• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]

122. Shizukesa

Y así pasaron las semanas, los meses... los años.

El primer año fuera de Konoha, T/N e Itachi vivieron en paz, en la misma cabaña donde habían comenzado su vida de casados. El lugar era tranquilo, rodeado por un espeso bosque que les ofrecía privacidad, serenidad, y la oportunidad de disfrutar de la crianza de su hijo, lejos del bullicio de la aldea. A pesar de la distancia, siempre estaban informados de lo que sucedía en Konoha gracias a los mensajes que recibían por medio de los cuervos de Itachi.

En esos primeros meses, ocurrieron varios cambios importantes en la aldea. Tsunade, agotada por los años de guerra y liderazgo, decidió renunciar al puesto de Hokage. En su lugar, Kakashi fue nombrado el Sexto Hokage. La noticia no los sorprendió, ya que sabían que Kakashi, con su sabiduría y experiencia, era el candidato ideal para continuar guiando a Konoha en tiempos de paz.

La boda de Neji y Tenten llegó poco después, apenas dos meses después de que T/N e Itachi dejaran Konoha. Al recibir la invitación, T/N no dudó en regresar para acompañarlos en ese día tan especial. La ceremonia se celebró en el corazón del Distrito Hyūga, en el dojo ancestral. Las paredes de madera antigua estaban adornadas con flores blancas y lilas, mientras un gran número de velas iluminaban el lugar con una luz cálida. Neji, con su porte elegante y su seriedad habitual, estaba vestido con un yukata ceremonial del clan, de color negro y detalles en dorado. A su lado, Tenten lucía radiante con un hermoso kimono nupcial tradicional, decorado con flores de cerezo, y su cabello recogido en un elegante moño.

La ceremonia fue solemne, siguiendo las antiguas tradiciones del Clan Hyūga, pero también estuvo cargada de momentos de calidez y cercanía. Hinata, siendo una de las damas de honor, observaba con orgullo cómo su primo unía su vida con la mujer que amaba. Durante la recepción, todos los amigos se reunieron para celebrar, disfrutando de la alegría y los banquetes. Naruto y Lee hicieron todo lo posible por animar el ambiente, mientras Sakura, Ino y las demás chicas no dejaban de comentar lo hermosa que se veía Tenten. T/N observaba la ceremonia con el corazón lleno de orgullo por ver cómo su amiga se unía oficialmente a una de las familias más poderosas de la aldea, y no con cualquiera, sino con su hermano. La sonrisa de Neji durante el intercambio de votos era inusual, pero revelaba lo feliz que estaba.

Al finalizar la ceremonia, Tenten se convirtió oficialmente en una Hyūga, una de las pocas personas fuera del clan que lograba ser aceptada en su círculo íntimo. La fiesta continuó hasta altas horas de la noche, y T/N e Itachi disfrutaron cada momento rodeados de sus amigos, aunque después de la celebración, decidieron regresar a su cabaña, buscando nuevamente la tranquilidad que habían encontrado fuera de la aldea.

Dos meses después, mientras la paz continuaba y la vida seguía fluyendo tranquilamente, T/N comenzó a notar ciertos cambios en su cuerpo. Fue entonces cuando descubrió que estaba nuevamente embarazada, de apenas un mes. La noticia la llenó de alegría y, sin perder tiempo, decidió comunicárselo a Tsunade. Usando uno de los cuervos de Itachi, envió una nota a su antigua maestra, notificándole la feliz novedad.

La respuesta de Tsunade fue inmediata. Tsunade se preocupaba profundamente por T/N y, al enterarse del embarazo, decidió hacerle una visita. Tsunade pasó los primeros cinco meses del embarazo al lado de T/N, ayudándola a cuidarse y asegurándose de que todo marchara bien. Itachi, siempre atento y protector, también estaba a su lado, aunque agradecía el apoyo de Tsunade, ya que sabía que ella tenía mucha más experiencia en estos temas.

Los días pasaron lentamente, y con cada mes que transcurría, la pequeña familia se preparaba para la llegada de su nuevo miembro. Tras esos cinco meses, Tsunade, siempre inquieta por su deseo de aventura y su amor por las apuestas, decidió que ya era hora de partir nuevamente, pero prometió regresar cuando se acercara la fecha del nacimiento.

Cuatro meses después, Tsunade cumplió su palabra y volvió justo a tiempo. A medida que las contracciones comenzaron, Tsunade asumió el control con calma, guiando a T/N a través del proceso de parto. En las primeras horas de la madrugada, el silencio de la cabaña fue interrumpido por la llegada de un bebé hermoso y tranquilo. T/N, cansada pero radiante, miraba a su hijo recién nacido, quien, para sorpresa de todos, no lloraba como lo hacía la mayoría de los bebés. Era tan tranquilo que apenas emitía un sonido, simplemente observaba su entorno con ojos curiosos y serenos.

—Lo llamaré Kiyoshi —dijo T/N mientras sostenía al bebé con ternura. El nombre, que significaba "tranquilidad", era perfecto para él.

Kiyoshi era el vivo reflejo de su padre. Tenía el mismo cabello negro azabache y los ojos oscuros e intensos de Itachi, lo que hacía parecer que era un pequeño clon de él. Incluso sus gestos, aunque apenas un recién nacido, recordaban a la calma y la serenidad que siempre caracterizaban a Itachi.

Itachi, observando a su segundo hijo, no podía evitar sentir una profunda paz al ver cómo la vida seguía su curso. Se sentía afortunado de haber encontrado esta tranquilidad con T/N, lejos de los conflictos que una vez marcaron su vida.

De vez en cuando, Sasuke, quien continuaba con misiones asignadas para redimir su pasado y restablecerse dentro de Konoha, encontraba tiempo para visitarlos. Esas visitas eran raras, pero siempre significativas. Sasuke observaba con interés a sus dos sobrinos, a veces con una ligera sonrisa en los labios, sobre todo cuando veía lo mucho que Kiyoshi se parecía a Itachi. Las visitas de Sasuke eran breves, ya que su trabajo en Konoha aún no estaba completo, pero cada vez que se marchaba, dejaba una sensación de esperanza y conexión renovada entre los hermanos.

La vida en la cabaña continuaba en paz, rodeada de naturaleza, amor y los primeros pasos de una nueva generación. Aunque la distancia con Konoha era palpable, ellos sabían que siempre tendrían un hogar en la aldea, lleno de amigos y seres queridos que los esperaban con los brazos abiertos, pero por ahora, su pequeño rincón del mundo era todo lo que necesitaban.