• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]

3. Aruku

—Hokage-sama, ¿hay algún inconveniente? —preguntaba la pequeña Hyūga.

La pequeña había sido citada por el mayor a un lugar en las afueras de la aldea. Se sentía cansada debido a su arduo entrenamiento pero la inquietud la consumía al estar en un lugar completamente desconocido para ella.

No fue necesario el uso de su Byakugan para saber que en el frondoso bosque se ocultaban ninjas de la aldea, asegurando la zona.

T/N se percató del hermoso lago que había llamado la atención del Hokage desde hace algunos minutos. Decidió mirarlo también y al momento en que sus ojos captaron las cristalinas aguas no pudo despegar su mirada de este y lo que más captaba su atención era el reflejo de la luna llena tatuada en ellas.

—Ve —ordenó el Hokage con su voz serena.

La pequeña no dudó y empezó a entrar lentamente en el lago hasta que este la cubrió por completo. No había rastro de T/N pero esto no fue suficiente para alertar a los demás. Los ninjas rápidamente se colocaron alrededor del lago.

—¡Tsuki shirushi-jutsu! —el grito de una mujer se escuchó.

Tras esto, del lago empezó a brotar una tenue luz y cuando esta desapareció por completo, miembros de ANBU sacaron el pálido cuerpo de T/N quien estaba inconsciente. La misteriosa mujer se acercó al cuerpecito de la Hyūga y levantó la camiseta que vestía. En el abdomen de la pequeña yacía el símbolo de Hangetsu.

—El Tsuki no Akuma ha sido sellado —exclamó esta.

Me desperté sobresaltada y observé mi alrededor. Sin duda alguna estaba en mi habitación.

"¿Sólo fue un sueño?"

Escuché un quejido y noté que Neji estaba dormido a mi lado. Sonreí con ternura a ver a mi hermanito abrazando mi cuerpo.

—Neji-kun, despierta —traté de despertarlo con mi voz más suave.

—Mmh, onee-chan.

—Vamos, despierta —deposité un beso en su frente.

Al levantarme del futón sentí un enorme mareo y como una sensación de debilidad invadía mi cuerpo. No le di importancia y fui a la cocina para preparar el desayuno.

Neji y yo desayunamos y decidimos dar un paseo por el distrito. A lo lejos vi a nuestro padre hablando con tío Hiashi así que nos acercamos a saludar.

—Ohayō, oto-san. Ohayō Hiashi-sama —saludé formalmente recibiendo un asentimiento de parte de ambos.

Noté la presencia de Hyūga Hinata, la próxima cabecilla del clan.

—Ohayō, Hinata-sama.

Al verme, la pequeña sonrió y se ocultó detrás de su padre.

—O-Ohayō —respondió apenas audible.