• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]

38. Saikai

T/N corría con determinación hacia el bosque que rodeaba la aldea, el corazón latiéndole con fuerza en el pecho mientras el eco de los estruendos resonaba en sus oídos. A medida que se adentraba en la espesura del bosque, el sonido de la batalla se hacía más ensordecedor, indicando que la vida de alguien estaba en juego.

Entre los árboles, divisó la figura de Naruto enfrentándose al chico de la Arena en una lucha desesperada. Sin embargo, lo que más llamó su atención fue la imponente presencia de Shukaku, cuya forma gigantesca se alzaba sobre ellos, desatando una tormenta de arena y caos.

T/N apretó el paso, ignorando el peligro que se cernía sobre ella, impulsada por el instinto de proteger a su amigo. Pero justo cuando estaba a punto de alcanzar la escena, una voz siniestra resonó en su mente, una voz que conocía demasiado bien.

—¡Detente! ¡No te acerques más! —gritó el demonio en su mente, su tono urgente y amenazante.

T/N ignoró las advertencias, decidida a salvar a Naruto a pesar del peligro.

—¡Naruto está en peligro! ¡No puedo dejarlo solo! —respondió con determinación, su voz resonando en su mente.

El demonio intentó detenerla con más fuerza, aumentando su advertencia.

—Te lo advierto, T/N. Si continúas, te arrepentirás —el tono del demonio se volvió más violento, su voz retumbando en su cabeza.

A pesar del dolor y la angustia, T/N se mantuvo firme en su decisión.

Pero entonces, una punzada aguda atravesó su pecho, como si un puño invisible estuviera apretando su corazón con fuerza. El dolor la dejó sin aliento, obligándola a caer de rodillas al suelo, incapaz de contener un gemido de angustia.

El demonio, enfurecido por su desobediencia, intensificó sus órdenes, intentando detenerla de manera violenta.

—¡Te lo dije! ¡Ahora sufre las consecuencias de tu obstinación! —el demonio gruñó con furia, su voz retumbando como un trueno en la mente de T/N.

Finalmente, el sufrimiento fue demasiado y T/N se desplomó, la oscuridad de la inconsciencia envolviéndola mientras el caos del bosque seguía rugiendo a su alrededor.

T/N despertó lentamente en una habitación de hospital, sintiéndose desorientada y mareada. Una voz a su lado la sacó de su confusión.

—¡Al fin despiertas! —exclamó una enfermera con alivio al ver que T/N recobraba el conocimiento.

T/N parpadeó, tratando de asimilar la información mientras la enfermera continuaba hablando.

—Kakashi Hatake te trajo aquí hace tres días. Has estado dormida desde entonces. —explicó la enfermera, pero T/N no le dio tiempo de terminar.

Sin esperar a más explicaciones, T/N se levantó de la cama con rapidez, sintiendo cómo el mareo se intensificaba. Activó su Byakugan de inmediato, escaneando el entorno en busca de respuestas. Su corazón se aceleró al ubicar a Kakashi en el mismo hospital, lo que despertó su preocupación.