estrellas a través de la ventana, reflexionando sobre el pasado y el futuro entrelazados de Konoha y los lazos que se tejían entre sus habitantes.

La brisa nocturna susurraba entre las hojas, llevando consigo un rastro de nostalgia y melancolía. T/N cerró los ojos por un momento, dejando que los recuerdos se entrelazaran con las palabras escritas en el pergamino. Aunque el Hokage proporcionaba información detallada, la conexión personal que T/N tenía con los personajes de esa historia le daba una perspectiva única.

El pensamiento de Sasuke, ahora enfrentándose a un mundo lleno de sombras y desafíos, resonó en su mente. Se preguntó si, de alguna manera, podría ser un faro de apoyo en la tormenta que envolvía al joven Uchiha. Sin embargo, la complejidad de la situación se desplegaba ante ella. La distancia, las circunstancias y las cicatrices emocionales eran obstáculos que debían abordarse con cautela.

A medida que avanzaba la noche, T/N decidió que, al regresar a Konoha, buscaría oportunidades para estar presente en la vida de Sasuke, incluso si solo era desde las sombras. Reconocía que la carga emocional que llevaba el joven Uchiha requeriría paciencia y comprensión. Sus pensamientos se entrelazaban con el devenir de Konoha, un lugar donde las historias individuales tejían la compleja trama de la aldea.

Guardando el pergamino con cuidado, T/N se recostó en la cama, contemplando el techo con la mente llena de reflexiones. La noche continuaba su curso, y mientras el sueño la envolvía, T/N sabía que al despertar, tendría un papel que desempeñar en las páginas en evolución de la aldea de Konoha y en las vidas entrelazadas que la conformaban.