42. Jōhō

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Han transcurrido treinta días desde que T/N partió de Konoha en su misión. En un pueblo remoto de la Aldea Oculta de la Lluvia, T/N proseguía con su investigación, caminando con cautela entre los callejones. Oculta bajo el manto del jutsu de transformación, pasaba desapercibida entre los lugareños, atenta a cualquier indicio que pudiera conducirla hacia su objetivo.

Fatigada por el viaje y la tensión de su tarea, decidió hacer una pausa y buscar un lugar para descansar. Se encaminó hacia un puesto de dangos, esperando encontrar un breve respiro entre los aromas tentadores y la calidez reconfortante del ambiente. Sin embargo, su breve momento de reposo se vio abruptamente interrumpido cuando avistó a dos figuras familiares entre la multitud: Kisame e Itachi.

Aunque sus miradas se cruzaron y se percataron mutuamente de sus presencias, ambos decidieron actuar como si no se hubieran reconocido, preservando la apariencia de la normalidad para evitar llamar la atención no deseada. T/N reprimió cualquier señal de sorpresa y mantuvo su compostura, disimulando su inquietud mientras observaba discretamente a los dos miembros de Akatsuki que se hallaban cerca.

La tensión en el aire era palpable, y T/N permaneció alerta, consciente de que la situación podía volverse peligrosa en cualquier momento. Sin embargo, se esforzó por controlar sus emociones y continuar con su misión, preparada para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino.

Al caer la tarde, el sol dorado comenzaba a ocultarse en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos cálidos y envolviendo el ambiente con una atmósfera serena y melancólica. T/N, exhausta por el día de investigaciones en el pueblo de la Aldea Oculta de la Lluvia, se vio en la necesidad imperante de encontrar un refugio donde pasar la noche.

Sus pasos la llevaron hacia una modesta posada al borde del camino, cuya fachada de madera desgastada y tejado inclinado ofrecía una bienvenida modesta pero reconfortante. Con un suspiro de alivio, T/N entró en el establecimiento y se dirigió hacia el mostrador, donde una amable posadera le asignó una habitación para su descanso.

Una vez dentro de la habitación, T/N cerró la puerta tras de sí y se permitió un momento de tranquilidad. Con un gesto fluido, deshizo el jutsu de transformación que la había ocultado durante todo el día, liberando su verdadera identidad y sintiendo cómo la tensión de su cuerpo se disipaba poco a poco.

Sin embargo, su breve respiro se vio interrumpido por la súbita aparición de Itachi en la habitación. Con su presencia imponente y su mirada penetrante, parecía envuelto en una aura de misterio y peligro que llenaba la habitación con una atmósfera tensa y cargada de anticipación.

—Tú... ¿qué estás haciendo aquí? —inquirió T/N, tratando de ocultar la sorpresa en su voz.

—Vine a asegurarme de que no interfieras en nuestros asuntos —dijo Itachi con su característica calma, pero con una advertencia implícita en sus palabras.

—No tengo intención de interferir en nada. Estoy aquí cumpliendo con mi misión —afirmó T/N, tratando de mantener la compostura frente a la presión que emanaba de Itachi.

—¿Es eso lo que quieres que crea? Tú siempre has sido una pieza inestable en este juego —repuso Itachi, sembrando dudas en la mente de T/N con sus palabras.

—No me subestimes, Itachi. Estoy aquí para cumplir con mi deber, nada más —declaró T/N, mostrando determinación en su voz.

—Tu deber... ¿qué sabes tú del deber? No pudiste proteger a aquellos que amabas —recordó Itachi, hiriendo a T/N con sus palabras.

—¡No me hables de eso! Tú... tú no sabes nada de lo que he pasado —exclamó T/N, luchando por contener la ira que comenzaba a arder en su interior.

• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora