127. Kachi

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Kakashi les explicó rápidamente la situación a T/N e Itachi mientras mantenía su habitual semblante sereno.

—La situación es crítica —comenzó Kakashi—. Hemos enviado un equipo a la luna para detener a Toneri Ōtsutsuki. Shikamaru lidera la misión, y Naruto, Sai, Hinata y Sakura lo acompañan.

T/N escuchaba atentamente, pero algo no le cuadraba. Sus pensamientos comenzaron a acelerarse. Toneri... sabía que él tenía un vínculo con la luna, pero jamás imaginó que llegaría tan lejos.

—¿Naruto y Hinata están en la luna?—preguntó T/N, tratando de mantener la calma a pesar de la preocupación que la invadía.

Kakashi asintió con gravedad.

—Así es. Creemos que Toneri es el responsable de los meteoritos y del secuestro de Hanabi. Está utilizando el poder del Tenseigan para controlar la luna y, si no lo detenemos, la tierra podría ser destruida.

T/N sintió un nudo en el estómago. Toneri... ¿por qué? Tenía que hablar a solas con Kakashi. Giró hacia Itachi, quien no había dejado de observarla, su expresión serena pero con una sombra de preocupación.

—Necesito hablar con Kakashi-sama en privado —dijo con suavidad.

Itachi dudó un instante, pero asintió lentamente, comprendiendo la urgencia en sus palabras.

—No tardes —murmuró mientras la ayudaba a bajar de sus brazos con cuidado.

T/N y Kakashi se alejaron unos pasos del grupo. Ella respiró hondo antes de hablar, sabiendo que lo que iba a decir cambiaría todo.

—Kakashi-kun, necesito que entiendas algo... durante el tiempo que estuve fuera de Konoha, viajé a la luna para buscar respuestas sobre mis orígenes. Allí conocí a Toneri. Fue él quien me ayudó a despertar el Tenseigan y... me mostró muchas cosas. Nunca pensé que sería una amenaza para la humanidad.

Kakashi la miró con los ojos entrecerrados, tratando de procesar lo que acababa de escuchar.

—¿Toneri te ayudó a despertar el Tenseigan?—preguntó en voz baja, sorprendido.

T/N asintió, apretando sus manos en puños.

—Sí, pero... nunca lo consideré un enemigo. Me habló de su odio hacia los humanos, de cómo han usado mal el chakra, pero jamás imaginé que llegaría a esto. Lo que está haciendo ahora va más allá de cualquier límite.

Kakashi suspiró, notando la desesperación en los ojos de T/N.

—¿Es verdad lo que dijiste antes?—preguntó con tono grave—. Si destruyen la luna... ¿realmente morirías?

T/N asintió con tristeza.

—Estoy conectada con la luna de una manera que ni siquiera puedo explicar del todo. Si la destruyen, esa conexión se romperá y yo... moriré.

La expresión de Kakashi se tornó aún más sombría. Antes de que pudiera responder, un shinobi se acercó corriendo.

—¡Hokage-sama! El Raikage ha informado que el Cañón de Transportación de Chakra está al 90%. Pronto estará listo para disparar.

T/N se tensó, y sus manos fueron a su abultado vientre de forma instintiva. Miró a Kakashi con seriedad.

—No pueden hacer eso, Kakashi-kun. Si destruyen la luna...—no pudo terminar la frase, pero la desesperación en su voz lo decía todo.

Kakashi apretó los labios, claramente agobiado por la situación. Sabía que el Raikage no era alguien que retrocediera fácilmente, especialmente cuando la seguridad del mundo estaba en juego. Pero el costo... era demasiado alto, al menos para él.

En ese momento, Hiashi se acercó rápidamente.

—Hokage-sama, debe detener al Raikage—dijo con urgencia—. Estoy seguro de que mis hijas están en la luna, y si la destruyen... ¡no podemos arriesgarnos!

La asistente de Kakashi también llegó apresurada, con un rostro lleno de sorpresa.

—Hokage-sama, hemos recibido información de que Kurama está en la superficie de la luna.

Kakashi frunció el ceño. La situación no podía complicarse más, pero antes de que pudiera tomar una decisión, otro mensaje llegó.

—¡Raikage-sama ha dado la orden de disparar el Cañón!—gritó un mensajero desde la distancia.

T/N sintió cómo el pánico se apoderaba de ella, pero antes de que pudiera reaccionar, un shinobi apareció con un pergamino en la mano.

—¡Esperen! —gritó el shinobi, agitando el pergamino—. Kurama ha dejado un mensaje en la superficie de la tierra. Dice que Naruto y su equipo han completado la misión. La tierra está a salvo.

El alivio fue palpable en el aire. T/N dejó escapar un suspiro mientras todo su cuerpo se relajaba. Kakashi cerró los ojos por un breve segundo, agradeciendo en silencio la noticia.

—Que alivio... —murmuró T/N, mientras Itachi se acercaba a su lado y la tomaba de la mano con firmeza.

Kakashi, sin embargo, no bajó la guardia del todo.

—Aún no hemos terminado —dijo en voz baja, mirando hacia el cielo oscuro—. Pero por ahora, podemos respirar.

T/N se encontraba acurrucada en los brazos de Itachi, mientras él avanzaba con pasos firmes hacia el refugio

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T/N se encontraba acurrucada en los brazos de Itachi, mientras él avanzaba con pasos firmes hacia el refugio. A su alrededor, los habitantes de Konoha empezaban a salir, recuperándose del caos provocado por los recientes eventos. Entre la multitud, divisó a Shino, quien cargaba cuidadosamente a sus pequeños.

Apenas Daiki vio a su padre, su carita se iluminó, y sin pensarlo dos veces, se deslizó de la espalda de Shino y corrió a toda velocidad hacia Itachi.

—¡Otōsan! —exclamó con una mezcla de alegría y alivio, estirando sus bracitos.

Itachi, con una suave sonrisa, lo recibió en sus brazos, levantándolo con facilidad. El pequeño se abrazó a su cuello, aferrándose con fuerza, mientras Itachi le acariciaba el cabello en un gesto tranquilizador.

—Todo está bien ahora, Daiki —le susurró, dándole un beso en la cabeza—. Papá está aquí.

Mientras tanto, T/N extendió sus brazos hacia Kiyoshi, quien se encontraba en los brazos de Shino, soltando pequeños sollozos. Lo sostuvo contra su pecho, acariciando suavemente su cabello para calmarlo. Kiyoshi se aferró a su madre, con la respiración agitada, buscando consuelo en su calor.

—Shh... mamá está contigo —murmuró T/N, mirando a Itachi con una mezcla de alivio y agotamiento.

Itachi la miró de reojo, asegurándose de que ella también estuviera bien. Aunque la situación seguía siendo incierta, en ese momento lo único que importaba para ambos era la seguridad de sus hijos y el estar juntos.

El silencio, roto solo por los murmullos de la multitud que se reunía en el refugio, les dio un breve respiro.

• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora