El día había comenzado lleno de energía y alegría para T/N. Caminaba por la aldea con su usual entusiasmo, saludando a los aldeanos, charlando con amigos y visitando lugares conocidos. A lo largo del día, se había sentido rodeada por la calidez de aquellos que consideraba familia. Almorzó en la casa de los Akimichi, donde la comida siempre era abundante y deliciosa, y disfrutó de la compañía y el bullicio característico del clan. Después, pasó por la casa de los Nara y compartió una partida de Shōgi con Shikamaru, quien como siempre, la venció con facilidad, aunque la partida estuvo llena de risas y bromas sobre la eterna pereza del joven estratega.
Su siguiente parada fue la floristería Yamanaka, donde ayudó a Ino y a su madre a organizar los arreglos florales durante un par de horas. Se había convertido en un ritual agradable cada vez que podía tomarse un descanso y pasar tiempo entre las flores, hablando de cosas triviales o compartiendo secretos entre amigas. Luego, entrenó junto a los Inuzuka, disfrutando de la energía salvaje del clan y su fuerte vínculo con los perros ninjas. La tarde la terminó con una taza de té en la casa del líder de los Aburame, disfrutando de la calma que siempre le ofrecía el misterioso y tranquilo clan.
El día había sido perfecto, lleno de risas y buena compañía, y mientras la noche comenzaba a caer, T/N decidió que no había mejor manera de finalizarlo que con una visita a la oficina de Tsunade. Entró, sonriendo enérgicamente como de costumbre, pero algo en el ambiente la hizo detenerse de golpe.
Tsunade, detrás de su escritorio, tenía una expresión seria y sombría, una mezcla de preocupación y dolor. Shizune, quien estaba a su lado, también parecía incómoda, desviando la mirada hacia el suelo como si no pudiera sostener la tensión en la habitación. T/N sintió un nudo formarse en su estómago, la sensación de que algo estaba muy mal.
—¿Qué sucede? —preguntó, su voz sonaba más tranquila de lo que realmente se sentía.
No recibió respuesta de inmediato. Tsunade se levantó lentamente de su asiento, acercándose a T/N con pasos vacilantes. Su mirada, llena de dolor, se clavó en la joven, y cuando la sujetó firmemente por los hombros, algo en la firmeza de su agarre hizo que T/N supiera que estaba a punto de escuchar algo devastador.
—Lo siento, T/N... —dijo Tsunade con voz ahogada.
T/N parpadeó, sin comprender lo que esas palabras significaban. Algo en su mente empezaba a gritar, a rechazar lo que venía, pero no entendía por qué.
—¿Lo siento? ¿De qué habla? —preguntó con un tono incrédulo, aún intentando descifrar la seriedad de la situación.
Tsunade respiró hondo, y sus ojos lastimeros se volvieron hacia Shizune por un segundo antes de volver a T/N.
—Ha llegado un informe... un informe de un grupo de ninjas sobre una pelea entre los hermanos Uchiha... Itachi y Sasuke... —Tsunade tragó saliva—. La batalla terminó con la muerte de Itachi.
Esas palabras parecieron detener el tiempo para T/N. Su cerebro se negó a procesarlas. La miró directamente a los ojos, buscando una señal de que lo que acababa de decir no era verdad. Su confusión era evidente, la negación inmediata.
—No... no entiendo... ¿de qué habla? —respondió, dando un paso atrás, sacudiendo la cabeza lentamente.
—T/N... lo lamento... —repitió Tsunade, desviando la mirada, claramente afectada por la situación.
El corazón de T/N comenzó a latir más rápido, el aire le faltaba. ¿Itachi...? ¿Muerto? La idea era imposible, impensable. La confusión dio paso a una creciente desesperación. Sus labios temblaron mientras una mezcla de incredulidad y pánico se apoderaba de ella.
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• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]
Fanfiction"Tu destino ha sido elegido en el momento que llegaste a nosotros" T/N, con sus ojos, piel y cabello blancos como la misma luna, es la encarnación terrenal de su resplandor. Su belleza evoca tanto la tranquilidad de la luna como su poderío, pero tam...