2. Otōto

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Ya se le había hecho costumbre a la pequeña Hyūga escaparse del distrito para explorar la aldea o simplemente irse a pequeños prados alejados de la civilización. En muchas ocasiones se había topado con el pequeño morocho quien la acompañaba cada vez que podía. Hoy era una de esas ocasiones.

Ambos se encontraban en un prado recolectando las hermosas flores que ha traído la primavera. Entre risas y charlas pasaban la tarde.

—Itachi-kun, para ser la primera vez haciendo una corona de flores lo haces muy bien —alagó la chica haciendo sonrojar al pequeño Uchiha.

—Gracias —soltó apenas audible.

—¡Listo! A oka-san le encantará —exclamó emocionada la pequeña—. Mmh, veo que también terminaste Itachi-kun.

El pequeño se limitó a verla neutral mientras tenía una lucha interna. Tomó valor y suavemente se acercó a la Hyūga, ella por instinto cerró los ojos y el morocho colocó la corona de flores suavemente sobre su cabeza.

—¿Uh? —la pequeña abrió los ojos sorprendida y avergonzada—. G-Gracias.

T/N miró a la distancia tratando de no tener contacto visual con el chico luego de pensar que la besaría.

"Menuda tonta soy"

El viento sacudía el cabello blanco de aquella niña quien tenía un leve rubor en las mejillas y sin notarlo aquella escena hizo sacudir el corazón de su acompañante.

—T/N-chan —susurró sin percatarse mientras sus mejillas adquirían un tono carmesí.

—Itachi-kun, es hora de irnos. Pronto se pondrá el sol —el chico asintió y juntos se pusieron de pie.

Mientras caminaban, ambos corazones resonaban fuertemente entre su pecho debido a la presencia del otro pero a la vez pasando inadvertidos.

La Hyūga iba caminando hacia donde se encontraba su hogar con gran pesar. Para ella, los días son mejores desde que conoció a Itachi.

Iba llegando a su casa hasta que la voz de su padre la hizo detenerse.

—¡T/N!

Se acercó a la pequeña y la tomó de los hombros, se veía alterado.

—Rápido, tu madre dará a luz —habló apresurado.

El corazón de esta se emocionó ya que por fin su hermanito vendría al mundo. Fueron hasta donde la partera y esperaron a que el parto culminase. Los minutos parecían eternos y lo tenso del ambiente casi era palpable pero esto fue roto por el llanto de un bebé. Ambos se pusieron de pie y luego de unos minutos la puerta corrediza se abrió dejando ver a una de las ayudantes de la partera. Esta se le acercó al mayor y le susurró algo, provocando un gesto indescriptible por parte de él, quien entró rápidamente a la habitación.

—¡Akiko, Akiko! ¡Vamos, despierta!

Al escuchar los gritos de su padre, T/N sintió como su corazón dejó de latir y se asomó lentamente por la puerta. Pudo ver como su padre sostenía el cuerpo sin vida de su madre. Dejó caer la corona de flores que se encontraba en sus manos y a pasos lentos se acercó a su padre. Su campo de visión se nubló y cayó de rodillas presenciando la desgarradora escena.

Ya habían pasado tres meses desde que Akiko Hyūga dejó este mundo. Hizashi y T/N se habían mantenido distantes desde entonces. Mientras que T/N se ocupaba del nuevo miembro de la familia.

—Tranquilo, pequeño Neji. Tu onee-san está aquí.

La pequeña trataba de calmar a su hermanito quien no dejaba de llorar. Escuchó pasos detrás de alguien y supo enseguida que era su padre, su ahora melancólico padre.

• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora