66. Dōteki

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T/N se había enterado de que el equipo 7 se había ido a una misión, lo que le dejó una sensación de vacío y preocupación. Ahora mismo, estaba en la cocina preparando takoyaki, un pedido inusual de Kenta, ya que a él no le gustaba especialmente. Su extrañeza se disipó cuando escuchó que tocaban la puerta y vio a Kenta casi tropezar en su prisa por abrirla.

Aprovechando el momento, T/N realizó el jutsu de transformación para asegurarse de que estaba preparada para cualquier eventualidad. Al abrir la puerta, se encontró con una niña, la misma que había visto en Ichiraku's con Kenta hace unos días. La niña saludó con voz suave y serena a Kenta, pero él, en cambio, la abrazó fuertemente. Cuando se dieron cuenta de que T/N los observaba con una enorme sonrisa, se separaron rápidamente, avergonzados.

La niña se acercó a T/N e hizo una reverencia antes de presentarse.

—Soy Emi. Es un placer conocerla —dijo la niña con una voz tímida.

T/N la examinó minuciosamente mientras Kenta la miraba preocupado, temiendo que no le cayera bien. La joven tenía un cabello corto y castaño, y unos ojos grandes de color miel que la hacían ver encantadora. T/N no se molestó en ocultar su escrutinio, mirando a Emi sin vergüenza alguna, lo que hizo que la niña se sintiera algo intimidada.

Tras un rato, T/N sonrió dulcemente y se presentó.

—Soy T/N, la hermana mayor de Kenta. Es un placer conocerte, Emi-chan—dijo, extendiendo una mano amistosa.

Emi la tomó con timidez y una sonrisa nerviosa.

—Gracias, T/N-san. Kenta-kun me ha hablado mucho de ti —respondió Emi, visiblemente aliviada de que T/N fuera amable.

—Espero que cosas buenas —bromeó T/N, lanzando una mirada traviesa a Kenta.

Kenta se sonrojó y asintió rápidamente.

—¡Claro que sí! —dijo, intentando suavizar cualquier posible tensión.

—Bueno, entonces, ¿almorzamos? —sugirió T/N, observando cómo ambos jóvenes se iluminaban con la idea.

Emi y Kenta asintieron con entusiasmo, y los tres se dirigieron a la cocina, dispuestos a disfrutar de una agradable velada.

T/N le indicó a Emi que se sentara y ella obedeció rápidamente, tomando asiento junto a Kenta en la mesa mientras T/N empezaba a servir la comida. Emi no pudo contener su emoción al ver el takoyaki, sus ojos brillaban con entusiasmo y miró a Kenta agradeciéndole con una sonrisa radiante. T/N comprendió entonces la razón detrás de la sugerencia de Kenta de comer takoyaki y no pudo evitar sonreír por lo bajo.

Mientras los tres comían, charlaban alegremente sobre diversos temas. T/N se fijaba de vez en cuando en la cara sudada y la sonrisa forzosa de Kenta cada vez que tomaba un bocado, contrastando completamente con Emi, quien disfrutaba cada bocado y no paraba de halagar a T/N por su habilidad culinaria.

—¡Esto está delicioso, T/N-san! Deberías considerar casarte pronto, serías una esposa maravillosa —dijo Emi con sinceridad, sorprendiendo tanto a Kenta como a T/N.

T/N se sonrojó al instante, su cara enrojeciendo por el inesperado comentario. Kenta, por otro lado, gruñó ante la idea, claramente molesto y celoso.

—¡Emi, no digas cosas así! —protestó Kenta, tratando de sonar autoritario pero sin poder ocultar su incomodidad.

Emi se rió suavemente, un poco avergonzada pero divertida por la reacción de Kenta.

—Lo siento, Kenta-kun. Es que realmente tu hermana cocina muy bien —dijo, intentando suavizar el momento.

T/N, aún sonrojada, se rió por lo bajo y miró a Kenta con una mezcla de diversión y ternura.

—Gracias, Emi-chan. Es lindo saber que disfrutas de mi comida —respondió, tratando de desviar el tema con gracia.

El almuerzo continuó entre risas y conversaciones, con T/N disfrutando de la compañía y la oportunidad de conocer mejor a Emi. Aunque Kenta seguía algo celoso, no pudo evitar sentirse feliz al ver a T/N y a su amiga llevándose tan bien.

La tarde transcurrió agradablemente con Emi, y al terminar la comida, T/N se dispuso a lavar los platos. Sin embargo, Emi se levantó de inmediato, insistiendo en que ella podía hacerlo.

—Deja que yo me encargue, T/N-san —dijo Emi con una sonrisa.

—No, no te preocupes. Yo lo haré —respondió T/N.

Pero Emi no cedía, y seguía insistiendo. Finalmente, T/N se rindió y dejó que Emi se encargara. Justo en ese instante, la voz de Emi cambió por completo a una más grave.

—¡Kenta-kun! —dijo Emi con voz autoritaria— No te pongas cómodo, ven aquí y ayúdame con los platos.

Kenta, sorprendido por el cambio de tono, se levantó rápidamente y se acercó a la cocina. T/N, observando la escena, no pudo contener la risa. La transformación de Emi de una dulce invitada a una comandante en la cocina era inesperada y cómica.

—¡Sí, Emi-sama! —dijo Kenta en tono de broma, haciendo una reverencia exagerada antes de ponerse a ayudar.

T/N se rió aún más, sintiendo un calor reconfortante en su corazón al ver la dinámica entre los dos. La risa y el buen humor llenaron la cocina, haciendo de ese momento algo especial y memorable.

La tarde continuó con risas y charlas, y T/N se sintió agradecida por la compañía y el pequeño respiro de sus preocupaciones. Aunque no había podido contactar a Itachi y eso seguía pesando en su mente, momentos como estos le recordaban la importancia de disfrutar de los pequeños placeres y la compañía de las personas queridas.

• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora