El campo de entrenamiento estaba envuelto en una tranquila tarde, con el sol lanzando sus últimos rayos antes de despedirse. T/N, con determinación resuelta en sus ojos perlados, se preparó para abordar el desafío que le aguardaba.
La concentración se apoderó de ella mientras comenzaba a canalizar su chakra. Cada intento previo le había enseñado la complejidad de su jutsu de teletransportación. El chakra danzaba a su alrededor, creando un torbellino de energía que envolvía su figura. Cerró los ojos, sumergiéndose en la tarea, tratando de visualizar su destino mientras sentía el flujo de chakra alrededor de su ser.
Su primera tentativa la llevó a unos pocos metros de su posición inicial. Aunque pequeño, el logro era palpable. Sin embargo, sabía que debía aspirar a más. Con cada intento, podía sentir cómo su chakra se estiraba y resistía, como un delicado equilibrio entre su habilidad y los límites de su fuerza vital.
Cada destello del jutsu la transportaba a distancias variadas, pero la meta era clara: superar la marca de los 200 metros. Cada falla la llevaba a replantear su enfoque, ajustando la forma en que canalizaba su chakra y refinando la conexión con su destino previsto.
Kakashi observaba con ojo crítico y ocasionalmente ofrecía consejos clave. La frustración se mezclaba con la determinación en los ojos de T/N. Cada paso hacia adelante estaba acompañado por un desgaste mental y físico que la desafiaba a ir más allá de sus límites.
La tarde avanzaba, y el sol descendía en el horizonte. T/N sentía la fatiga acumulándose, pero también experimentaba el crecimiento intrincado de su habilidad. Finalmente, en un destello luminoso, se materializó a una distancia que superaba sus esfuerzos anteriores.
La sonrisa que se dibujó en el rostro de Kakashi expresaba una aprobación silenciosa. T/N, exhausta pero triunfante, se encontró con la mirada de su sensei.
—Has atravesado una barrera importante hoy, T/N. La maestría de esta técnica lleva tiempo, pero tus esfuerzos no han sido en vano.
Aunque agotada, la satisfacción inundó a T/N. Había sentido el peso y la complejidad del progreso, pero ahora sabía que cada lucha había valido la pena. Con un suspiro, se dejó caer en la hierba, reflejando sobre el viaje desafiante que la había llevado a mejorar su jutsu de teletransportación.
La brisa nocturna acariciaba su rostro mientras T/N permanecía recostada en la hierba, exhausta pero satisfecha por el progreso logrado. La densidad del chakra consumido en la práctica de su jutsu de teletransportación aún resonaba en su ser, una señal tangible de los desafíos que había enfrentado para mejorar esta técnica única.
Kakashi observaba en silencio, una figura en las sombras que supervisaba con ojo crítico y, al mismo tiempo, lleno de un orgullo reservado. Sin embargo, la noche avanzaba, y la fatiga se apoderó de T/N, quien, a pesar de sus esfuerzos, se vio envuelta en el abrazo del sueño.
Los sueños se entrelazaron con los destellos de la realidad. En la penumbra del campo de entrenamiento, T/N experimentó una suerte de ensoñación, donde los límites entre el despierto y el soñar se volvían difusos. A medida que las estrellas titilaban en lo alto, su mente se sumergió en un viaje onírico, explorando las profundidades de su propio ser.
No obstante, incluso en el reino de los sueños, persistían las sombras del pasado y las expectativas del futuro. Visiones de momentos vividos y desafíos por enfrentar se entrelazaron en un ballet onírico que capturaba la esencia misma de ser un ninja.
Así, bajo el manto estrellado de la noche, T/N se sumió en un descanso reparador, preparándose para los desafíos que la luz del próximo día traería consigo.
En la quietud de la noche, T/N descansaba plácidamente en el campo de entrenamiento, ajena al observador sigiloso que se cernía sobre ella. Kakashi, desde la penumbra, la contemplaba con una mezcla de curiosidad y algo más profundo, una conexión que, aunque enmascarada tras su antifaz, parecía trascender la mera observación.
Con movimientos cuidadosos, Kakashi alzó a T/N del suelo, su figura delicadamente sostenida en sus brazos como si fuera un preciado tesoro. La luna, cómplice silente, derramaba su luz sobre la escena, creando un aura mágica en torno a la inusual escena.
El trayecto hacia la casa de T/N fue una danza silente, con Kakashi sorteando las sombras como un bailarín nocturno. Al llegar a la puerta, depositó a la joven en el sofá de su sala, eligiendo respetar su privacidad al no llevarla a su habitación. La suavidad en sus gestos revelaba una preocupación genuina, un atisbo de sentimientos que se mantenían ocultos tras el enigmático antifaz.
Antes de despedirse, Kakashi permaneció unos instantes observándola. Su figura se disolvió en la oscuridad de la noche, pero no sin antes dejar una sensación de misterio en el aire, como si las sombras mismas albergaran secretos compartidos entre ellos.
Así, el campo de entrenamiento quedó sumido en el silencio, solo interrumpido por la suave respiración de T/N, quien descansaba en su hogar mientras el misterioso ninja se desvanecía en la oscuridad, llevándose consigo sus propios enigmas.
Con el suave murmullo de la noche como testigo, T/N se encontraba envuelta en un sueño tranquilo, ajena a la inusual serenata de sombras que la había rodeado. Mientras la luz de la luna acariciaba su rostro, el silencioso ambiente se llenaba de misterio, como si las estrellas mismas guardaran sus secretos.
Kakashi, al deslizarse por las callejuelas nocturnas, llevaba consigo una carga de pensamientos insondables. Su mente, tan esquiva como sus movimientos, se debatía entre la racionalidad de su papel como líder y la pulsante conexión que sentía hacia la enigmática T/N.
El tiempo, siempre implacable, marcaba las horas hasta que el alba asomara tímidamente. En el silencioso regazo de la noche, T/N permanecía en su descanso, mientras Kakashi, en su soledad reflexiva, se sumía en un laberinto de pensamientos indecisos.
Con la primera luz del día, el pueblo ninja cobraba vida una vez más. T/N despertó en su hogar, sin percatarse de la presencia fugaz que la había acompañado en las sombras. Mientras tanto, Kakashi, desde su propio rincón en la aldea, continuaba ocultando los misterios que habitaban en su corazón, un enigma que, por ahora, permanecía sellado en los recovecos de la penumbra.
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• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]
Fanfiction"Tu destino ha sido elegido en el momento que llegaste a nosotros" T/N, con sus ojos, piel y cabello blancos como la misma luna, es la encarnación terrenal de su resplandor. Su belleza evoca tanto la tranquilidad de la luna como su poderío, pero tam...