La sala estaba impregnada de una calma tensa mientras Ayame y T/N continuaban su conversación. Ayame, con la serenidad que la caracterizaba, compartió la noticia de la falta de viviendas disponibles en Hoshigakure no Sato. Sin embargo, no dejó que la preocupación se apoderara de T/N al ofrecer una solución.
—Dada la situación en la aldea, T/N, te quedarás temporalmente con uno de los ninjas que te acompañaron aquí —anunció Ayame, sus ojos sabios observando la reacción de T/N—. Rei sería la elección más adecuada. Es fuerte, leal y ha demostrado su compromiso con la aldea.
T/N asintió, agradecida por la solución propuesta.
—Rei será una excelente anfitriona para ti —añadió Ayame con una sonrisa enigmática—. Confío en que encontrarás comodidad y apoyo en su compañía.
En ese momento, Rei entró en la sala, radiante y lista para llevar a cabo la encomienda. Antes de que T/N se retirara con Rei, Ayame agregó con un tono serio.
—Mañana, necesito que te presentes temprano en mi casa —T/N asintió, comprendiendo la importancia de lo que estaba por venir.
•••
T/N y Rei caminaban juntas por las calles de Hoshigakure no Sato, la luz tenue de las farolas iluminando su camino. El aire fresco de la aldea estaba cargado de expectación, y T/N no pudo evitar preguntar a Rei sobre su experiencia en la aldea.
—¿Cómo ha sido tu vida aquí en Hoshigakure, Rei-san? —inquirió T/N, curiosa por conocer más sobre su nueva anfitriona.
Rei sonrió, compartiendo anécdotas sobre su entrenamiento, las tradiciones de la aldea y la conexión especial que todos compartían con la estrella y la luna.
Al llegar a la modesta casa de Rei, la ninja abrió la puerta con gracia.
—Hazte sentir como en casa, T/N —dijo con amabilidad.
Rei sirvió una cena sencilla pero reconfortante, permitiendo que la conversación fluyera de manera natural.
Mientras compartían la cena, hablaron sobre sus habilidades, experiencias pasadas y aspiraciones. Rei se mostró comprensiva y solidaria, creando un ambiente acogedor para T/N. Después de la cena, Rei llevó a T/N a una habitación donde había preparado un futón.
—Espero que estés cómoda aquí —expresó Rei mientras arreglaba las sábanas con destreza.
T/N asintió con gratitud, agradecida por la generosidad y amabilidad de su anfitriona. Ambas se acomodaron en sus futones, y el silencio de la habitación fue llenado por el susurro suave de la brisa nocturna.
Antes de que se sumieran en el sueño, Rei susurró unas palabras con amabilidad.
—Bienvenida a Hoshigakure, T/N-san. Estoy aquí para ayudarte en lo que necesites.
T/N sonrió, sintiéndose agradecida por la cálida bienvenida y, poco a poco, se dejó llevar por el sueño en su nuevo hogar temporal en la aldea de las estrellas.
La suave luz del amanecer acarició la habitación donde T/N descansaba en la casa de Rei. Despertó con calma, sintiéndose envuelta por la tranquilidad del nuevo día. Se incorporó lentamente y el aroma tentador del desayuno la guió hacia la cocina, donde Rei, con una sonrisa acogedora, ya preparaba una mesa con un desayuno variado.
—¡Buenos días, T/N-san! —saludó Rei con alegría mientras servía platos de frutas frescas, arroz y té caliente.
La conversación fluyó entre bocados y risas, y durante la comida, Rei indicó amablemente el lugar donde T/N podría tomar un baño para empezar el día con renovadas energías.
Después de arreglarse, T/N se encontró nuevamente con Rei afuera, lista para dirigirse a la casa de Ayame. Juntas caminaron por las pintorescas calles de Hoshigakure no Sato, compartiendo anécdotas y disfrutando del aire matutino. Al llegar a la casa de la jefa, Rei se despidió con un gesto amistoso, dejándolas a solas.
Ayame recibió a T/N con una calidez maternal, invitándola a sentarse. La conversación comenzó de manera ligera, pero gradualmente Ayame abordó preguntas más íntimas.
—¿De dónde vienes, T/N? ¿Tienes familia? —indagó con interés la jefa de la aldea.
