T/N estaba agotada, su cuerpo temblaba, y cada respiración era un esfuerzo. Su chakra fluctuaba descontroladamente, mientras intentaba mantener la calma. Todo a su alrededor parecía estar al borde del colapso, pero no podía rendirse. En medio de su desespero, intentó conectarse nuevamente con Kaguya, pero no recibió respuesta. Su cuerpo cayó de rodillas, la desesperación era absoluta, y por un momento, todo a su alrededor se desvaneció.
Fue entonces cuando una luz cegadora comenzó a emerger de su pecho. Su chakra se expandió en todas direcciones, creando una red de raíces blancas brillantes que se extendieron por el suelo, cubriendo el terreno en kilómetros a la redonda. Era una manifestación pura de su naturaleza divina, y el poder que emanaba de ella no podía ser ignorado. El resplandor era tan intenso que incluso los shinobis más alejados, en las diferentes aldeas, levantaron la vista, viendo cómo el horizonte brillaba con una luz que parecía desafiarlos a comprender su fuente.
Las raíces se extendieron como si fueran una parte viva de su ser, moviéndose bajo el suelo, serpenteando como si estuvieran buscando algo. El chakra de T/N era palpable, pesado en el aire, y su naturaleza divina se hacía más evidente a medida que la luz y las raíces continuaban creciendo. Sin embargo, la energía abrumadora pronto comenzó a disminuir. Las raíces se desvanecieron, y la luz alrededor de ella desapareció lentamente, pero no sin antes dejar una marca imborrable en el campo de batalla. Su chakra seguía ahí, latente, esperando ser liberado nuevamente.
Ahora con los ojos abiertos, tenía activado su tercer ojo. Una fuerza imparable la empujaba hacia su objetivo, y no era solo una voluntad personal: era la manifestación de su divinidad. En ese momento, no solo era una shinobi, era algo más, algo mucho más poderoso.
—Dime dónde está Itachi —susurró en su mente mientras una pequeña esfera de luz se formaba en su mano y ascendía rápidamente hacia el cielo, desapareciendo en la lejanía.
No pasó mucho tiempo antes de que la respuesta llegara a ella con una claridad abrumadora. Sabía exactamente dónde estaba, y sin perder ni un segundo más, realizó el jutsu de teletransportación.
El mundo a su alrededor se disolvió y se encontró en medio de una violenta batalla. Frente a ella, Itachi y Sasuke luchaban contra Kabuto, que había adoptado una forma bestial y serpentina. El campo de batalla estaba lleno de tensión y peligro, pero T/N no apartó la mirada de su enemigo. Sabía que esta pelea no era solo entre ellos tres, ahora ella también estaba involucrada.
Kabuto se giró, una sonrisa siniestra apareció en su rostro cuando vio a T/N.
—Así que finalmente apareces, T/N... —dijo Kabuto, su voz llena de una peligrosa mezcla de burla y deseo—. Pensé que podrías haberme olvidado después de todo este tiempo. Pero parece que el destino ha decidido traerte de vuelta a mi lado.
T/N lo miró con una expresión de puro desdén, pero antes de que pudiera decir algo, Kabuto continuó, ahora enfocando su atención en Itachi, cuyos ojos fríos seguían cada movimiento.
—Oh, Itachi... parece que has hecho una conquista —dijo Kabuto, sonriendo mientras su serpiente se deslizaba lentamente alrededor de él—. ¿Ella sabe todo sobre ti? ¿Le has contado cómo traicionaste a tu propia familia? ¿O solo le mostraste la parte de ti que aún es humana?
La tensión entre ellos aumentaba con cada palabra de Kabuto. T/N apretó los puños, sintiendo cómo su chakra comenzaba a hervir. La insinuación en la voz de Kabuto la hacía temblar de rabia. Había conocido a Kabuto en el pasado, antes de que su obsesión por el poder lo consumiera por completo. Incluso en ese entonces, había notado su mirada, su interés malsano en ella. Pero ahora, todo lo que sentía por él era repulsión.
—Deberías haberte quedado donde estabas, Kabuto —dijo T/N con voz fría—. Tu obsesión y tu locura solo te llevarán a la destrucción.
Kabuto soltó una carcajada oscura, disfrutando de la reacción de T/N.
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• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]
Fanfiction"Tu destino ha sido elegido en el momento que llegaste a nosotros" T/N, con sus ojos, piel y cabello blancos como la misma luna, es la encarnación terrenal de su resplandor. Su belleza evoca tanto la tranquilidad de la luna como su poderío, pero tam...