T/N e Itachi habían disfrutado una semana llena de alegría y complicidad. Cada día había sido una celebración de su conexión, desde entrenamientos compartidos hasta competencias de pesca y cocina que habían llenado su tiempo de risas y momentos inolvidables.
Finalmente, llegó el momento de despedirse. Se encontraban en el porche de la cabaña, rodeados por el cálido sol de la tarde. Itachi, con una expresión serena y cariñosa, envolvió a T/N en un abrazo tierno. Sus manos acariciaron su espalda mientras ella se acurrucaba contra su pecho.
—T/N —dijo Itachi en un tono suave—. Ha sido una semana maravillosa. Me ha hecho muy feliz compartir estos días contigo.
—Yo también lo he disfrutado mucho —respondió T/N, su voz temblando ligeramente—. Cada momento ha sido especial y me ha recordado lo importante que eres para mí.
Se separaron un poco para mirarse a los ojos. T/N intentó mantener una sonrisa, pero la tristeza era evidente en su mirada.
—Prometí cuidarte —dijo ella—. Pero ahora me siento perdida sin saber cuándo te volveré a ver.
Itachi sonrió con ternura, su mano acariciando la mejilla de T/N.
—No te preocupes por eso —dijo con calma—. Te prometo que encontraremos un momento para estar juntos de nuevo. Cuídate mucho hasta entonces, ¿de acuerdo?
Ella asintió, intentando contener las lágrimas que amenazaban con brotar. Se inclinó para darle un beso lleno de ternura y emoción.
—Te voy a extrañar —susurró T/N, su voz apenas audible.
Itachi correspondió al beso, envolviéndola en un abrazo final antes de dar un paso atrás. Miró a T/N con una mezcla de cariño y determinación.
—Yo también te extrañaré —dijo—. Pero recuerda que esto no es un adiós definitivo, solo un "hasta luego".
Se dieron una última mirada antes de que Itachi se dirigiera en dirección opuesta. T/N lo observó mientras se alejaba, hasta que finalmente se perdió de vista. Con una última respiración profunda, T/N giró y empezó a caminar en sentido contrario, llevándose consigo los recuerdos de una semana perfecta y el anhelo de un próximo encuentro.
Mientras T/N avanzaba en su viaje de regreso a Konoha, Kaguya comenzó a comentar con un tono juguetón y pícaro.
—Ah, T/N, ¿no me dirás que ya has olvidado lo que pasó en la cabaña esta semana, verdad? —preguntó Kaguya con un tono burlón.
T/N sintió cómo el calor subía a sus mejillas.
—Kaguya, por favor, no es el momento —respondió T/N, tratando de ocultar su sonrojo.
—Vamos, que no te dé vergüenza —Kaguya siguió—. ¿Recuerdas esa vez que intentaste ser toda romántica con las velas y el ambiente? ¡Parece que necesitabas una guía de instrucciones para no prender fuego a la cabaña!
T/N se rió nerviosamente.
—Sí, sí, lo sé. Me salió un poco de las manos.
—Y luego, cómo olvidarme de la noche estrellada —continuó Kaguya—. No sabía que tuvieras esas habilidades para "decorar" el lugar. Fue como si estuvieras tratando de ser la protagonista de una novela romántica muy... atrevida.
—¡Kaguya! —T/N exclamó, sintiendo su rostro arder—. ¡No es gracioso!
—Oh, pero sí lo es —insistió Kaguya—. La forma en que Itachi te miraba, era como si estuviera en una película épica. ¡No me sorprende que estuvieras tan agotada después!
—Bueno, no hay mucho que decir —T/N trató de desviar la conversación—. Fue una semana intensa.
—Intensa es una palabra —Kaguya rió—. Más bien, fue una semana de aprendizajes... y no solo en el campo de entrenamiento, si sabes a qué me refiero. ¡Tienes que admitir que no te esperabas tanto entusiasmo!
T/N suspiró y se rió con cierta resignación.
—Sí, sí, entiendo. Pero, por favor, ¡deja de recordármelo todo!
Kaguya continuó bromeando, haciendo comentarios sobre cada pequeño detalle apasionado de la semana, mientras T/N trataba de reírse de la situación y mantener la compostura en su viaje de regreso a Konoha.
Tras unas pocas horas, T/N llegó a Konoha. Antes de acercarse lo suficiente a la entrada, se detuvo para realizar el jutsu de transformación y luego se dirigió a la oficina de Tsunade. Sin tocar la puerta y con la misma actitud desafiante de siempre, irrumpió en la oficina con gran estruendo.
—¡Vieja, ya volví!
Tsunade levantó la vista de sus papeles, intentando ocultar una sonrisa mientras fruncía el ceño. La inesperada entrada de T/N casi la hace reír.
—T/N, siempre tan puntual en tus apariciones dramáticas. ¿Cómo te fue en tu "misión"?
T/N, con una sonrisa triunfante, sin contener su entusiasmo.
—¡Increíble! Todo salió perfecto.
Tsunade la miró con una ceja levantada y una sonrisa pícara. No pudo evitar lanzar un comentario irónico:
—Me imagino. Seguro que convertiste cada momento en una épica.
El tono de la conversación cambió a algo más serio cuando Tsunade le ofreció a T/N la oportunidad de trabajar en el hospital de Konoha.
—¿De verdad? —exclamó T/N, sus ojos brillando de emoción. Casi se abalanzó para abrazar a Tsunade, pero la mirada severa de la Hokage la detuvo en seco.
—Gracias, anciana —T/N le dio un abrazo con fuerza, sin dejar de sonreír—. Prometo que me veré aún mejor que tú cuando tenga tu edad.
Tsunade, tratando de mantener su seriedad, soltó una risa y contestó con tono sarcástico.
—Oh, ojalá llegues a verte así cuando tengas mi edad. Y que no termines como una estatua de mármol.
T/N se giró al escuchar un pequeño "oink" y vio a Shizune, quien estaba justo detrás de ella. Se lanzó hacia ella con entusiasmo.
—¡Shizune-san! —exclamó T/N, abrazándola con fuerza.
Shizune, un poco sorprendida pero con una sonrisa cálida, correspondió al abrazo. Mientras tanto, T/N acariciaba a Tonton, quien aceptaba las caricias con su característico "oink" y movía la cola contenta.
Tsunade observó con una mezcla de cariño y resignación, sabiendo que, a pesar de todo, T/N siempre traía consigo una energía vibrante y alegre. La oficina se llenó de un ambiente cálido y animado mientras las tres compartían ese momento de camaradería y risas.
ESTÁS LEYENDO
• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]
Fanfiction"Tu destino ha sido elegido en el momento que llegaste a nosotros" T/N, con sus ojos, piel y cabello blancos como la misma luna, es la encarnación terrenal de su resplandor. Su belleza evoca tanto la tranquilidad de la luna como su poderío, pero tam...