Shizune guió a T/N a su nuevo hogar, y cuando llegaron, tocó la puerta suavemente. Después de unos segundos, la puerta se abrió para revelar a Kenta, que estaba desaliñado y con claros signos de haberse levantado hacía poco. Con los ojos aún entrecerrados, preguntó a Shizune qué ocurría, pero antes de que ella pudiera responder, se hizo a un lado, dejando ver a T/N detrás de ella.
Kenta parpadeó varias veces antes de fijar la vista en T/N, que sostenía al bebé en brazos con una sonrisa suave. La sorpresa y la emoción iluminaron su rostro de inmediato, y sin pensarlo, corrió hacia ella para abrazarla. Sin embargo, antes de que llegara a lanzarse sobre T/N, Shizune lo frenó de un tirón, regañándolo con una mirada severa.
—¡¿No te das cuenta que lleva un bebé en brazos?! —dijo con firmeza, pero con un toque de diversión en la voz.
Kenta, aún sonriendo con entusiasmo, se acercó con más calma esta vez, mirando al bebé con ternura y un brillo en los ojos.
—¿Puedo cargarlo? —preguntó con suavidad, como si no quisiera interrumpir el momento.
T/N asintió con una sonrisa, y con cuidado le pasó al pequeño. Kenta lo sostuvo con manos firmes pero delicadas, su expresión se suavizó aún más mientras lo observaba con admiración.
—Hola, pequeño —dijo en voz baja, casi reverente—. Soy tu tío Kenta, y te prometo que te cuidaré muy bien.
La ternura en la escena hizo que tanto Shizune como T/N rieran suavemente. Kenta, aún embelesado con el bebé, se hizo a un lado para dejarlas pasar.
T/N entró en la casa, que, para su sorpresa, era mucho más grande que la que habían tenido antes. Mientras caminaba, observó las habitaciones espaciosas y notó que muchas de sus pertenencias estaban a salvo.
—¿Cómo lograste salvar todo esto? —preguntó T/N, mirando a Kenta con gratitud.
Él se encogió de hombros con una sonrisa modesta.
—No fue fácil, pero no podía dejar que lo perdieras todo —respondió.
T/N continuó explorando hasta que llegó a una habitación que la sorprendió por completo. Era un cuarto decorado para un bebé, con colores suaves y una cuna que parecía haber sido cuidadosamente seleccionada. Había detalles minuciosos, desde pequeños juguetes hasta decoraciones en las paredes, todo pensado para hacer de la habitación un lugar cálido y acogedor.
—¿Qué es esto? —preguntó con sorpresa y una sonrisa encantada en el rostro.
Antes de que Kenta pudiera responder, fue Shizune quien intervino, mirando la habitación con una sonrisa nostálgica.
—Tsunade-sama se esforzó mucho en decorar esta habitación —reveló Shizune—. Lo hizo con la esperanza de que volvieras pronto. No quería que faltara nada cuando tú y el bebé llegaran.
El corazón de T/N se llenó de emoción al escuchar aquello. Se quedó unos segundos más en la habitación, observando cada detalle con ojos brillantes, sintiendo la calidez y el cuidado detrás de cada pequeño gesto. Sabía que, a pesar de todo, no estaba sola.
Mientras Kenta se entretenía jugando con el bebé, T/N y Shizune disfrutaban de una tranquila taza de té en la cocina. La conversación fluía ligera hasta que Shizune, con un tono más serio, rompió el silencio.
—T/N, hay algo que Tsunade-sama quiso que supieras —comenzó Shizune, mirando a T/N con atención—. Durante tu ausencia, después de la muerte de Danzō y la disolución de Raíz, Tsunade-sama habló con Hiashi Hyūga. Entre los dos acordaron que ya no habría necesidad de que vivieras bajo otra identidad. Puedes volver a tu vida normal.
T/N parpadeó, sorprendida por la noticia. No esperaba que esa conversación hubiese ocurrido en su ausencia, y menos que Hiashi hubiese accedido.
—¿En serio? —preguntó T/N, tratando de procesar lo que acababa de escuchar.
Shizune asintió, tomando un sorbo de su té antes de continuar.
—Hace aproximadamente un mes, Tsunade-sama emitió un comunicado oficial en la aldea. Anunció que una persona muy especial regresaría pronto, y que en su honor se celebraría una fiesta —dijo Shizune con una pequeña sonrisa—. Solo que no sabía cuándo llegarías.
T/N dejó escapar una ligera risa, comprendiendo la ironía en todo esto.
—Vaya, Tsunade-sama, siempre queriendo mantenerme en secreto de forma tan pública —comentó T/N con diversión en la voz, pensando en lo inesperado que era todo esto.
—Bueno, también se conmemorarán a los héroes ocultos de la aldea ese día —añadió Shizune, en un tono más suave pero con un destello de seriedad en sus ojos.
Esa declaración detuvo el pensamiento de T/N. Su corazón dio un vuelco al escuchar esas palabras, entendiendo de inmediato lo que significaban. Héroes ocultos... se referían a Itachi. Y posiblemente, también a ella.
—¿Itachi? —murmuró, casi sin poder creerlo.
Shizune asintió lentamente, su mirada reflejaba comprensión.
—Sí. Es un reconocimiento que Tsunade-sama siente que la aldea necesita. Y no te preocupes —agregó—. Yo me encargaré de prepararte para ese día. Será un evento público y muy importante. Todos estarán esperando verte.
T/N respiró hondo, asimilando la idea. Aunque la idea de ser el centro de atención la inquietaba, sabía que no podía huir de su destino.
—Hay algo más —dijo Shizune, con un aire más cauteloso—. Debido al origen de tu apellido... Ōtsutsuki, es mejor mantenerlo en secreto. Lo más prudente es que uses el apellido Hyūga, o... —hizo una pausa—. El Uchiha, ya que te casaste con Itachi.
El rostro de T/N se suavizó al escuchar eso. El peso de la herencia de su apellido le resultaba complejo, pero la mención de Itachi y el Uchiha la hizo sentir una conexión más fuerte con su pasado y su familia.
—Lo entiendo —respondió T/N con una sonrisa triste—. Lo que sea necesario para proteger al bebé y a la memoria de Itachi.
T/N se quedó en silencio, su mente divagando en cómo reaccionarían aquellos que no conocían la verdad sobre su origen, especialmente Neji, su tan querido y amado otōto. El solo pensar en su reacción le generaba una mezcla de nervios y temor. A pesar de que él era alguien en quien confiaba, el impacto de la verdad sobre su nacimiento y su vínculo con el Clan Ōtsutsuki no era algo fácil de asimilar.
Apenas un reducido grupo de personas lo sabía. Solo diez personas en toda la aldea conocían su verdadero origen, además de cada una de la cabeza de los clanes.
Shizune, quien llevaba años cuidando de los demás con un instinto casi maternal, no tardó en notar el nerviosismo en el rostro de T/N.
—¿Te preocupa cómo reaccionarán? —preguntó Shizune con suavidad, acercando su mano a la de T/N en señal de apoyo.
T/N asintió levemente, apartando la mirada como si intentara ocultar la tormenta de emociones que se arremolinaban en su interior.
—Neji... —murmuró T/N—. Él no sabe nada. Lo he protegido tanto de esto que ahora temo su reacción más que la de cualquiera. No sé si lo comprenderá o si me verá como alguien diferente.
Shizune le apretó la mano con calidez.
—Es natural que te sientas así. Neji es muy importante para ti, pero también es alguien que te quiere y confía en ti. No importa cuál sea tu origen, eso no cambiará lo que eres para él, ni para los demás. Además, quienes ya conocen la verdad no han cambiado su percepción de ti.
T/N suspiró, sintiendo un poco de alivio por las palabras de Shizune, pero todavía algo intranquila. Sabía que Neji era alguien racional, pero también emocional, y no podía prever cómo reaccionaría.
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• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]
Fanfiction"Tu destino ha sido elegido en el momento que llegaste a nosotros" T/N, con sus ojos, piel y cabello blancos como la misma luna, es la encarnación terrenal de su resplandor. Su belleza evoca tanto la tranquilidad de la luna como su poderío, pero tam...