• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]

31. Kyōsō

Han transcurrido tres años desde que T/N regresó a Konoha. Durante este tiempo, se ha dedicado a cuidar de Kenta como si fuera su hermano menor, construyendo un lazo fuerte y protector entre ellos. A pesar de su papel como figura maternal, T/N también se ha destacado en misiones importantes, demostrando su habilidad y valía como ninja.

Sorprendentemente, T/N no solo ha participado en misiones, sino que también se ha involucrado en reuniones con personas importantes de la aldea. Su capacidad estratégica y habilidades han llamado la atención, permitiéndole contribuir no solo en el campo de batalla sino también en decisiones cruciales para la seguridad de Konoha.

Con 19 años, T/N ha madurado y crecido como ninja, ganándose el respeto de sus compañeros y superiores. Aunque Kenta ha crecido un poco durante este tiempo, sigue siendo el niño al que T/N protege con amor y dedicación, creando un hogar cálido y seguro para ambos en la aldea oculta entre las hojas.

Luego de un año y medio en una agotadora misión fuera de Konoha, T/N anhelaba el cálido abrazo de su hogar. Antes de dirigirse a su casa, decidió hacer una parada en la torre del Hokage. Sin anunciar su llegada, entró con confianza, saludando al Hokage con una familiaridad única.

—Anciano, ¿me extrañaste? —bromeó T/N, sin percatarse de la compañía adicional en la sala.

Al adentrarse, se encontró con Gai, quien estaba acompañado por tres jóvenes. Entre ellos, destacaba una encantadora chica con un peinado distintivo y un niño que compartía innegables rasgos con Gai. Sin embargo, lo que dejó a T/N en estado de shock fue la presencia de Neji Hyūga, su hermano menor, a quien no veía desde hacía ocho años.

—¡T/N, qué alegría verte de nuevo! —exclamó Gai, irradiando su característico entusiasmo—. Deja que te presente a estos jóvenes prodigios que han estado perfeccionando sus habilidades bajo mi tutela.

—Un placer conocerte, T/N-san —saludó la chica con una reverencia, mientras el niño asentía con respeto.

Mientras las presentaciones continuaban, las miradas de T/N y Neji coincidieron de manera inesperada. Un instante de reconocimiento cruzó entre ellos, y aunque T/N estaba expertamente oculta tras su jutsu de transformación, la tensión en su cuerpo reveló un temblor emocional.

—T/N, ¿ocurre algo? —inquirió Gai, notando la repentina rigidez en la postura de su amiga.

—Nada, solo un poco cansada del viaje —respondió T/N, forzando una expresión relajada mientras apartaba la mirada de Neji.

Sin embargo, en ese breve contacto visual, una serie de recuerdos y emociones dormidas resurgieron en la mente de T/N. La última vez que vio a Neji, él era apenas un niño, y ahora, frente a ella, había crecido hasta convertirse en un joven talentoso. La sorpresa y el impacto de este encuentro no pasaron desapercibidos, incluso detrás de la máscara de su transformación.

—Bienvenida de nuevo, T/N. ¿Cómo estuvo tu misión? —preguntó el Hokage, intentando romper la tensión.

—Intensa como siempre, anciano. Pero ya estoy de vuelta —respondió T/N, esbozando una sonrisa que ocultaba la complejidad de sus pensamientos—. Bueno, anciano, ¿quiénes son estos pequeños? —preguntó T/N, desviando la atención hacia los niños que la acompañaban.

El Hokage procedió a presentar a los jóvenes ninjas que la acompañaban: Tenten, la chica con el peinado elegante; Lee, el apasionado guerrero; y, por último, Neji, el prodigioso Hyūga. A medida que el Hokage pronunciaba sus nombres, T/N mantenía una expresión neutral, aunque su mente seguía procesando el encuentro con su hermano menor.

—T/N, estos jóvenes son prometedores ninjas de la aldea. Estarán trabajando juntos en futuras misiones —explicó el Hokage.

—Es un honor trabajar con alguien tan experimentada, T/N-senpai —comentó Tenten con respeto.