T/N compartió la historia de sus padres, Akiko y Hizashi Hyūga, destacando su conexión con su hermano menor, Neji. La narrativa se volvió más compleja cuando Ayame preguntó por su partida de Konoha. T/N explicó que el Hokage le ordenó irse, y que, según las creencias de todos en la aldea, ella había perecido, excepto para su tío Hiashi, su abuelo y el propio Hokage.
Con cada respuesta, Ayame mostraba comprensión y empatía. La conversación luego derivó hacia las habilidades y experiencias de T/N como ninja. Sin embargo, Ayame, con un tono más serio, notó algo peculiar al tocar la frente de T/N.
—Hay una parte de tu cerebro bloqueada —reveló Ayame, sus ojos transmitiendo una mezcla de misterio y preocupación —No temas, T/N. Estamos aquí para ayudarte a desentrañar tu verdadera conexión con la estrella, la luna y esos recuerdos ocultos en tu mente —dijo Ayame, extendiendo una mano comprensiva hacia T/N.
Después de revelar la existencia de recuerdos bloqueados, T/N miró a Ayame con determinación.
—¿Existe alguna forma de recuperar esos recuerdos? —cuestionó.
—Creo que sí. Conozco un ritual, aunque no puedo asegurarte su efectividad y es extremadamente arriesgado —respondió con un brillo reflexivo en sus ojos.
T/N, sin titubear, afirmó que estaba dispuesta a correr el riesgo de descubrir su pasado.
—Entonces, cuando la luna esté llena y la noche estrellada, realizaremos el ritual —anunció Ayame solemnemente, reconociendo la valentía de T/N.
La promesa de respuestas flotaba en el aire mientras continuaban discutiendo sobre los detalles del ritual y sus posibles consecuencias.
La conversación se extendió en la cálida casa de Ayame, con T/N compartiendo más sobre su vida en Konoha, su entrenamiento y las relaciones con su familia. Ayame, a su vez, ofreció sabios consejos y palabras de apoyo.
Finalmente, T/N se puso de pie, agradeciendo a Ayame por su hospitalidad y apoyo. La jefa de la aldea le deseó suerte y la recordó que estaría allí para guiarla durante este proceso.
T/N salió de la casa de Ayame, encontrándose con Kenji, el especialista en combate cuerpo a cuerpo. Mientras caminaban por las calles de Hoshigakure, el silencio inicial entre ellos se llenó con la suave brisa.
Kenji rompió el silencio, mostrando una mirada curiosa.
—¿Cómo te sientes después de hablar con Ayame-sama? —preguntó, sus ojos reflejando interés genuino. T/N consideró la pregunta antes de responder.
—Fue revelador. Ayame-sama cree que hay recuerdos bloqueados en mi mente, y hay un ritual arriesgado para intentar recuperarlos —compartió T/N, su tono llevando consigo una mezcla de determinación y anticipación.
Kenji asintió, comprendiendo la gravedad de la situación.
—Estás dispuesta a correr el riesgo, ¿verdad? —Kenji preguntó con seriedad. T/N asintió con determinación.
—Sí. Creo que es la única manera de descubrir la verdad sobre mi pasado —respondió T/N, su mirada fija en el horizonte estrellado.
Kenji expresó su apoyo.
—Eres valiente por tomar esa decisión, T/N-san. No estás sola, todos estamos aquí para ayudarte en lo que necesites.
La complicidad entre ellos se fortaleció mientras continuaban su camino, explorando los misterios que envolvían la vida de T/N.
A medida que avanzaban por la aldea, Kenji compartió detalles sobre Hoshigakure y sus propias experiencias como ninja. También señaló lugares de interés y rincones especiales de la aldea. La conversación fluyó naturalmente entre risas y anécdotas, creando un vínculo más profundo entre T/N y Kenji. Finalmente, llegaron a un punto donde los caminos se separaban.
—Buena suerte, T/N. Si necesitas algo, no dudes en buscarme —dijo Kenji con sinceridad mientras se despedían.
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• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]
Fanfiction"Tu destino ha sido elegido en el momento que llegaste a nosotros" T/N, con sus ojos, piel y cabello blancos como la misma luna, es la encarnación terrenal de su resplandor. Su belleza evoca tanto la tranquilidad de la luna como su poderío, pero tam...