76. Gurēdo

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T/N se encontraba recostada en el futón de la posada, sumergida en las páginas del libro de romance que le había regalado un conocido. Cada palabra evocaba suspiros y emociones en su interior, transportándola a mundos de amor y fantasía.

De repente, unos suaves toquecitos en la ventana interrumpieron su lectura. Al levantarse para investigar, movió las cortinas y se encontró con un cuervo negro posado en el alféizar. Reconoció de inmediato al mensajero de Itachi, y su corazón dio un vuelco de alegría y expectativa. Con manos temblorosas por la emoción, desató con cuidado el pequeño hilo que sostenía una nota en la pata del cuervo.

La caligrafía fluida y elegante de Itachi llenaba el papel, y las primeras palabras la hicieron sonreír con nostalgia y afecto.

"Mi luna,

Perdona mi silencio prolongado. Mis deberes han sido intensos, pero en cada instante, mi mente no ha dejado de pensar en ti. Extraño tu sonrisa bajo la luz de la luna y la melodía de tu voz tranquila. Espero que este mensaje te encuentre bien y esperanzada, porque cada día deseo más el momento en que podamos volver a vernos.

Itachi"

T/N leyó las palabras una y otra vez, sintiendo cómo cada frase resonaba profundamente en su corazón. Respondió con unas breves pero sinceras palabras, expresando cuánto ansiaba también el día de su reencuentro. Tomó la pluma y empezó a escribir.

"Querido Itachi,

Tus palabras son un bálsamo para mi alma. Extraño cada momento compartido contigo y aguardo con ansias el día en que nuestros caminos se crucen nuevamente. Mantén mi corazón cerca, porque late por ti.

Con amor y esperanza,
T/N"

Ató la nota cuidadosamente al cuervo, sintiendo cómo la esperanza y el amor se entrelazaban en cada gesto. El cuervo, como si entendiera la importancia de su misión, le dio un suave piquito antes de elevarse en vuelo hacia el cielo, llevando consigo sus sentimientos hacia Itachi.

 El cuervo, como si entendiera la importancia de su misión, le dio un suave piquito antes de elevarse en vuelo hacia el cielo, llevando consigo sus sentimientos hacia Itachi

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T/N caminaba por las conocidas calles de Konoha, sintiendo cómo la familiaridad de cada esquina y cada edificio le traía recuerdos vívidos de su vida en la aldea. Había pasado más de dos meses desde que partió en su viaje, explorando nuevos lugares y enfrentando desafíos inesperados. Ahora, con una mezcla de emociones, se dirigía primero a la oficina de Tsunade para informarle de su regreso.

Al llegar, T/N fue recibida con una sonrisa de la Quinta Hokage. Tsunade, con su usual expresión serena pero con un brillo de curiosidad en los ojos, saludó a T/N con afecto.

—T/N, ¿cómo ha sido tu viaje? Seguro tienes muchas historias que contarme —preguntó Tsunade, inclinando ligeramente la cabeza.

T/N se sentó frente a Tsunade y comenzó a relatar algunas de las aventuras que había vivido durante su tiempo fuera de Konoha. Describió los desafíos que enfrentó en la aldea en problemas que ayudó a reconstruir, las nuevas habilidades que había aprendido gracias a su mentoría con las jóvenes shinobi, y cómo cada experiencia la había fortalecido como ninja.

Tsunade escuchaba atentamente, ocasionalmente asintiendo o haciendo preguntas para profundizar en algunos detalles.

Después de la conversación con Tsunade, T/N decidió visitar a Kurenai, su amiga cercana. Recordaba cómo la última vez que la vio, Kurenai estaba embarazada y atravesando momentos difíciles tras la muerte de Asuma. Llegó a la casa de Kurenai y tocó la puerta, siendo recibida por una agradable sorpresa: Shikamaru abrió la puerta con una leve sonrisa.

—T/N-san —dijo Shikamaru con su tono característicamente apático—. Qué bueno verte de vuelta.

T/N devolvió la sonrisa y saludó a Shikamaru con calidez.

—Hola, Shikamaru-kun. ¿Cómo está Kurenai? —preguntó T/N con curiosidad genuina.

Shikamaru señaló hacia la sala donde se escuchaba la voz de Kurenai.

—Está adentro, ven.

T/N entró y vio a Kurenai sirviendo té, su rostro radiante con una sonrisa que hacía mucho no veía. Kurenai dejó la tetera y se levantó sorprendida al ver a T/N.

—¡T/N! —exclamó Kurenai con alegría genuina—. ¡Qué sorpresa verte! Por favor, siéntate, estaba preparando té.

T/N se acercó y abrazó a Kurenai con cuidado debido a su avanzado estado de embarazo.

—Kurenai-chan, estás radiante —dijo T/N con una sonrisa—. Me alegra tanto verte bien.

Kurenai devolvió el abrazo con gratitud y afecto.

—Gracias. Ha sido difícil, pero estoy bien. Y tú, ¿cómo te ha ido en tu viaje? Cuéntame todo.

Durante las siguientes horas, T/N y Kurenai compartieron historias y risas. T/N describió algunas de las experiencias más emocionantes que vivió durante su viaje, como el descubrimiento de un artefacto antiguo y su enfrentamiento con un rival poderoso. Kurenai escuchaba con interés, sus ojos brillando mientras absorbía cada detalle de las aventuras de su amiga.

Al final de la tarde, T/N sacó una pequeña sorpresa de su mochila.

—Es para tu pequeño —dijo T/N con una sonrisa mientras entregaba la ropa a Kurenai—. Pensé que te gustaría tener algo así para cuando nazca.

Kurenai tomó la ropa con gratitud, sus ojos llenos de emoción.

—¡Es precioso, T/N! Gracias, de verdad.

T/N asintió con una sonrisa, feliz de poder traer algo de alegría a su amiga. Después de una tarde tan reconfortante, T/N se despidió de Kurenai y se dirigió a su propio hogar en Konoha, sintiéndose renovada y lista para enfrentar los desafíos que el futuro tenía reservados para ella como ninja de la aldea oculta entre las hojas.

• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora