29. Kanjō

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Después de extensos entrenamientos y misiones con Kakashi, T/N había demostrado su valía como ninja, ganándose la confianza del Hokage. Ahora, se encontraba lista para emprender misiones en solitario o junto a otros experimentados compañeros.

En una luminosa mañana, el Hokage la convocó a su despacho.

—T/N, has demostrado ser una ninja capaz y decidida. A partir de ahora, te asignaré misiones en las que podrás poner a prueba tus habilidades de forma independiente.

T/N asintió con seriedad, agradecida por la oportunidad de demostrar su valía sin depender siempre de la compañía de Kakashi. Sus primeras misiones en solitario la llevaron a explorar territorios desconocidos, enfrentándose a peligros y desafíos que pusieron a prueba cada una de sus habilidades.

Con el tiempo, también empezó a colaborar con otros experimentados ninjas de la aldea. Kurenai, la maestra de genjutsu, se convirtió en su aliada más cercana. Juntas, compartían estrategias y técnicas para abordar situaciones complicadas.

En una misión particular, T/N se encontró trabajando junto a Gai, el enérgico y apasionado rival de Kakashi. A pesar de sus personalidades opuestas, encontraron una sorprendente sincronía en el campo de batalla.

—¡Bien hecho, T/N! ¡Nuestra combinación de taijutsu y jutsus elementales es imparable! —exclamó Gai, con entusiasmo.

Asuma, el hijo del Hokage, también se unió a sus misiones en algunas ocasiones. La relación entre él y Kurenai no pasó desapercibida para T/N, y aunque la dinámica del equipo podía volverse peculiar en ocasiones, demostraron ser un equipo formidable.

Las misiones en conjunto no solo fortalecían las habilidades de T/N, sino que también cultivaban relaciones significativas con sus compañeros ninjas. A medida que se sumergía en la vida de la aldea, descubría más sobre la complejidad de las relaciones interpersonales y los lazos que se tejían en la sombra de Konoha.

En una cálida tarde de verano, T/N se encontraba en el campo de entrenamiento junto a sus compañeros. Kakashi, Kurenai, Gai y Asuma se preparaban para una misión especial, y la tensión en el aire indicaba la seriedad de la situación.

—Nuestra misión es proteger un convoy que transporta suministros vitales para la aldea. El terreno es peligroso y no sabemos qué amenazas nos esperan. Confío en que trabajarán juntos para superar cualquier obstáculo —declaró el Hokage antes de que el equipo partiera.

El grupo avanzó por el denso bosque, manteniendo la guardia alta. La experiencia de cada miembro se reflejaba en su coordinación sin necesidad de palabras. T/N admiraba cómo, a pesar de sus diferencias, lograban complementarse de manera eficiente.

Durante el trayecto, enfrentaron emboscadas de enemigos sorpresa y obstáculos naturales que desafiaban su habilidad estratégica. Kurenai desplegaba genjutsu para confundir a los atacantes, Gai y Asuma se destacaban en el combate cuerpo a cuerpo, mientras Kakashi y T/N mantenían la retaguardia y aseguraban la protección del convoy.

En un momento crítico, cuando un grupo de enemigos superaba en número a los ninjas de Konoha, T/N desató su jutsu de teletransportación, desplazándose rápidamente para proporcionar apoyo a sus compañeros.

—¡Kakashi-kun, necesitamos refuerzos aquí! —gritó T/N, canalizando su chakra para mantener la conexión con el resto del equipo.

Kakashi, sin perder la calma, asintió y se unió a la acción. La cooperación entre ellos se volvía más fluida con cada adversidad superada.

Al final del día, el convoy llegó a salvo a su destino, y el Hokage felicitó al equipo por su valentía y coordinación. El rostro de T/N reflejaba una mezcla de satisfacción y determinación, consciente de que cada misión la acercaba más a comprender el verdadero significado de ser parte de Konoha y formar lazos más profundos con sus compañeros ninjas.

A pesar de la marcada diferencia de edad, la conexión entre T/N y sus compañeros de equipo creció más allá de las limitaciones iniciales. Al principio, el respeto a la brecha generacional imponía ciertos límites, pero con el tiempo, esas barreras se desvanecieron.

Kurenai, la única amiga de T/N en Konoha, compartía con ella secretos de técnicas de genjutsu y le brindaba orientación en momentos de duda.

Gai encontró en T/N una chispa de energía juvenil que, de alguna manera, equilibraba sus interacciones.

Asuma y T/N, a pesar de la diferencia de edad, descubrieron un entendimiento mutuo que trascendía las experiencias compartidas en las misiones. A medida que enfrentaban desafíos juntos, esos límites de edad se desdibujaban, y la pequeña familia ninja que formaban se consolidaba con lazos de confianza y camaradería.

Las miradas cómplices entre ellos al final de cada misión reflejaban una complicidad única, donde la juventud de T/N se mezclaba con la experiencia y sabiduría de sus compañeros. En el campo de batalla y más allá, cada uno contribuía con sus habilidades únicas, formando una unidad poderosa que trascendía las diferencias generacionales.

En una noche silenciosa, lejos de las miradas curiosas, Kurenai siguió discretamente a Kakashi, buscando la oportunidad de hablar con él en privado. Finalmente, en un rincón apartado de Konoha, encontraron un momento para conversar.

—Kakashi, necesitamos hablar sobre T/N —habló seria.

—No veo por qué —dijo mientras evadía la mirada de Kurenai.

—Porque es evidente que tienes sentimientos por ella —contraatacó firmemente.

—Kurenai, no hay nada de lo que hablar —suspiró.

—No puedes negar lo obvio. T/N te ve como un mentor, un compañero, pero también hay algo más. ¿No crees que es hora de admitirlo? —insistió.

—No quiero complicar las cosas. Ella es joven, tiene toda una vida por delante —dijo frunciendo el ceño.

—A veces, las cosas no son tan simples. Puede que ella también sienta lo mismo —susurró.

—No quiero arrastrarla a algo que no tiene futuro. Además, tengo mi propia carga.

—Kakashi, todos tenemos nuestros demonios internos. Pero eso no significa que no merezcas la felicidad —respondió mostrando compresión.

—No estoy seguro de qué es la felicidad.

—A veces, simplemente hay que arriesgarse. No dejes que el pasado determine tu futuro —sonrió la pelinegra.

Aunque la conversación no llevó a ninguna confesión, la conexión entre Kurenai y Kakashi se fortaleció en ese momento de sinceridad. Ambos compartían la preocupación por T/N y el deseo de que cada uno encontrara la paz y la felicidad, incluso si eso significaba enfrentar los miedos y las complicaciones que se avecinaban.

• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora