{Narrador Omnisciente}
—Si sales por esa puerta, no volverás a entrar pequeña zorra – gritó su padre.
—¡Esa es la idea, viejo estúpido! – respondió _____ decidida antes de pegar un portazo final.
Con tan solo 18 años, _____ había decidido dejar la vida de mierda que tenía con su padre de una vez por todas. El tipo era un drogadicto, la maltrataba, la humillaba y en ocasiones la golpeaba. Ella tenía que vivir a su merced, y como su puta esclava. "Pero ya no más", se decía _____ a sí misma. Ella trabajaba ocho horas diarias en una librería, y por la noche iba a una escuela nocturna. Este era su último año antes de graduarse. Con su salario pagaba las cuentas de la casa, y los víveres.
Aunque quinientos dólares al mes no servían de mucho para mantener una casa estable y la vida de dos personas. Pero ya no sería así. Con años legales, se escapó de la pocilga de su padre. Casi no tenía dinero, pero tenía mucha decisión y un gran plan. A los cinco años sufrió la muerte de su madre. Un cáncer fulminante había terminado con su vida. Desde ahí en más su padre se volvió alcohólico, y aunque _____ tenía compasión y quería ayudarlo, la mayoría de las veces terminaba agredida verbal o físicamente.
La idea, planeada y establecida desde sus quince años, consistía en buscar a su abuela materna. De quien había perdido contacto al mudarse de su lugar de origen, Loja, para vivir en Quito, ambos en Ecuador.
_____ se acercaba caminando con una gran mochila al hombro y algo cansada a la estación de tren. Tenía suficiente dinero para el boleto pero al llegar, encontrar a su dulce abuela sería una prioridad, si no debería dormir en la calle.
Compró el boleto. Ya no cabían más reflexiones en su cabeza. Era su vida, tenía la edad necesaria, y podía hacer lo que ella quiera. No sintió pena, ni culpa de dejar a su padre. El tipo le había hecho la vida miserable, y ella lo había aguantado bastante tiempo sin quejarse.
El tren paró frente a sus ojos y las puertas se abrieron. Una leve sonrisa de esperanza surgió en su rostro. _____ tenía fé en que muchas cosas buenas llegarían a su vida. Quizás una casa, un trabajo, y su último año de escuela. Pero como la ley de la vida es que en todo lo bueno, hay algo malo, aquí encontró su error.
Un galán, atrevido y rompecorazones dispuesto a ganar el suyo. No sería fácil.
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Enamorada de un Mujeriego | Christopher Vélez
Fanfiction...y entonces descubrió que sin amor, todos los besos saben a lo mismo...