La festividad se desenvolvía en un rincón de la aldea, donde la música, las risas y la celebración daban vida a la noche. Takeshi, Kenji, Hana, Akira y Rei rodearon a T/N con sonrisas cálidas y felicitaciones efusivas. Entre el bullicio festivo, Kenji parecía llevar consigo algo más que las felicitaciones comunes.
—¡T/N-chan, eres asombrosa! ¡Felicitaciones! —exclamó Takeshi, con entusiasmo desbordante.
Kenji, entre el júbilo general, invitó a T/N a dar un paseo bajo la luz de la luna. Intrigada y emocionada, T/N aceptó, dejándose llevar por el destello de las estrellas y la música lejana.
—Kenji, parece que tienes algo más en mente —murmuró T/N, observando la expresión enigmática de su amigo.
El joven ninja sonrió, llevando a T/N hacia un rincón más apartado del bosque, donde la luz de la luna tejía sombras entre las hojas. En ese lugar íntimo, Kenji confesó sus sentimientos a T/N. El susurro de sus palabras se mezclaba con la brisa nocturna.
—T/N, no puedo contener más tiempo lo que siento por ti. Te amo —Kenji abrazó a T/N con ternura, y ella, sintiéndose extrañamente bien, correspondió al gesto.
Sin embargo, en medio de ese abrazo, una sombra de inquietud nubló el corazón de T/N. Algo, algo indefinido, se insinuaba entre las palabras amorosas y los gestos sinceros.
Justo en ese instante, como si la naturaleza misma hubiera percibido la tensión, la jefa emergió entre los árboles. Kenji, notando su presencia, se retiró discretamente, dejando a T/N en el umbral de una revelación.
—T/N, es hora de un entrenamiento especial —la jefa, con su mirada sabia y un destello de magia estelar, invitó a T/N a adentrarse más en el bosque.
Guiadas por la luz de la luna, llegaron a un lugar profundo donde el silencio susurraba secretos cósmicos. La anciana líder de la aldea comenzó a tejer las palabras con hebras de estrellas, revelando verdades que se ocultaban en los pliegues del destino de T/N.
—Mi esposo, alineado con las estrellas, predijo tu llegada mucho antes de que nacieras. Dejó un pergamino con detalles de los entrenamientos que debías atravesar y algunas frases sobre el propósito cósmico que alberga tu ser —dijo la jefa, su voz resonando con resonancias astrales.
Las estrellas parecían danzar alrededor de ellas mientras la jefa continuaba compartiendo la intricada conexión de T/N con el universo. La profecía cósmica también mencionaba a Kenji, Takeshi, Hana, Akira y Rei como las "5 estelas" que guiarían a T/N hacia su destino, cada uno con un papel crucial en este viaje cósmico.
—¿Hay algo más que necesito saber, jefa? —preguntó T/N, sus ojos buscando respuestas en la mirada centenaria de la anciana.
—Tu destino trasciende las fronteras de esta aldea. Deberás dejar este lugar y regresar a Konohagakure, donde el Hokage te espera —la jefa, con calma, compartió la dimensión cósmica del propósito de
T/N.El corazón de T/N oscilaba entre la confusión y la sensación de traición al descubrir la comunicación entre la jefa y el Hokage. Sin embargo, la anciana le aseguró que existían personas en el mundo que se preocupaban por ella.
De repente, la comunidad de la aldea comenzó a llegar a aquel rincón estelar del bosque. T/N comprendió que era una despedida y las lágrimas se deslizaron silenciosamente por sus mejillas mientras se despedía de cada persona que había marcado su viaje.
El pequeño Kenta, sus amigos y, especialmente, Kenji, quien le dio un beso emotivo en despedida, contribuyeron a una escena de dolorosa belleza. En ese momento, T/N sintió el peso de la sorpresa, la incertidumbre y la profunda conexión con aquellos que prometieron esperarla.
—No nos olvides, T/N. Siempre estarás en nuestros corazones —dijo Takeshi, abrazándola con fuerza.
—Volveremos a vernos, T/N. Ten fe en tu camino —agregó Hana, sosteniendo el rostro de T/N con ternura.
Akira y Rei, con sus miradas llenas de complicidad, transmitieron su apoyo. Kenji, antes de retirarse, le dio un beso apasionado en forma de despedida y le hizo prometer que no los olvidaría y que siempre la esperarían.
—Partirás hacia un destino grandioso, T/N. El universo está aguardando tu luz. —Ayame, cerrando la emotiva despedida, le dedicó una última sonrisa antes de que el bosque absorba la comunidad y la festividad se disuelva en el éter de la noche.
Con la noche estrellada como testigo, T/N se quedó sola en ese rincón del bosque que ahora parecía más vasto y silencioso. Las palabras de la jefa resonaban en su mente, tejiendo una red de significados cósmicos. Aún abrumada por la revelación de su destino intergaláctico, T/N decidió enfrentarse a la realidad.
Entre susurros de las hojas y el murmullo de las estrellas, T/N se encontró con Kenji, quien la había seguido discretamente después de la emotiva despedida.
—Kenji-kun, ¿entendiste todo lo que dijo la jefa? —preguntó T/N, buscando consuelo en los ojos de su amigo.
Kenji asintió con solemnidad, su expresión reflejaba un cúmulo de emociones.
—Sí, T/N-chan. Parece que tu destino trasciende las fronteras de esta aldea, incluso de nuestro mundo.
T/N, con lágrimas en los ojos, se abrazó a Kenji. La inmensidad del universo parecía abrumadora, pero la presencia reconfortante de Kenji le recordó que no estaba sola en este viaje cósmico.
—Prométeme que no olvidarás a ninguno de nosotros y que volverás cuando puedas —Kenji le susurró al oído, sellando la promesa con un beso tierno.
La noche avanzó, y la melancolía se fusionó con la incertidumbre en el corazón de T/N. Regresó a la casa de la jefa, donde se le asignó un lugar para descansar antes de emprender el viaje de regreso a Konohagakure.
Al amanecer, cuando los rayos del sol luchaban por atravesar las hojas del bosque, T/N se preparó para dejar la aldea que había llegado a considerar como su hogar. Antes de partir, la jefa la esperaba en la entrada.
—T/N, tu viaje apenas comienza, pero confía en que llevas la luz de la Luna en tu interior —dijo la jefa, colocando una mano reconfortante en el hombro de T/N.
Con gratitud en sus ojos, T/N se despidió de Ayame y se encaminó hacia el horizonte, donde el sendero la llevaba de vuelta a Konohagakure y a un futuro incierto pero lleno de promesas.
En cada paso, el eco de las palabras cósmicas de la jefa resonaba en su mente. La Luna, el universo, y un destino que se desplegaba ante ella como un tapiz estelar. T/N llevaba consigo el amor y las despedidas de la aldea, la fuerza de Kenji y la sabiduría de la jefa Ayame.
En su pecho, el trozo del corazón de la Luna brillaba con intensidad, recordándole que, aunque la distancia pudiera separarlos, siempre estarían conectados por hilos cósmicos.
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• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]
Fanfiction"Tu destino ha sido elegido en el momento que llegaste a nosotros" T/N, con sus ojos, piel y cabello blancos como la misma luna, es la encarnación terrenal de su resplandor. Su belleza evoca tanto la tranquilidad de la luna como su poderío, pero tam...