—¡Está nevando! —exclamó emocionado.
—La primera nevada —ahora hablaba mi padre—. Esta se endurecerá.
—¡Onee-san! ¡Está nevando! —escuché sus pasitos apresurados hacia mí.
Salí de la casa con Neji sujetándome la mano y miré el cielo. Efectivamente estaba nevando.
—Como odio esta época del año —me quejé.
Escuché una risita por parte de oto-san.
—Al menos tendré una excusa para dormir abrazado a onee-san —soltó por lo bajo el pequeño.
—¡Hey! —me acerqué a él y le di un pequeño coscorrón.
Seguí jugando con mi pequeño otōto hasta que recordé algo importante.
—Oto-san, iré a la aldea. Hasta luego —me acerqué a él y deposité un beso en su frente.
Sabía que no le gustaba las demostraciones de afecto fuera de casa. Escuché un leve gruñido de su parte y solté una risita.
Corrí hacia la salida del distrito y me adentré en la aldea. Fui hasta la entrada de la aldea y esperé ahí por pocos minutos.
—¡Itachi-kun! —corrí hacia él y lo abracé fuertemente.
Inmediatamente fui correspondida. Sabía que necesitaba aquel abrazo ya que hoy había perdido a su sensei y compañeros de equipo.
Una de mis habilidades es saber el futuro de las personas si los miro directamente a los ojos y aplico una gran concentración pero no puedo hacer nada porque cuando intento hablar o hacer algo se activa una extraña marca que no me lo permite. No me permito hacerlo con personas cercanas a mí debido al dolor que me causaría no poder hacer nada.
Luego de un largo abrazo acompañé a Itachi-kun a la Torre del Hokage donde dio un breve reporte. Me invitó a su casa y yo gustosa acepté y todo transcurrió normal.
Al mediodía visité Ichiraku's ramen y fui directo a la casa de mi rubio favorito. Ni toqué la puerta y ya el pequeño se había abalanzado sobre mí.
—¡T/N-chan! —tenía una enorme sonrisa—. ¿Uh? ¡Ramen! —exclamó emocionado arrebatándome la bolsa de las manos—. Muchas gracias, T/N-chan —me dio un fuerte abrazo.
—No es nada, Naruto-kun. Hasta luego —le sonreí y retomé mi camino al distrito.
—¡Tadaima! —grité al llegar a casa y me pareció raro que mi otōto no viniera corriendo hacia mí.
Fui al patio y ahí estaba, entrenando con oto-san. Como ambos estaban ocupados, decidí lavar los platos sucios que habían pero un fuerte dolor en la cabeza me lo impidió. Fui a mi habitación, me recosté en el futón sujetando mi cabeza y cerré los ojos tratando de calmarme.
—Onee-san —sorprendentemente no me percaté de la presencia de mi hermano menor—. ¿Estás bien? —estaba más que preocupado.
—Estoy bien, Neji —sonreí tratando de calmarlo lo cual funcionó.
—Oto-san y yo iremos a la casa de Hinata-sama. Otra vez la ayudaré con sus entrenamientos —habló emocionado el pequeño.
Yo solo asentí aún con esa forzosa sonrisa.
—Quisiera acompañarte pero tengo que leer estos libros que me regaló Hiashi-sama —contesté con pesar.
Pasaron las horas y ya no sentía el molesto dolor de cabeza. Ahora mismo me encontraba sentada en la mesita del patio mientras disfrutaba un relajante té. Al frente de mi se encontraba mi padre.
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• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]
Fanfiction"Tu destino ha sido elegido en el momento que llegaste a nosotros" T/N, con sus ojos, piel y cabello blancos como la misma luna, es la encarnación terrenal de su resplandor. Su belleza evoca tanto la tranquilidad de la luna como su poderío, pero tam...