El despertar de T/N en el futón de la casa de la jefa fue como emerger de un profundo sueño. La habitación estaba bañada por una luz tenue que apenas dejaba entrever los detalles de la decoración cuidadosamente elegida. El dolor en su cabeza era como un recordatorio constante de las memorias desenterradas durante el ritual. Un cuidador, atento a su despertar, rápidamente informó a la jefa, quien, con una mezcla de ansiedad y esperanza, se apresuró hacia la habitación.
—Has dormido por seis días —expresó la jefa con suavidad, su mirada reflejando la preocupación por el bienestar de T/N.
Las palabras de disculpa y comprensión se deslizaron en el aire, creando un silencio cargado de sentimientos no expresados. T/N, aún sumida en la turbulencia de sus pensamientos, recibió las disculpas en silencio, dejando que el peso del pasado y el presente se asentara en la atmósfera.
La jefa, respetuosa de ese silencio, sintió la necesidad de pedir perdón una vez más por el tormento revivido en el ritual.
—Lamento mucho lo que has tenido que pasar —dijo con sinceridad. T/N, aún en silencio, asintió levemente, reconociendo el gesto compasivo de la anciana.
—Permíteme ordenar algo de comer —propuso la jefa, buscando ofrecer consuelo tangible.
—Cuando estés lista, te llevaré al patio. El aire fresco te hará bien después de tanto tiempo en reposo —continuó la jefa, mientras T/N disfrutaba de la comida reconfortante.
Con la ayuda de la jefa, T/N se puso de pie, sintiendo la debilidad en sus piernas. El patio, inundado por la luz del sol, era un oasis de tranquilidad. Mientras T/N se dejaba envolver por la cálida brisa, la presencia de alguien más se hizo evidente. Kenji, con una sonrisa llena de alivio, se acercó.
—Me alegra verte despierta —expresó Kenji con sinceridad, abrazándola con su energía reconfortante—. Ha sido una larga espera.
La voz de Kenji resonó con preocupación y afecto, creando un lazo reconfortante en el corazón de T/N. En ese momento, el pasado y el presente se entrelazaron, y T/N se dio cuenta de que, a pesar de los traumas, tenía amigos dispuestos a compartir la carga de su historia.
La jefa, con una sabiduría arraigada en años de experiencias, observó la conexión entre Kenji y T/N. Con una complicidad que solo los ojos sabios pueden transmitir, sugirió que podían hablar con mayor privacidad y dejó a los dos jóvenes solos en el pintoresco patio. La brisa jugueteaba con las hojas de los árboles, como si también estuviera al tanto de la conversación significativa que estaba a punto de desplegarse.
Kenji, con mirada atenta pero respetuosa, se dirigió a T/N.
—¿Cómo te sientes ahora? —preguntó, sabiendo que el viaje a través de los recuerdos podía ser abrumador.
T/N, mientras ajustaba su posición en el patio, miró a Kenji con sinceridad.
—Es como si hubiera vivido varias vidas en una —compartió, sus ojos reflejando la complejidad de las emociones recién desenterradas.
La conversación fluyó como el suave murmullo del viento entre las hojas. Kenji compartió detalles de su propia vida, dejando que T/N conociera más sobre el chico que había estado a su lado durante este capítulo particular de su historia. Rieron juntos, compartieron anécdotas y, entre palabras, surgieron complicidades que solo la amistad verdadera puede forjar.
Al llegar al final de la charla, cuando el sol se inclinaba hacia el horizonte, Kenji, con un tono más serio, formuló una pregunta que flotó en el aire.
—Ahora que has recuperado tus recuerdos, ¿qué piensas hacer?
T/N, con la mirada fija en el cielo que se tiñó de tonos cálidos y dorados, reflexionó por un momento.
—Creo que es hora de enfrentar lo que dejé atrás y descubrir quién soy en realidad —respondió con determinación.
Kenji asintió, reconociendo la valentía en esas palabras.
—Cuenta con nosotros —dijo, extendiendo una mano en un gesto de solidaridad—. No estás sola en esto.
En ese momento, bajo el atardecer que iluminaba sus rostros, T/N sintió un vínculo más fuerte que nunca con Kenji y la aldea que ahora consideraba su hogar. Con una sonrisa esperanzadora, ambos se prepararon para el futuro que se extendía ante ellos.
La jefa, con una expresión serena, esperó a que Kenji se alejara antes de comenzar la conversación más íntima. T/N, con curiosidad y un dejo de aprehensión, se acomodó, sintiendo la expectación que flotaba en el aire mientras se preparaba para las revelaciones que le aguardaban.
La anciana tomó asiento frente a T/N, sus ojos, luces de la experiencia y la edad, transmitían la sabiduría acumulada a lo largo de los años.
—La luna tiene dos caras —comenzó la jefa, su voz resonando con una cadencia que parecía llevar consigo el eco de antiguas historias—. Y de manera similar, tú también tienes dos aspectos. En tu interior, reside un demonio que despierta para protegerte.
Las palabras de la anciana dejaron un rastro de misterio en el aire. T/N, intrigada, escuchó atentamente mientras la jefa desentrañaba la naturaleza de este demonio que habitaba en lo más profundo de su ser.
—Este ser hará todo lo necesario para protegerte, pero su percepción es distorsionada. No puede discernir entre quienes te lastiman y quienes te cuidan.
El relato de la anciana desvelaba la dualidad de este ser interno, y T/N se sumergió en la complejidad de sus propios pensamientos.
—Incluso si eso significa destruir a su paso, este demonio actuará por tu bien. Llegará un día en que se liberará por completo, transformándose en un ser de caos total.
Ante la revelación de un futuro incierto, T/N se estremeció y la anciana continuó con calma.
—Estoy aquí para ayudarte a prepararte para ese día. Comprenderemos juntas cómo manejar ese poder y asegurarnos de que no cause más daño del necesario.
Las palabras de la jefa resonaron en el silencio de la noche, y T/N se encontró sumida en reflexiones profundas.
—Entiendo que haya un demonio en mí —compartió, sus pensamientos hallando eco en el espacio tranquilo—. Pero, ¿cómo puedo controlar algo que está destinado a convertirse en caos?
La jefa le dirigió una mirada compasiva, sus ojos revelando empatía.
—Es un proceso complicado, pero no estás sola en esto. Te ayudaré a entender y controlar ese poder. Te aseguro que descubrirás una manera de cómo prepararte.
T/N, aunque aún llena de incertidumbre, sintió un resquicio de esperanza en las palabras de la jefa. Bajo el manto estrellado, comenzaron a trazar un camino inexplorado, enfrentando la dualidad de la luna y el misterioso poder que habitaba en el interior de T/N.
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• Trozo de Luna • [Itachi Uchiha]
Fanfiction"Tu destino ha sido elegido en el momento que llegaste a nosotros" T/N, con sus ojos, piel y cabello blancos como la misma luna, es la encarnación terrenal de su resplandor. Su belleza evoca tanto la tranquilidad de la luna como su poderío, pero tam...